La obra nació en 2018, como resultado de una residencia artística en Dell’Arte International en Blue Lake, California. Foto: Especial

Deshuesadero Suite, una pieza satírica sobre la desaparición forzada y el tráfico humano en el país

El espectáculo para máscaras y objetos estrenará nueva temporada con música en vivo el 3 de agosto en el Teatro Benito Juárez

Desde hace 15 años el país vive una aterradora crisis de desaparecidos.  Las cifras superan las más de 100 mil personas, vidas que se han convertido en números ante la indiferencia del Estado y el temor de una sociedad que muchas veces prefiere no hablar del tema.

“Es una temática dura y difícil, pero es algo de lo que necesitamos hablar para, de alguna manera, estar listos en caso de que nos pase a nosotros porque, como muchas otras problemáticas nacionales, le puede pasar a cualquiera, a quien está a nuestro lado, a las familias cercanas”, dice a Reporte Índigo Daniel Loyola, actor y co creador de Deshuesadero Suite, una pieza teatral que, a través de la sátira oscura, propone una manera de “bailar con la pesadilla”.

En la historia, una mujer es atrapada y guardada en un costal por un par de monstruos. Una anciana recoge pistas para encontrarla y, cuando llega a ella, su búsqueda se vuelve en vano ante la aparición de un gran costal de cuerpos que se traga todo lo que encuentra a su paso.

Mediante el movimiento, el uso de máscaras y, por primera vez, la música en vivo, el espectáculo que iniciará nueva temporada el 3 de agosto en el Teatro Benito Juárez transcurre sin diálogos o palabra alguna para dar lugar a las metáforas, acciones, incluso el humor negro.

“Aquí el humor es negro, no es que recurramos a la risa y que vayamos a burlarnos de la situación, sino que es tan grande que se vuelve rídicula, por eso es que se vuelve en una cuestión satírica.  No es una risa fácil”, comenta el actor, quien dice que el proyecto nació con la idea de detonar la posibilidad de hablar de ese tema tan crudo.

“Como buenos mexicanos,  si para poder hablar de esta pesadilla necesitamos reírnos, pues ríamonos, pero hablemos porque sino es como intentar desaparecerla y no podemos desaparecer algo que es tan obvio”, dice.

Estrenada originalmente en 2019 en el Centro Nacional de las Artes (Cenart), Deshuesadero Suite intenta atrapar la mirada del espectador con las herramientas del teatro, los objetos y la danza.

“Hemos abordado el experimento sin palabras  para no dar datos porque esos ya los conocemos todos, pero usamos las acciones, la sorpresa, la fantasía. Abordamos un mundo fantástico en donde sucede está  terrible pesadilla”, argumenta el actor.

Un problema global

Daniel Loyola, especialista en máscara y director artístico de la compañía Trazmallo Ixinti, es uno de los integrantes del colectivo Deshuesadero T también integrado por Carolina Pimentel y Alfredo Romero. Juntos idearon en 2018 este espectáculo para máscaras y objetos, como resultado de una residencia artística en Dell’Arte International en Blue Lake, California.

Loyola cuenta que sus estancia en ese lugar les permitió tomar distancia de una realidad aterradora y desnudarse de los miedos cotidianos que acechan en México, pero también les dio la oportunidad de darse cuenta de las múltiples aristas que implica esta problemática, ya que no solo tiene que ver con la desaparición de personas a nivel local, sino con un mercado global de los cuerpos.

“Es algo que sí nos toca a todos porque tiene que ver con el mercado de los cuerpos en donde todos estamos inmiscuidos. En la pieza vemos que todos los personajes están atrapados, están encerrados en este circuito de los traficantes”.

Eso, agrega, Loyola conlleva a otras reflexiones, como la cosificación de los seres humanos en redes sociales y las consecuencias que esto puede tener en el comercio de los cuerpos, tanto sexual como con el tráfico de órganos.

 “El comercio de los cuerpos a veces comienza con el sexualizarnos en las redes sociales. Es bien delicada la cuestión porque otras personas dirán por qué no puedo ejercer mi sexualidad, sexualizarme y demás, pero qué hay cuando me convierto totalmente en un objeto,  en lugar de ser un sujeto”, plantea.

“Hay un mercado ahí que se está moviendo y que evidentemente no solo tiene que ver con el tráfico de órganos, en el tráfico humano hay muchas aristas”, advierte.

Según el actor, la situación puede resultar tan abrumante y difícil de plantear que  sólo es posible abordarlo mediante metáforas de lo terrible, una herramienta que otorga el teatro.

“Lo que queremos hacer con este teatro es poner en la mesa algo en donde nos consideramos igual de humanos que los espectadores, con los mismos miedos y vamos a plantear nuestros miedos para poder hablarlo. Creemos que el teatro es algo que puede despertar o movilizar a las personas, pero desde adentro. No esperamos hacer más de  lo que ya están haciendo las buscadoras, por ejemplo, esa labor es mucho más fuerte que la nuestra, pero en todo caso preguntamos cómo podemos colaborar”, plantea.

Renueva escenografía e incluye música

Realizada con el estímulo fiscal del artículo 190 de la Ley del Impuesto sobre la Renta (EFIARTES),  a través de la empresa INTELISIS, la puesta en escena tuvo una primera temporada virtual en 2021 debido a la pandemia de COVID-19, y en 2022 tuvo su primera temporada presencial.

Esta vez la obra estrena escenografía y se presenta por primera vez con música en vivo, una propuesta que tuvo a su cargo Francisco Solis.

“La música aquí es un plus porque podemos estar jugando directamente con los músicos en vivo, sentir la presencia de la música y  que el espectáculo esté más vivo porque estamos dialogando los músicos y los actores sobre la escena”, explica  Loyola.

La escenografía, austera pero con mucho movimiento, estuvo a cargo de  Tenzing Ortega, integrante del equipo, quien falleció recientemente, y a quien la compañía dedica esta temporada.

“Fue un gran escenógrafo que diseñó esta escenografía que para nosotros es un compañero de juego más”, comenta.

Una obra viva

En noviembre Deshuesadero Suite arrancará gira por diversas partes del país. Se presentará en ciudades como Tijuana, Baja California; Tlaxcala, Tlaxcala;  Zamora, Michoacán; y en Celaya, Guanajuato.

“Es una obra que consideramos viva y nos gusta mucho escuchar a nuestras audiencias”, dice Loyola.

Toma nota

  • La puesta en escena tendrá en esta nueva temporada ocho funciones con músicos en vivo.
  • Del 3 al 13 de agosto en el Teatro Benito Juárez, ubicado en Villalongín 15, Colonia Juárez, Ciudad de México.
  • Horarios: jueves y viernes a las 20:00 horas, el sábado a las 19:00 y el domingo a las 18:00 horas.
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