El lado perturbador de las Princesas de Disney, las historias originales que pocos conocen

Los cuentos de antaño sobre las princesas son oscuros, las narrativas fueron creadas a partir de historias macabras que tenían como fin aterrorizar a los niños
Carlos Ramírez Carlos Ramírez Publicado el
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Las Princesas de Disney ya son parte de la cultura pop, generaciones enteras crecieron con ellas y con la idea de que el bien siempre vence al mal, que los príncipes azules sí existen y que todo tiene un final feliz; sin embargo, pocos conocen las historias originales de cada uno de estos personajes, las cuales esconden un lado perturbador.

Tan sólo falta echar un vistazo a las historias del folklore europeo para descubrir que las primeras historias de las princesas no tuvieron hadas madrinas, príncipes perfectos o finales felices; sino todo lo contrario.

Los cuentos de antaño sobre princesas, son oscuros y muchas de las narrativas fueron creadas a partir de historias macabras que aterrorizaban a los niños con el fin de advertirles sobre los peligros del mundo.

Por esta razón, a continuación te compartimos 5 casos en los que Disney cambió la historia original de las princesas por considerarlas demasiado siniestras.

5- Cenicienta

Si el cuento original de “Cenicienta” tuviera clasificación, sin duda estaría muy lejos del público infantil. La historia nace de narraciones orales que fueron adaptadas en un escrito de los Hermanos Grimm.

En el cuento, están los personajes clásicos: Cenicienta, dos hermanastras, un madrastra, un padre y un príncipe.

Pero, no existe el hada madrina ya que es un árbol mágico que Cenicienta alimenta con sus lágrimas y que le proporciona varias cosas, como un vestido.

En este cuento, cuando viene el príncipe con el zapato de Cenicienta, una de las hermanastras se corta el dedo gordo para poder ponérselo, mientras la otra se corta un pedazo de su talón.

El príncipe al final se da cuenta del engaño porque ve que el zapato está lleno de sangre.

Finalmente, en la boda de Cenicienta, las hermanastras deciden que quieren caminar hacia el altar con ella.

A los aliados de Cenicienta, que en el cuento son pájaros y no ratones, no les gusta mucho, así que les picotean los ojos.

4- Mulan

En este caso, no estamos hablando de algún cuento clásico sino de una leyenda que fue pasando de boca en boca: la historia de Hua Mulan.

Se trata de un relato del siglo VI, época auge de la dinastía Tang.

En la narración se precisa la vida de una valiente joven que suplanta a su anciano padre en el ejército imperial para pelear en la guerra contra los hunos.

Hasta ahí todo es como en la película, pero el desenlace es lo verdaderamente trágico.

Tras la victoria de Mulan y su escuadrón, la chica regresa a casa sólo para darse cuenta de que su amado padre ha muerto. La madre de Mulan ha vuelto a casarse y el Emperador llama a Mulan al palacio.

Pensando que se trata de algún condecoro por su victoria, Mulan acude al llamado. No obstante, al darse cuenta que el emperador la quería como concubina, ella opta por suicidarse.

3- La bella y la bestia

El autor de esta historia es el escritor romano Apuleyo en el siglo II, la cual ha tenido un sinfín de modificaciones de acuerdo a la época y la cultura pero, al final se trata de la narración original.

En ese sentido, la historia nos cuenta que Bella es vendida por sus hermanas a la malvada bestia de un castillo.

Aunque la bestia libera a la joven con el tiempo y regresa a casa, descubre que su padre ha muerto de la pena al nunca poder encontrarla, pues las hermanas nunca le revelaron el paradero de Bella.

Al verla llegar con joyas las hermanas de Bella sienten envidia y deciden acompañarla cuando vuelve con la bestia. La criatura detecta en ellas un corazón impuro y las mata.

Una vez liberada del yugo de sus hermanas, Bella permanece con la bestia, quien con el paso de los días se transforma en un apuesto príncipe para su bondadosa doncella.

2- Blanca Nieves

Un clásico de las princesas de Disney. Esta historia de los hermanos Grimm ha logrado inquietar a diversos historiadores a lo largo de dos siglos.

El argumento original es el mismo que en la película de Disney: una malvada reina siente envidia de la belleza de su hijastra por lo que decide acabar con ella a cualquier precio.

La princesa por su parte, toma refugio en una cabaña habitada por siete enanos.

Al final, en el cuento de los Grimm, la reina es castigada en la propia boda de Blanca Nieves: es sentenciada a bailar portando zapatos de hierro ardiente hasta la muerte.

Autores como el profesor Steven Swann Jones (autor de The New Comparative Method: Structural and Symbolic Analysis of the Allomotifs of Snow White) aseguran que Blanca Nieves existió: era María Sophia von Erthal, una dama de la realeza europea del siglo XVIII conocida por su labor altruista con los niños y la gran envidia que despertó en su madrastra.

1- La Sirenita

Este cuento pertenece al escritor danés Hans Christian Andersen.

Fue en el siglo XIX cuando el escritor ideó la historia llena de matices dolorosos y sangrientos.

Primero, cuando Ariel llega a su mayoría de edad, su abuela le pone ocho ostras en la cola que la muerden causándole un tremendo dolor. La Sirenita le dice a su abuela que le duele, pero su respuesta es: “El orgullo debe aguantar el sufrimiento”.

En segundo lugar, la bruja del mar le da a la Sirenita pocas opciones. Si consigue que el príncipe se enamore y se case con ella, vivirá y tendrá un alma inmortal.

Por otro lado, si el príncipe se casa con otra, se convertirá en espuma de mar. Hasta intentar conquistar al príncipe es doloroso.

Según la bruja, cada paso de la Sirenita en la tierra se sentirá como si estuviera caminando encima de navajas afiladas.

Pero, Ariel no consigue el amor del príncipe, que la trata como una mascota y sólo le permite dormir frente a su puerta. Al final el príncipe se casa con otra.

Mientras la Sirenita se prepara para morir, sus hermanas salen del mar y le dan una navaja que les ha entregado la bruja. Si la Sirenita mata al príncipe, volverá a tener una cola y podrá regresar al mar.

Obviamente, no lo puede hacer. Sin embargo, no “muere” exactamente. Se convierte en una “hija del aire”, con la posibilidad de conseguir un alma inmortal si hace buenas obras durante 300 años. En otras palabras, la Sirenita acaba en una especie de purgatorio.

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