La Corneta, conducido también por José Ramón Sancristóbal “El Estaca”, es de los programas informativos más escuchados en México. Foto: Especial

Eduardo Videgaray hace “lo que de adolescente le dijeron que no hiciera” en “La Corneta”

Eduardo Videgaray celebra que su programa La Corneta llega a 12 ciudades de Estados Unidos, además de ser uno de los más escuchados en México. En entrevista, comparte cómo han enfrentado la corrección política

Como un taco, así define Eduardo Videgaray su programa de radio La Corneta, porque no conoce clases sociales, lo come tanto el albañil, el arquitecto y el dueño de la obra.

“Todos comemos tacos en México y un poco así sucede con La Corneta, que lo escuchan distintos niveles socioeconómicos y distintos grupos de edad, tanto hombres como mujeres. Voy con algún güey que es director de una empresa y me dice ‘no mames, vamos cagados de la risa mi chofer y yo oyendo tu programa’. Eso me llena de orgullo”, confiesa el conductor, en entrevista con Reporte Índigo.

La Corneta, conducido también por José Ramón Sancristóbal “El Estaca”, es de los programas informativos más escuchados en México, tanto en la radio como en las plataformas digitales como Amazon Music, Spotify o iTunes.

La Corneta se transmite en México por LOS40, de 13:00 a 15:00 horas, y en W Radio de 15:00 a 17:00 horas

Con más de 12 años de transmisiones ininterrumpidas a través de la cadena de LOS40, este informativo llegó a 12 ciudades de Estados Unidos en el horario prime time para el público hispano. Los Ángeles, Sacramento, Denver, Phoenix, Las Vegas, San Diego, Reno, El Paso y Yuma, son algunas de ellas.

“Se abrió esta posibilidad de hacer una alianza estratégica con un grupo de radio importantísimo de habla hispana en Estados Unidos, Entravision Communications, que está intercambiando programas con Radiópolis y nosotros vamos como punta de lanza, somos el primer programa producido en México en ser retransmitido por varias estaciones en California, Colorado, Nevada y en Texas, por el momento”, comparte el comunicador.

Fiel compañero

Eduardo Videgaray confiesa que la radio siempre ha sido un gran acompañante. Cuenta que desde muy joven nació su gusto por este medio de comunicación, ya que le gustaba oír programas que transmitieran rock, que eran difíciles de encontrar, ya que dominaba la música disco y el pop. Además, de que en aquella época solo había una pequeña estación de radio, WFM.

El presentador empezó a aficionarse por distintos locutores de diversos espacios informativos. Cuando estaba en la secundaria entrevistó al  más famoso de la época, Víctor Manuel Lujan, en su cabina.

“Ahí fue cuando dije ‘esta es la mamada, este es el pedo, me encanta la radio’. Después tuve la fortuna de poder participar y me ha acompañado prácticamente toda mi vida profesional, empecé en la radio y sigo aquí”, expresa.

Algo que ha ido aprendiendo en el camino y no deja de fascinarle es la maleabilidad y sencillez que tiene la radio, lo bonito que es poder improvisar y dejar espacio para la improvisación. También destaca el poder hacerlo desde cualquier punto.

“Pese a lo que muchos pensaban, la radio está en su mejor momento, a pesar de que hay plataformas y podcast y todo esto, estoy muy contento de que mi programa haya logrado penetrar a los Estados Unidos”, afirma.

Sobre todo, porque comenzó siendo un programa local que fue creciendo. Primero en la Ciudad de México, para después llegar a Guadalajara y Morelos, hasta lograr una cobertura nacional y consolidarse como el programa favorito de LOS40, una estación dirigida a audiencias jóvenes. Ahora también se transmite por W Radio.

Son 26 años de historia de La Corneta como concepto de un noticiero donde no hay “mal viajes”, más que noticias divertidas.

“De lo que más orgulloso me siento de La Corneta es que se ha convertido en algo que reúne a los mexicanos más allá de si son fachos o fifís o si son progres o mojigatos o ateos”
Eduardo VidegarayConductor

“En un principio nos preparábamos fumándonos un toque en el estacionamiento de la estación y llegábamos a ver qué chingados se nos ocurría o alcoholizados, porque, según nosotros, nuestro concepto es que la radio era libre y no había que preparar nada, así que teníamos que ser espontáneos, genuinos y auténticos. Lo que pasaba era que a medio programa nos daba un bajón que ya no queríamos ni hablar, lo que queríamos era dormirnos; se hacía larguísimo terminar”, platica.

Con el tiempo fueron aprendiendo que realmente prepararse ayuda muchísimo, entonces, ahora lo hacen. Se mantienen informados leyendo casi todos los medios y viendo programas, además de que ya tienen una estructura muy clara y definida del programa, con secciones entabladas y contenidos estudiados.

Un mundo al revés

Eduardo Videgaray y José Ramón Sancristóbal “El Estaca” se conocieron en segundo de secundaria. Ambos se sentaban hasta atrás del salón de clases, donde se reían de todo lo que pasaba, lo que a algunos de sus compañeros les parecía gracioso, pero a ningún maestro. Al final, los terminaban sacando.

“Ahora seguimos haciendo eso, pero en la radio, comentar, opinar y echar risa de lo que está ocurriendo en este salón enorme en el que estamos toda la humanidad que es el planeta Tierra. A diferencia de antes que nos corrían, no sacaban del salón y nos bajaban puntos, ahora nos dan dinero, poco, pero nos lo dan.

“Es el mundo al revés, hacer lo que de adolescente me dijeron que no hiciera, eso se convirtió en nuestro modus vivendi. Yo lo disfruto enormemente, porque estoy con este cabrón que me cae a toda madre desde niño e increíblemente me siguen haciendo gracias las pendejadas que dice. No me puedo quejar, es jugar, divertirnos y darle un poquito de información y entretenimiento a la gente”, asevera el comunicador.

Videgaray reconoce que durante estos 26 años de historia se han equivocado unas “25 mil veces”, arrepentido y aprendido de eso, porque no es lo mismo lo que se podía decir en 1997 en los medios a lo que se puede decir hoy en día.

El programa llegará a 12 ciudades de Estados Unidos como parte de una estrategia de intercambio de contenidos

“Curiosamente, no podías decir ni la palabra ‘güey’, porque te multaban por mal uso del lenguaje; sin embargo, se hacían y se decían chistes machistas, misóginos, racistas, homofóbicos y no había pedo de nada, no pasaba nada. Han cambiado las cosas diametralmente”, señala Eduardo.

Con estos años de experiencia, el presentador tiene claro que la línea de lo que se permite se va moviendo con el tiempo, entonces, lo que se dijo hace 25 años hoy sería inaceptable, así como el lenguaje que usa hoy en día sería inapropiado hace 25 años en un medio como la radio nacional.

“Sin duda hemos cometido errores, pero hemos tenido la fortuna de irnos rodeando de gente que nos ha sabido señalar y siempre estamos atentos a tratar de no incurrir en esos errores y estar a la altura de nuestros tiempos. Sí vivimos en la época de la pinche corrección política y sí hay mucha gente que hoy nos dice correctitos. A mí me vale madres, yo quiero ser correctito, yo quiero poder seguir haciendo chistes de todo lo que sea, pero que sean suficientemente inteligentes y respetuosos para que se puedan disfrutar sin que nadie se sienta agredido”, finaliza Videgaray.

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