En el mundo, más de 700 millones de personas viven con Enfermedad Renal Crónica (ERC). Foto: Especial

Esta es la enfermedad que es la séptima causa de muerte en México. Descubre cómo prevenirla

El diagnóstico temprano, el control de enfermedades asociadas y un estilo de vida saludable son esenciales para mitigar el riesgo de complicaciones y mejorar la calidad de vida

La Enfermedad Renal Crónica (ERC) es un problema de salud pública de gran magnitud, que afecta al 10 por ciento de la población mundial.

Si no se detecta y trata a tiempo, puede desencadenar complicaciones graves e incluso la muerte, con una tasa de mortalidad en constante aumento. Según la Sociedad Internacional de Nefrología, la ERC afecta a más de 700 millones de personas y causa 3.1 millones de muertes, situándose como la séptima causa de mortalidad a nivel mundial.

“El impacto de la ERC en México no es la excepción, ya que, de acuerdo con estimaciones de la Secretaría de Salud, alrededor del 12 por ciento de la población mexicana presenta algún grado de daño renal, lo que equivale a más de 13 millones de personas adultas, de los cuales más del 40 por ciento vive con diabetes.

“Sin un adecuado control, incrementa el riesgo de desarrollar complicaciones propias de la ERC junto con la aparición de trastornos cardiometabólicos”, expresa el doctor Rafael Valdez, presidente del Instituto Mexicano de Investigaciones Nefrológicas A.C. (IMIN).

Esta realidad, sin un control adecuado, aumenta el riesgo de complicaciones asociadas a la ERC y trastornos cardiometabólicos. Por ello, es crucial destacar que la ERC en sus etapas iniciales suele ser asintomática, lo que conlleva a una reducción significativa en la esperanza de vida de los pacientes, con una pérdida promedio de 25 años en etapas avanzadas.

Los sistemas cardiovascular, renal y metabólico están interconectados y, en consecuencia, el deterioro de un sistema puede promover el mal funcionamiento del otro de forma crónica o aguda

Además, los sistemas Cardiovascular, Renal y Metabólico (CRM) están interconectados, y el deterioro en cualquiera de ellos puede afectar crónicamente o agudamente al otro, promoviendo la progresión de enfermedades como la diabetes tipo 2, insuficiencia cardiaca y ERC, aumentando así el riesgo de muerte cardiovascular e insuficiencia renal.

La relación entre la diabetes y la ERC es estrecha, con más de un tercio de los casos de ERC en el mundo atribuibles a esta enfermedad.

“Cerca del 30 por ciento de los pacientes con ERC también sufren de insuficiencia cardiaca, lo que subraya la necesidad de estrategias terapéuticas integrales para controlar tanto la enfermedad primaria como las afecciones asociadas”, enfatiza el doctor Valdez.

Las personas con diabetes, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares y obesidad enfrentan un mayor riesgo de desarrollar ERC. Por lo tanto, es fundamental que se sometan a análisis médicos periódicos para evaluar su función renal y actuar oportunamente para reducir la morbimortalidad asociada a la ERC y sus complicaciones.

Los logros y avances

Afortunadamente, existen opciones terapéuticas que están cambiando el panorama en el manejo de la ERC, retrasando su progresión y reduciendo la necesidad de diálisis, así como las complicaciones cardiometabólicas asociadas.

“Estos avances ofrecen oportunidades sin precedentes para abordar la ERC y reducir el riesgo de complicaciones cardiacas y progresión a insuficiencia renal, retrasando la necesidad de tratamientos más invasivos como la diálisis y el trasplante renal”, agrega.

En este contexto, la consulta médica regular, el diagnóstico temprano y el control de enfermedades asociadas como la diabetes y trastornos cardiovasculares son cruciales para reducir el deterioro renal y el riesgo de complicaciones. Además, recomendaciones nutricionales, ejercicio físico y un estilo de vida saludable pueden contribuir significativamente a este objetivo.

“Hoy en día es posible reducir el deterioro de los riñones y el riesgo de complicaciones a través de la consulta médica para lograr un diagnóstico temprano y el control oportuno de enfermedades asociadas como la diabetes y los trastornos cardiovasculares, así como recomendaciones nutricionales, ejercicio físico y un estilo de vida saludable”, puntualiza.

Te puede interesar