En total son ocho filmes que se proyectarán a partir de este 2 de junio en la Salas José Revueltas y Julio Bracho de la UNAM. Foto: Especial

FICUNAM proyectará películas mexicanas realizadas hace medio siglo con temáticas sobre el aborto, violación y trabajo doméstico

En esta edición, que arranca hoy, el festival universitario proyectará películas realizadas entre 1978 y 1986 por el Colectivo Cine Mujer, fundado por un grupo de cineastas que rompió paradigmas al abordar temas como aborto, violación y trabajo doméstico no remunerado 

En una época donde la presencia de la mujer en el cine mexicano se reducía a meros cuerpos eróticos de cabarets, clubes nocturnos y rumberas, un grupo de cineastas universitarias decidió tomar las cámaras en sus manos y contar historias que denunciaran la opresión de las mujeres.

Era 1975, la ONU lo había nombrado Año Internacional de la Mujer, y en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC), las cineastas Rosa Martha Fernández, Beatriz Mira y Odile Herrenschmitd fundaron el Colectivo Cine Mujer, un espacio desde donde buscaban replantear el papel de la mujer en el cine, tanto en las historias como en la industria cinematográfica misma.

“No solo nos distorsionaban, sino que nos hacían superficiales, vacías, sin profundidad, sin interés. Era una visión muy masculina, de acuerdo con lo que a los hombres ideologizados con el machismo les gusta, nosotras quisimos hacer otra cosa, dar una imagen de las mujeres como sujetos, no como objetos. Por otra parte, en la industria, las mujeres no existían más que como divas, como asistentes de tercera o continuistas, así que también era importante asumirnos como sujetos con relación al cine y empezamos a hacer nuestras películas con los temas que nos afectaban”, cuenta a Reporte Índigo Rosa Martha Fernández, una de las fundadoras del colectivo.

La cineasta, quien encontró el feminismo mientras estudiaba televisión educativa en Japón, sacó a la luz en 1978 Cosas de mujeres, una película pionera que aborda la lucha de las mujeres por la despenalización del aborto.

Esta cinta, que incorporó ficción con testimonios de mujeres que se habían practicado abortos clandestinos, se podrá ver como parte de una retrospectiva que el Festival Internacional de Cine UNAM (FICUNAM) dedica a este colectivo que rompió paradigmas al abordar temas como aborto, violación, prostitución y trabajo doméstico hace medio siglo.

En total son ocho filmes que se proyectarán a partir de este 2 de junio en la Salas José Revueltas y Julio Bracho de la UNAM, así como en la Cineteca Nacional, dentro de la oferta del festival en esta edición.

Temáticas vigentes

Originalmente filmados en 16mm, en blanco y negro, entre 1978 y 1986,  estos cortometrajes y largometrajes empezaron a exhibirse en circuitos universitarios y feministas independientes de la época, pero su vigencia continúa y en los últimos años han empezado a proyectarse en festivales de diversas partes del mundo.

“No hubo una difusión oficial para nada porque entonces se seguía pensando, tanto desde la izquierda y peor desde la derecha, que la problemática de la mujer era cierto, pero no para atenderlo ahorita porque lo que importaba era el movimiento obrero y para nosotras no, era absolutamente fundamental crear esos cambios”, dice Fernández.

Sin embargo, 50 años después, películas como Cosas de Mujeres siguen teniendo presencia en diversas partes del mundo. “Es curioso como aún ahora sigue respondiendo esta película, se distribuye en muchas partes, ha estado en China, en Francia, en Italia, en Estados Unidos, en Canadá y aquí también se sigue distribuyendo y eso es porque sigue respondiendo, desgraciadamente, a una necesidad”, dice la cineasta, quien celebra que las cintas tengan una nueva vida, pues recientemente fueron digitalizadas por la UNAM, por solicitud y financiamiento del Festival Internacional de Cine de Valdivia, en Chile.

“Ellos nos hicieron el gran favor, que nadie había querido hacer aquí, de digitalizar los negativos de nuestras películas, lo cual absurdamente se hizo aquí, pero pagado por Chile. Aquí lo habíamos pedido, pero no se había hecho porque sigue funcionando el criterio de sí, sí, es importante, pero no tanto y espérate tantito”, comparte.

Entre el documental y la ficción

Considerada una de las pioneras del cine mexicano, la realizadora fue testigo de las movilizaciones estudiantiles del 68 en París, donde estudiaba Psicología en la Sorbona, hecho que despertó su militancia política.  A su regreso a México, fue parte de la Cooperativa de Cine Marginal, con Paco Ignacio Taibo II y Guadalupe Ferrer, donde hacían cine obrero, entrevistando a trabajadores en huelga y financiando sus propios proyectos.

En entrevista, cuenta que fue esa experiencia lo que reafirmó su deseo de dedicarse completamente al cine. Obtuvo una beca para estudiar televisión educativa en Japón y en su trayecto a ese país, conoció a la activista Marta Acevedo, quien la acercó al feminismo. Más tarde, ingresó al CUEC, donde se planteó hacer “un cine por la lucha de las mujeres”.

Fue esa convicción política y su propia experiencia de enfrentarse al suplicio que implicaba practicarse un aborto en esa época, lo que la llevó a realizar Cosas de Mujeres, que fue la primera película del colectivo.

Sobre la realización de esa película, la cineasta comenta que desde el principio decidió mezclar ficción y documental, aunque en esa época esa fusión era “un pecado mortal”.  “Lejos de teorizaciones sobre el cine y los lenguajes, lo que a mí me pasó es que realmente lo necesitaba. Para mí, y siempre lo he manejado así, es que el cine no es más que una herramienta de trabajo para mover conciencias y sensibilidades, para permitir a la gente, a partir de la vinculación que tú das con la realidad, que analice y cambie su posición”.

Para esta cinta, relata, vivió unos días en el Hospital General para entrevistar a mujeres que llegaban al borde de la muerte porque se habían hecho un aborto en condiciones clandestinas terribles. La ficción le funcionó para dramatizar las consecuencias de estas historias reales, pues además de la penalización que conllevaba este acto, muchas veces tenía consecuencias para el propio cuerpo de las mujeres.

La idea, explica, era mostrar el tema como “una forma de dominación en cuanto a no permitirlo y obligar a las mujeres a hacerlo de manera clandestina”. “Tenía que ver mucho con toda la concepción del cuerpo de la mujer y su pertenencia, del intento de control externo, tanto por la Iglesia como por la derecha, era muy importante mover conciencias”, dice la realizadora, quien lamenta que todavía existan lugares en el país donde el aborto está penalizado.

Un festival para todos

El FICUNAM se llevará a cabo del 1 al 11 de junio de 2023 en formato híbrido. Ofrecerá 42 títulos en competencia, más de 60 estrenos y cinco retrospectivas.

Tendrá como sedes el Centro Cultural Universitario, el Cinematógrafo del Chopo, la Casa del Lago, la Cineteca Nacional, el Complejo Cultural Los Pinos, Cine Tonalá y el MUAC, entre otros. Según sus organizadores, la programación también se podrá ver en toda la República mexicana por medio de canales de televisión abierta y plataformas de streaming.

Colectivo Cine Mujer: El acto de mostrar

Son ocho las cintas que se exhibirán como parte de este ciclo. Los horarios están disponibles en la página del FICUNAM: ficunam.unam.mx.

  • Cosas de mujeres, Rosa Martha Fernández, 1978.
  • Vicios en la cocina, Beatriz Mira, 1978.
  • Y si eres mujer, Guadalupe Sánchez, 1977.
  • Rompiendo el silencio, Rosa Martha Fernández, 1979.
  • No es por gusto, Maricarmen de Lara, María Eugenia Tamés, 1981.
  • Yalaltecas, Sonia Fritz, 1984.
  • Vida de ángel, Ángeles Necoechea, 1982.
  • Bordando la frontera, Ángeles Necoechea, 1986.
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