Las luchas feministas en América Latina son tan variadas como la región y en cada uno de los países se configura un contexto único. Foto: Especial

“Escuela Imparables” impulsa  mujeres

La directora regional de ONU Mujeres forma parte de  la tercera temporada de Escuela Imparables. En entrevista, comenta sobre los retos que enfrentan las mujeres en América Latina y parte de las acciones que se podrían realizar para mejorar sus condiciones

María Noel Vaeza es una mujer sonriente, cuya voz transmite calidez y confianza a las finalistas de Escuela Imparables, un programa que brinda a las mujeres emprendedoras las herramientas necesarias para llevar su negocio al siguiente nivel. Además, Noel es la directora regional para América Latina y el Caribe de ONU Mujeres, su tarea es asesorar y apoyar en la creación de legislación y políticas públicas que aseguren equidad de género.

Reporte Índigo tuvo acceso a la grabación de uno de los capítulos de su reality, en donde habló del impacto de las mujeres en la economía,  la labor de cuidados ejercida mayoritariamente por ellas y cómo, al no ser remuneradas, se convierten en un ancla que detiene el progreso, pero no solo de las mujeres, sino de toda la región. Y es que la organización lo tiene claro: para lograr la igualdad en Latinoamérica se deben combatir la desigualdad socioeconómica, los patrones patriarcales, la división sexual del trabajo y la concentración de poder.

El lastre de la desigualdad

Los retos que enfrenta la región atraviesan muchas aristas. Las luchas feministas en América Latina son tan variadas como la región y en cada uno de los países se configura un contexto único; sin embargo, hay problemáticas que atraviesan fronteras. Para María una de ellas es la desigualdad.

“Nuestra región se caracteriza por la gran desigualdad, si la comparas con otras regiones del mundo, eso hace que la equidad no llegue a progresar. Esa desigualdad se manifiesta en la falta de acceso de la mujer al mercado laboral, solamente el 51.8 por ciento de las mujeres trabaja y la mayoría lo hace en la informalidad, entonces tenemos pan para hoy y hambre para mañana, porque el trabajo informal suele ser muy precario y no tiene seguridad social, no tiene futuro para una pensión. Por eso es importante que cuando los gobiernos decidan sobre pensiones, contributivas y no contributivas, se tome en cuenta a este grupo de mujeres que trabaja tanto”, comenta María Noel Vaeza.

“Solo el 51 por ciento de las mujeres en nuestra región trabaja, pero imagínate que hubiera un 30 por ciento más de mujeres. A esta región no la para nadie, por eso América Latina depende tanto de que las mujeres participen en la economía”
María Noel VaezaDirectora Regional de ONU Mujeres

En México, según estadísticas del Gobierno Federal (disponibles en www.economia.gob.mx), el salario promedio para una persona que trabaja en la informalidad es de dos mil 300 pesos al mes, por más de 40 horas a la semana. Las mujeres que trabajan en la informalidad ganan en promedio mil 580 pesos al mes.

Esto es preocupante por muchas razones, una de ellas es que el empleo informal representa el 51.4 por ciento de los empleos generados en México, según la organización México cómo vamos, lo que quiere decir que más de la mitad de la población trabaja en condiciones de vulnerabilidad.

Maria deja claro porque esto representa un riesgo “el gran problema de la región es que solamente llegamos al 15 por ciento del producto interno bruto en impuestos, necesitamos tener por lo menos un 25 por ciento, los países de la OCDE tienen en promedio un 35 por ciento” , señala la directora regional.

Noel Vaeza, explica que esta falta de recaudación se traduce en servicios públicos deficientes, situación que se  exacerba por la corrupción, y que no permite que existan instituciones que garanticen la igualdad de género con sistemas de cuidado, mentorías y educación financiera.

La economía del cuidado

Una de las áreas en donde la desigualdad y la vulnerabilidad se muestra más evidente es en el rol de los cuidados. Estas tareas han caído, injustamente, sobre las mujeres debido a la división sexual del trabajo, lo que ha impactado negativamente la salud y el desarrollo económico de las mujeres y de todas las personas.

“El cuidado es un derecho humano y todos los días ejercemos tareas de cuidado, el tema es que la mujer las ejerce de tres a cuatro veces más que los hombres, no hay una corresponsabilidad. Esto le quita tiempo a las mujeres en el cual ellas pudieran estar generando un ingreso para su familia.

“Nosotros consideramos que la creación de sistemas integrales de cuidados, tanto públicos como privados, permiten un triple dividendo. El primero es en la familia, porque cuando hay un cuidado de calidad la mujer se siente más tranquila, el segundo es en la generación de empleo, nuestra región está envejeciendo y eso va a implicar muchos trabajos necesarios en materia de cuidados.

“Se calcula que debemos profesionalizar y significar más de 10 millones de trabajos. Por último, creemos que hay un efecto compuesto, pues cuando la mujer sale a trabajar genera ingresos y ayuda a la economía”, señala la funcionaria a unos pasos del set de Escuela Imparables.

ONU Mujeres apoya en la creación de leyes y servicios públicos de mano de gobiernos de toda la región, también estimula al sector privado a través de los siete principios para el empoderamiento económico de las mujeres

Y es ahí, en el hotel San José Casa Encuentro, donde  María pone la pauta al hablar con jóvenes mujeres empresarias, no solo acerca de las herramientas que adquieren como parte del programa, sino también al contestar sus dudas para hacer de ellas agentes de cambio aún más efectivas de lo que ya son.

A pesar de las características difíciles de la región, la funcionaria se muestra optimista. “Yo tengo mucha fe de que América Latina puede destacarse aún más.  Aunque las mujeres latinas salen muy poco al mundo, entre un 11 y un 13 por ciento, se destacan con muchos productos y servicios importantes. Esto se vuelve fundamental para seguir creciendo y dando espacios dentro del sector privado a esas mujeres, porque es muy bajo el número de mujeres que dirigen una empresa en nuestra región”, remata María.

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