El ritmo de escritura de George R. R. Martin era de una locomotora, al menos para Canción de hielo y fuego, cuando la inició a la mitad de los 90, pero conforme pasaron los años, se extendieron más los periodos de tiempo entre una novela y otra, lo que ahora preocupa a sus fanáticos por sus recién 71 años cumplidos.
Hace siete años que Martin publicó Danza de dragones, quinto volumen de Canción de hielo y fuego, siendo el mayor hiato entre un libro y otro de este universo literario, pero ¿a qué se debe esto?
El escritor Efraím Blanco, originario de Nueva Rosita, Coahuila, pero que se ha formado y crecido en Jiutepec, Morelos, opina que Martin tiene maquinados sus libros, aunque todavía no estén en papel, por lo que solo hay que tener paciencia para que entregue los últimos dos volúmenes de Canción de hielo y fuego y el segundo tomo de Fuego y sangre, que describe el génesis del reinado Targaryen 300 años antes de Juego de Tronos.
“Yo creo que Martin es uno de esos escritores que ya tiene todo en la cabeza muy claro, entonces me parece que de ahí surgen estas promesas, de ‘ya tengo tal plan, tengo tal cosa’, me parece que es uno de esos escritores como del estilo de Stephen King, que ya tienen todo en un archivo mental”, platica Blanco vía telefónica con Reporte Indigo.
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Blanco recién se hizo acreedor al Premio Bellas Artes de Cuento Infantil, además de que es organizador de Abismo, festival de literatura fantástica en Morelos, el cual celebrará su segunda edición este 2019 del 3 al 6 de octubre próximo.
En la visión de Blanco, si George se dio oportunidad de escribir la precuela Fuego y sangre, además de echar ojo y meter mano a la producción de la serie de Nightflyers de Netflix el año pasado, es porque su agenda está programada, de manera que el público la desconoce, pero el lleva control absoluto de su vida.
“Hay todo un hype en internet, toda una desesperación de los fans, cuando lo ven que de pronto se pone a comentar cosas de la NFL o de películas, y el mundo pregunta ‘y el libro ¿para cuando? Pero él ya lo debe de tener todo muy planeado (…) que no le gane la edad nada más, que no pase nada extraño y cualquier día de estos no sorprende con una novela más”, subraya.
Martin al timón del tiempo y en la élite de los grandes
Blanco observa que el literato creador de Westeros, carece de una presión por parte de las editoriales, ya que se da el lujo de hacer apariciones públicas que no le restringen su tiempo y también por eso evita comprometerse a una fecha definitiva para entregar los manuscritos, y que eso no se convierta en un acuerdo inamovible para iniciar promoción de mercadotecnia de los libros que vendrán.
“Esa tendencia de irse retrasando sí está muy marcada, pero a la vez creo que es una tendencia controlada por él, porque me parece que si estuviera más presionado o si tuviera otro tipo de consideraciones de prisa, no tendría tantos compromisos sociales como los tiene, es un tipo que todavía viaja mucho a ferias, no hace mucho estuvo aquí en la FIL de Guadalajara”, recuerda el cuentista mexicano.
Además el poeta coahuilense, eleva al viejo George a esa escala de gran escritor, en el que han comparado constantemente como J. R. R. Tolkien, pero también ejemplifica con otros que están fuera del radar público y son más de nicho para lectores fantásticos.
“Finalmente Martin está ya en ese grupo selecto de escritores que serán recordados por estas grandes sagas, desde Tolkien para acá, mencionar también a Terry Pratchett, a Ursula K. Le Guin, por supuesto a J. K. Rowling con Harry Potter, me parece que es uno de esos escritores que justamente logró ya meterse en el gusto del público y quedarse para siempre ahí, en lo que serán sagas nuevas”, expresa Blanco.
