Hasta el último suspiro

Diplomatico, escritor, historiador entre más oficios, Rafael Tovar y de Teresa dio, durante 62 años, lo mejor de su desempeño por el bien a su país en el ámbito cultural y artístico.

Egresado en la licenciatura de derecho en 1978 de la Universidad Autónoma Metropolitana para después continuar sus estudios en La Sorbona de París, Tovar y de Teresa tuvo inquietudes artísticas antes de tomar la abogacía entre sus manos.

Abogado de profesión, su trabajo de dos años en el INBA fue lo que impulsó su carrera dentro del ámbito cultural y artístico de México

Diplomatico, escritor, historiador entre más oficios, Rafael Tovar y de Teresa dio, durante 62 años, lo mejor de su desempeño por el bien a su país en el ámbito cultural y artístico.

Egresado en la licenciatura de derecho en 1978 de la Universidad Autónoma Metropolitana para después continuar sus estudios en La Sorbona de París, Tovar y de Teresa tuvo inquietudes artísticas antes de tomar la abogacía entre sus manos.

A sus 18 años empezó escribiendo en Novedades, dentro del suplemento cultural como crítico de música, labor que realizó durante dos años para después subir a la jefatura de Relaciones Culturales de la Secretaría de Hacienda, entre los años 1974 y 1976.

Su carrera en el ámbito cultural se daría en el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) los siguientes dos años y de ahí su trayectoria perfiló el ascenso para continuar entre el arte de México.

Tovar y de Teresa falleció el 10 de diciembre por complicaciones de un mieloma múltiple cancerígeno, el secretario lo padecía desde el año pasado. Se pensaba que estaba erradicado, sin embargo la enfermedad fue fulminante.

Con honores le dan el adiós

Con piezas como el “Adagio para cuerdas” de Samuel Barber, “El concierto de Brandenburgo” de Johann Sebastián Bach, la “Gymnopedie” de Eric Satie y el primero y segundo movimiento del “Concierto grosso no. 4” de cuerdas de George Friedrich Händel, se dio el último adiós a Rafael Tovar y de Teresa en el Teatro de las Artes en el Centro Nacional de las Artes el día de ayer.

En una urna de mármol blanco descansan las cenizas de quien fuera el Secretario de Cultura, y declarado “adicto musical” por el intelectual Carlos Prieto, invitado a dar a unas palabras en el acto post mortem.

“Eran enciclopédicos los conocimientos musicales de Rafael, y por lo tanto sosteníamos muy largas conversaciones sobre temas musicales. Recuerdo que me decía, que si de niño o de joven hubiera podido escoger libremente su carrera se hubiera dedicado al piano”, recordó Prieto ante la audiencia.

Además, su primogénito, Rafael Tovar López Portillo dirigió un breve y conciso mensaje, donde prefirió recordar al padre ser humano detrás de los protocolos políticos y culturales.

“No hay manera de que pueda yo desligar su trabajo de mi formación con él, pues desde que tenía 9 años comencé a acompañarlo a Bellas Artes, los museos, conciertos e inauguraciones, incluyendo la de este recinto que él construyó”, compartió su hijo mayor.

El acto protocolario continuó con la presencia del presidente Enrique Peña Nieto, quien estuvo acompañado de todo su gabinete y expresó sus condolencias a los familiares del difunto “Recuerdo como llegó emocionado a Palacio Nacional el día que rindió protesta de ley, que además, era esa la primera vez que en nuestro país tenía una Secretaría de Cultura, decidí que esa protesta de ley se hiciera en el Palacio Nacional, en la oficina presidencial”, comentó el ejecutivo.

Entre las personalidades culturales que se dieron cita al homenaje póstumo se encontraron el actor José Sefami, Juan Andrés Gaitán, director del Museo Tamayo, Aurelio Nuño, José Ramón Narro Robles, secretario de Educación Pública y secretario de Salud respectivamente, entre otros.

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