El precio de querer un bebé

Dependiendo del problema que tenga una persona o pareja para poder embarazarse, será el tratamiento que requiera y el dinero que tendrá que pagar para poder lograrlo; una especialista explica los métodos de reproducción asistida y sus costos

¿Cuánto dinero estarías dispuesto a pagar por tener un hijo biológico? Cuando una pareja o una persona se entera que tiene problemas de reproducción, la ciencia se convierte en una opción a través de la reproducción asistida, un proceso que tiene diferentes métodos, cada uno con un costo diferente.

Entre cuatro y cinco millones de personas sufren problemas de fertilidad en México, y cada año se suman más, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). En 2017, el IMSS informó que un promedio de 12 mil parejas recibieron tratamiento contra la infertilidad en el Hospital público de La Raza, es decir, se les realizaron análisis y estudios personalizados con el fin de que pudieran concebir un hijo.

Sólo cinco hospitales públicos en el país proporcionan tratamientos de fertilidad. La mayor parte de las parejas con estos problemas se tratan en clínicas privadas.

Primera inversión: detectar las causas

En México, 40 por ciento de los casos de infertilidad son atribuidos a uno de los miembros de una relación, 10 por ciento a ambos y el porcentaje restante se debe a causas no identificadas, afirmó el doctor Julio Francisco De la Jara Díaz, coordinador de la Clínica de Infertilidad del Instituto Nacional de Perinatología.

Si una pareja no logra concebir sin métodos anticonceptivos después de un año, debe acudir al médico especialista para que detecte las causas del por qué no puede. En el caso de las mujeres mayores de 35 años, deben asistir a los seis meses.

Norma Pérez Ramírez, subespecialista en biología de la reproducción del Instituto Nacional de Perinatología, asegura que la indicación más común del por qué las mujeres tienen problemas de reproducción es porque se les detecta una obstrucción en las trompas de falopio o un daño de ovario. En algunos casos ya es mucho más sencillo conocer el origen.

“El costo depende de la dosis de medicamentos que usemos en cada paciente, de lo que tenga y de cómo su organismo responda”
Norma Pérez RamírezSubespecialista en biología de la reproducción del Instituto Nacional de Perinatología

En cuanto a los hombres, las principales causas son las alteraciones en el líquido seminal: infecciones, accidentes, cirugías, tumores malignos en el órgano reproductor, diabetes e hipertensión. Otras razones son las enfermedades de transmisión sexual, las condiciones genéticas, abuso en el consumo de tabaco, alcohol y drogas (éstos afectan la calidad de los espermatozoides y bajan la producción de los mismos).

Segunda inversión: el método correcto

La subespecialista enfatiza que no toda la gente es apta para que se le apliquen los diferentes métodos que existen, ya que cada organismo es diferente, por lo #Ciencia que también el precio varía de acuerdo a la situación.

Los métodos de reproducción asistida se dividen en dos: de baja y alta complejidad. En la primera, está el coito programado y la inseminación artificial; y en la segunda, la fecundación in vitro y todas sus variaciones. Ninguno de estos procedimientos afecta al producto final; sin embargo, puede haber excepciones.

El coito programado consiste en ayudar a las mujeres que tienen algún problema ovulatorio; se les da un medicamento que generalmente es suave, se administra vía oral, para que crezca en lugar de un óvulo, dos o hasta tres, y se les pide que tengan relaciones sexuales en ciertos días.

“El costo depende de la dosis de medicamentos que usemos en cada paciente, de lo que tenga y de cómo su organismo responda, pero en realidad es mucho más barato que las otras técnicas. En promedio, en los tres meses de tratamiento, pueden gastar entre 3 y 6 mil pesos”, especifica Pérez Ramírez.

Sin embargo, cuando este método no funciona o cuando hay otros problemas, por ejemplo, que los espermatozoides no están en buen estado, se opta por la inseminación artificial, un tratamiento que puede costar de 15 a 25 mil pesos

En la inseminación artificial se le da al paciente un medicamento para aumentar la cantidad de óvulos, con este método se trata de que haya más de dos, hasta cuatro, aproximadamente. Se pueden administrar fármacos vía oral o inyectados, los cuales son más caros porque son hormonas que se obtienen mediante tecnologías de recombinación de ADN.

“La diferencia en materia de costos con este tratamiento no es nada más por el experto de la salud, sino por la cantidad de medicamento que requiere la paciente, porque es muy caro. Cada ámpula puede valer entre 3 mil y 6 mil pesos, dependiendo de cuál requiera la persona”, explica la experta.

Respecto a la fertilización in vitro, la ginecóloga Pérez Ramírez señala que las dosis de fármacos son mucho más altas y costosas, pueden ir de 15 a 30 mil pesos, dependiendo de cuánto requiera el cliente. Este método consta en extraer vía vaginal los óvulos desarrollados, se fecundan fuera del útero en un laboratorio, y una vez que crecen y se tienen embriones, uno o dos, son devueltos al útero.

“Todo el costo del quirófano, la anestesia, las revisiones que se requieren, el crecimiento de los embriones y el transferirlos tiene un precio. Esto depende del centro en donde el paciente decida realizárselo, por ejemplo, en los de reproducción que son más baratos, rondaría en unos 50 mil pesos y en los más caros de 70 a 100 mil pesos”, detalla la doctora.

Si este método requiere una modificación específica, como una cirugía para corregir el útero o si a la pareja le gustaría constatar que tendrán un bebé sano y quiere que se les haga diagnóstico a los embriones antes de regresarlos al útero, ya implicaría otros gastos. Una inseminación así puede subir su costo hasta los 200 o 250 mil pesos.

Tomando esto en cuenta, ninguna persona puede decidir por su propia voluntad qué método quiere que un médico subespecialista le aplique basado en el hecho de gastar menos o porque uno le gustó más, sino depende del que necesite

Por lo que muchas veces más que el simple deseo de ser padre, también es importante saber si el cuerpo está preparado para ello o si se cuenta con los recursos económicos para poder lograrlo.

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