Galia Monzón ganó el XV Premio de Literatura, en la categoría de ‘Poesía Libre’, por su obra Querer volar y que la luz te queme los ojos

Galia Monzón es una joven poeta que busca generar una mayor conciencia en la sociedad

Galia Monzón ganó el XV Premio de Literatura, en la categoría de ‘Poesía Libre’, por su obra Querer volar y que la luz te queme los ojos, la cual narra el camino que recorrió para encontrar su voz a través de la escritura

A través de las palabras, la joven poeta de 22 años, Galia Monzón, exorciza parte de sus miedos e inseguridades, los deja plasmados en papel como un acto liberador, con el cual sana y provoca un eco para que, en su camino, las encuentren otras mujeres.

Monzón es la ganadora, en la categoría de “Poesía Libre”, del XV Premio de Literatura por su obra Querer volar y que la luz te queme los ojos, la cual se integra por 10 poemas. El concurso, que se realiza en Léon, Guanajuato, busca fomentar el gusto por la lectura y escritura a las y los jóvenes del estado; este año participaron más de 100 poetas.

“Al haber ganado me pregunto ¿quién lo va a leer? Mi mamá y algunas personas, pero aunque una persona lo lea y le cause algo impactante, estaría bien, por eso me sigo animando a plasmar mis pensamientos que luego surgen, la palabra está ahí, ojalá le llegue y cambie en algo”, platica a Reporte Índigo.

Galia recuerda perfectamente quiénes fueron sus primeros poetas favoritos, aquellos que le hicieron volar su imaginación: Charles Bukowski y Alejandra Pizarnik. Al sumergirse en sus letras podía sentir como propios todos sus dolores, tragedias y muertes, a pesar de no haberlas vivido en carne propia.

“De Bukowski dije ‘¡wow! Está muy poderoso’, y Alejandra escribe muy visceral, sin maquillaje, ni bonito, por eso me animé a intentarlo”, expresa.

Y aunque a los nueve años Monzón escribió su primer poema, que dedicó a su mamá un 10 de mayo, la joven comenzó a prepararse y a quitar, incluso, algunos estereotipos que tenía sobre la poesía.

Comenzó a escribir más en forma tras entrar a un taller de creación literaria, a partir de ahí “le dio una oportunidad” a la poesía, y ya no la soltó nunca más.

Galía Monzón se sigue preparando académicamente para perfeccionar su escritura. Actualmente cursa la licenciatura en Enseñanza del Español en la Universidad de Guanajuato

“Tenía esta concepción de que la poesía es muy complicada, que debes de tener un vocabulario muy extenso y muchas referencias culturales, por eso no escribía hasta que dije ‘voy a intentarlo’; me di cuenta de que es más accesible de lo que uno piensa, como la poesía contemporánea, es un espacio sin formato en el que puedes decir lo que quieres, no tiene que tener un inicio y un fin”, comparte.

Sin embargo, confiesa, para encontrar su voz recorrió un camino un poco sinuoso, pues sus primeros poemas tenían mucha métrica y eran rimados, pensaba que tenían que ser así, hasta que en 2016 se despojó de estas creencias para empezar a liberarse con su escritura.

“Hubo una etapa en la que me concentraba en mí misma y en mis tristezas, que están bien, pero luego se vuelven costumbre, porque piensas que sólo puedes escribir estando triste. Intenté salirme de mí misma para hablar de otras cosas”, abunda.

Por ello, celebra la publicación de Querer volar y que la luz te queme los ojos, porque más allá de definirse como una poeta, esta obra le permitió conocerse a sí misma y estar segura del mensaje que dejará a las generaciones que se quieran dedicar a la poesía, o bien, que se hayan identificado con su sentir.

“Esta antología es mi recorrido, lo acomodé empezando por mis primeros poemas donde decía ‘pobre de mí’ y terminando con algo más social, como ‘Esa mujer soy yo’, que habla de cómo nos dicen que debemos ser perfectas las mujeres; ahora busco ir más allá, de hablar de cosas importantes, que la gente lo pueda leer, que las enfrente como un putazo”, precisa.

Como en su poema “Zero waste”, en el que habla sobre los residuos que la sociedad deja en el planeta y de todo el daño que, con las acciones diarias, se genera: “al final pongo que soy parte del homicidio a la evolución, me educaron para ser cruel con el planeta y me educaron para vivir en paz con ello”, recita.

Con este trabajo motiva a que más jóvenes audiencias se acerquen a la poesía, escriban y lean; también espera que haya más apoyos con becas y talleres.

“He conocido gente que me ha abierto espacios para dar estos mensajes, sobre todo a hacer una introspección a qué es importante. 

“Todavía no soy quien quisiera ser, porque soy muy insegura, pero considero que soy un poco valiente porque me he atrevido a hacer cosas, aunque me da muchísimo miedo es una lucha constante”
Galia MonzónPoeta

También puedes leer: María Baranda Hace un llamado Poesía: Primeras Letras

Te puede interesar