El deseo de Rivera Garza es que algún día las historias como la de El invencible verano de Liliana dejen de ser escritas. Foto: Especial
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“El Invencible Verano de Liliana”, la obra ganadora del Pulitzer que alza la voz contra el feminicidio

Con su obra, Cristina Rivera Garza no solo rinde homenaje a su hermana, sino que busca ser un acto de justicia frente a los casos que han quedado impunes

Liliana siempre ha estado con la escritora Cristina Rivera Garza y con su libro El invencible verano de Liliana (Random House), su autora pudo compartir su presencia al mundo y exponer que la escritura es tan poderosa que es capaz de que un duelo familiar y privado se volviera social y una forma de lucha ante la ola de feminicidios que ocurren a diario en México,  un promedio de más de 10 al día, según cifras actualizadas por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

Ahora, esa voz se expandió con la condecoración del Premio Pulitzer 2024 en la categoría Memorias o Autobiografías, en la que también se encontraban seleccionados los libros: Las mejores mentes: una historia de amistad, locura y la tragedia de las buenas intenciones, de Jonathan Rosen y El país de los ciegos: una memoria al final de la vista, por Andrew Leland. Con este reconocimiento Cristina Rivera Garza se convierte en la primera escritora mexicana en llevarse este premio en dicha categoría.

En 2013, Alexandra Xanic, Narciso Contreras y Javier Manzano fueron galardonados con el Premio Pulitzer en Periodismo

En una entrevista con Reporte Índigo, Rivera Garza compartió que este libro le llevó muchos años materializarlo; no obstante, que saliera a la luz en 2021 permitió que el presunto feminicida viera que no ganó, que los homicidas matan a mujeres para callarlas, desaparecerlas, pero que ahora Liliana Rivera Garza está en todos lados.

“Por muchos años intenté escribir este libro y fracasé rotundamente, yo creo porque lo que estaba tratando de hacer era una ficción y me hacía falta encontrar las palabras de mi hermana. Últimamente estoy pensando que mi meta experimental tiene que ver con honrar a las mujeres, hacer que una lengua patriarcal pueda ser crítica de sí misma.

“Lo que el libro me permite es compartir con todos ustedes su presencia que he guardado mucho tiempo”, dijo la escritora.

En ese momento, las palabras llegaron a ella por los movimientos feministas y la fortaleza de todas las mujeres que trabajan y luchan por los derechos de género. Se lo debe a Elvia Carrillo Puerto, lideresa feminista y luchadora social quien inició el primer Congreso Feminista, hasta las últimas marchas en el país que denuncian la situación de violencia hacia las mujeres.

Un manifiesto contra los feminicidios

Sobre los recientes casos de feminicidios que sacuden a la sociedad, donde las narrativas oficiales a menudo culpan a las mujeres y justifican a los perpetradores, Rivera Garza destacó la importancia de una escritura que no se vea a sí misma como ajena al mundo, sino que está intrínsecamente conectada a él.

“No solo se trata de volver a hablar del tema, porque esa historia la conocemos muy bien, el de glorificar al feminicida y a las fuerzas del Estado y policiacas, es poner el énfasis no sólo en el momento del crimen, sino en la vida de las mujeres. Se puede crear una manera distinta de contar historias” añadió.

“Hay que someter al lenguaje y a la tradición literaria a todo un proceso de crítica, autocrítica y de subversión”
Cristina Rivera GarzaEscritora

El deseo de Rivera Garza es que algún día las historias como la de El invencible verano de Liliana dejen de ser escritas, ya que eso indicaría un cambio fundamental en la sociedad. Sin embargo, mientras persista esta realidad atroz, enfatiza la importancia de seguir explorando nuevas formas de contar estas historias, de dar voz a las víctimas y de desafiar las narrativas establecidas que perpetúan la injusticia y el dolor.

Después de culminar el texto, Cristina Rivera compartió que, a pesar de sentirse cansada, se sentía en paz por haber podido articular y exteriorizar sus sentimientos.

Una noche antes de esta entrevista descubrió un alivio, incluso, un descanso que hace mucho tiempo no sentía, una consecuencia temprana de que el libro saliera a la luz.

En este libro es fundamental que se cumpla la ley, hay una orden de aprehensión contra un presunto feminicida que tiene que pasar por un juicio, para ser declarado como tal, pero tiene que comparecer ante la justicia, ese es el fin y la promesa del libro”, declaró.

La voz de Liliana

Hace tres décadas Liliana era apenas una chica de 20 años, amante de la literatura, de la arquitectura, y del cine; se dedicaba a la escritura en cada oportunidad que tenía; además, le encantaba el rock latinoamericano, en especial la canción “Lucha de gigantes”, que cantaba con una de sus mejores amigas, Ana Ocadiz, confidente de aquellas locuras juveniles y de sus primeros romances, compañera de viajes de carretera.

Pero también, Rivera rememora aquellas vivencias de la niñez que pudo compartir con su hermana.

De niñas hacíamos pequeños teatros, yo creo que por eso terminamos escribiendo mucho, porque hacíamos teatro con nuestras ramitas fabricando historias con las que nunca estábamos de acuerdo, ella siempre a favor del amor y yo de cosas terribles que tenían que pasar”, dijo.

Asimismo, en el relato se palpa el doloroso lamento por la falta de conciencia en los años noventa, cuando pocas mujeres tenían las palabras para reconocer el peligro que las acechaba.

Con El invencible verano de Liliana honra a las mujeres víctimas de feminicidio, las nombra y saca a la luz, rescatándolas de entre todos los archivos que se encuentran en la Procuraduría General de Justicia.

“Por muchos años pensé que a Liliana le interesaban las artes visuales, pero tenía una relación muy crítica, juguetona y lúdica con el lenguaje. Me di cuenta, entre otras cosas, que ella era la escritora de la familia”, expresó.

Rivera Garza descubrió que tras el asesinato de su hermana muchos amigos se separaron, que organizaron varias misas, llevaban, cada uno, su propio dolor y al reunirse, de alguna manera, fue parte de un proceso de sanación, pero que sólo se hará completo hasta que se haga justicia.

“En mi casa llevamos un duelo muy privado de muchos años, pero ya estuvo, aquí está una conexión con el duelo de muchos, de tantos. Finalmente, es algo que compartimos. Es evidente la voz de Liliana, yo hago una especie de coautoría, pero su voz es la que hace reverberación en otros, le pertenece a ella, ella la cuidó y fue esculpiendo, yo sólo se las paso”, explica.

Sobre la escritora

Cristina Rivera Garza es traductora, crítica y autora multipremiada, cuya obra ha sido traducida a diversos idiomas. Ha publicado bajo el sello de Literatura Random House los libros: EI mal de la taiga, La cresta de ilión, Había mucha neblina o humo o no sé qué, así como las obras Nadie me verá llorar y La muerte me da, entre otras.

Es además fundadora del Doctorado en Escritura Creativa en Español en la Universidad de Houston y es miembro de El Colegio Nacional

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