En cuna de oro

Apréndanse este nombre: Frank Ocean. No solo porque la madrugada de este martes se apoderó –una vez más– de la conversación pop en redes sociales, también porque esta semana se presentó formalmente como la nueva figura de la música a base de una licuadora de beats que se engloban bajo la etiqueta del R&B.

Apréndanse este nombre: Frank Ocean. No solo porque la madrugada de este martes se apoderó –una vez más– de la conversación pop en redes sociales, también porque esta semana se presentó formalmente como la nueva figura de la música a base de una licuadora de beats que se engloban bajo la etiqueta del R&B.

El artista y compositor de 24 años que sorprendió al mundo de la cultura pop al admitir hace unos días en su cuenta de Tumblr que se había enamorado de un hombre, no solamente sorprendió a la industria de la música con el adelanto del lanzamiento digital de su álbum debut “Channel Orange”, también madrugó a la piratería. 

En tiempos de leaks, sharing y piratería, hacer un lanzamiento en tiempo y forma parece una hazaña imposible. Pero Ocean nos recordó en una noche que las sorpresas todavía existen en la música. 

Como dijo @estebanet en el #Popcast No. 51, el 4 de julio fue un verdadero día de la independencia para el cantante con su confesión en Tumblr. Corte a cinco días después, Ocean hizo su presentación “en sociedad” en la televisión norteamericana en el estudio de Jimmy Fallon, minutos después compartió en stream su álbum debut y adelantó una semana su lanzamiento digital al subirlo a la tienda de iTunes. 

Aunque la plataforma de Jimmy Fallon no es la estelar de la barra de los “talk shows” nocturnos –no es Letterman–, la presentación de Ocean con la canción “Bad Religion” fue tan espectacular que todavía se sigue hablando de su voz, la sección de cuerdas que lo acompañó y del apoyo en vivo de The Roots. Un clásico instantáneo pop. 

“Channel Orange” es el mejor álbum debut del año. Acostúmbrense a ver esa portada naranja en todos los sitios de música que consulten. Ocean ni siquiera quemó todos los cartuchos que tuvo a la mano: se dio el lujo de rechazar la propuesta de Kanye West para participar en el álbum (gracias por el tip, @estebanet) y solo incluyó tres colaboraciones (Earl Sweatshirt del colectivo de hip-hop Odd Future, un minuto y dieciséis segundos de John Mayer y un rap “a medio gas” de André 3000 de OutKast). 

Para dimensionar la capacidad artística de Frank Ocean, háganse un favor musical hoy y vean la presentación en vivo de “Bad Religion”.

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