Tratado de Invisibilidad fue reconocido con el Premio del Jurado Joven y una Mención Honorífica en el Premio Mezcal, durante el Festival Internacional de Cine en Guadalajara. Foto: Especial

La lucha por los derechos de las trabajadoras de limpieza en la Ciudad de México

Luciana Kaplan investiga las condiciones laborales de las barrenderas y empleadas de limpieza y el impacto del outsourcing. Y expone el abuso y la explotación que enfrentan las mujeres de diversas edades en su documental Tratado de Invisibilidad

Desde 2019, la directora Luciana Kaplan investiga las condiciones de las barrenderas y empleadas de limpieza de la Ciudad de México para resaltar cómo el outsourcing afecta sus vidas. Durante este período realizó cerca de 50 entrevistas, muchas bajo condiciones clandestinas debido a restricciones impuestas por empleadores y supervisores.

Las trabajadoras enfrentan el riesgo de represalias severas, acoso, violencia e incluso el despido si se descubre que hablan con personas externas a sus condiciones laborales. Cinco años después, la directora lanza el documental Tratado de Invisibilidad, el cual presenta a Gregoria, de 50 años; Claudia, de 36 años, y Aurora, de 58 años.

Ellas, junto con muchas otras trabajadoras de la limpieza en espacios públicos, enfrentan una realidad de abuso, acoso y explotación laboral que las mantiene en la sombra.

“Fue un proceso muy largo, porque se le tiene prohibido hablar por la cantidad de abuso al que están sometidas, están totalmente amenazadas y eso es parte de toda esta invisibilidad. Recorrí los espacios públicos, hablé con ellas sin que me vieran sus empleadores, me dieron sus teléfonos celulares para hacerles entrevistas por mensajes de audio y así averiguar qué es lo que estaba pasando realmente.

“Yo sabía que estaban subcontratadas, pero recopilé información nueva como que les quitan dinero, y de todo un cúmulo tremendo de injusticias”, detalla Kaplan en entrevista con Reporte Índigo.

Estas mujeres, quienes desempeñan su labor en lugares como el Sistema de Transporte Colectivo Metro, los paraderos de suburbanos, el Aeropuerto Internacional y la Cineteca Nacional, son víctimas de un sistema que, a pesar de prometer la eliminación del outsourcing en el sexenio actual, sigue afectando directamente sus condiciones laborales.

Kaplan expone cómo las trabajadoras ganan mil 750 pesos quincenales por jornadas de nueve horas diarias, carecen de acceso a la seguridad social, a un fondo para el ahorro del retiro y a la antigüedad laboral.

Peor aún, se ven obligadas a comprar sus propios suministros de limpieza bajo la constante amenaza de ser despedidas si las áreas asignadas no están limpias y desinfectadas, tal como estipulan sus contratos, los cuales en muchos casos no se les entregan.

Algunas sí accedieron a aparecer porque hablaron con su supervisor, pero fueron las menos, porque de muchísimas que entrevisté no podían salir por miedo”, explica la directora, quien para dar a conocer su testimonio contrató a actrices.

A través de los testimonios de cinco mujeres se revela un mundo de abuso y explotación. Claudia, de 36 años, trabaja en el Metro, descrito por Kaplan como “el último círculo del infierno” debido a las brutales condiciones laborales.

Rosalba, de 70 años, es barrendera; Gregoria Martínez, de 50, trabaja en La Cineteca Nacional, mientras que Aurora, de 58 años, realiza su labor en el aeropuerto de la Ciudad de México. Todas ellas enfrentan una doble jornada: largas horas de trabajo en condiciones adversas y la responsabilidad del cuidado del hogar y la familia.

“Uno de los testimonios más duros fue el de la trabajadora del Metro, a ella la interpreta una actriz, no había otra manera de representarlo. Sin duda, puedo decir que es donde hay más maltrato hacia los trabajadores, las condiciones son brutales, lo que es una pena”, declara.

Durante el documental, la joven que labora en el Metro denuncia que diariamente sufre acoso por parte de sus empleadores y comparte uniformes sucios con sus compañeros de trabajo.

Además, expone que su salud y sus colegas se ha visto afectada por los químicos utilizados, ya que los suministros proporcionados están en mal estado. De manera alarmante, menciona haber perdido la huella digital de sus dedos debido a estas condiciones laborales extremas.

El sector de limpieza está pasando está totalmente privatizado, a nivel Gobierno. Se supone que es su responsabilidad, pero lo están dejando a una empresa privada que, como siempre, van a lucrar y lo primero son ellos, lo que provoca que los derechos de las y los trabajadores sean vulnerados”, informa Kaplan.

Las obligaciones del Gobierno

La Ley del Trabajo asegura el derecho al empleo digno y libre de discriminación (artículos 2 y 3). En abril se realizaron reformas a ocho leyes, destacando la prohibición del outsourcing, equiparado a defraudación fiscal. A partir de septiembre de 2021, la subcontratación debe formalizarse mediante contrato por escrito, aunque su implementación continúa siendo un desafío para este sector.

“Con este documental quiero empezar la discusión con la campaña mediática ¿Quién limpia tus ciudades?, porque nos parece realmente brutal lo que está sucediendo a la mirada de todos. Y no se diga del maltrato que tenemos todos cuando se están ocupando líquidos echados a perder. Y todo es por una cuestión de no querer pagar un poco más y de robarse la mayor cantidad de dinero posible; nadie realmente regula estas empresas”, cuenta la cineasta.

“Nosotros también estamos invisibilizando, ya sea ensuciando los espacios públicos, no tratando como se debe a las trabajadoras o pensando que están obligadas a soportar cualquier cosa. Nosotros también somos parte del problema”
Luciana KaplanDirectora

 

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Con la reciente llegada de una nueva administración, Kaplan y su equipo planean intensificar sus esfuerzos para generar conciencia y acción. Están preparando mesas redondas con organizaciones no gubernamentales y autoridades laborales para discutir las reformas necesarias en políticas laborales y de derechos humanos.

La campaña ¿Quién limpia tus ciudades? tiene como objetivo visibilizar a las trabajadoras de limpieza a través de redes sociales y mostrar historias personales que reflejen las condiciones laborales en diferentes partes del mundo.

“Queremos que la gente se acerque y reconozca a estas trabajadoras, comprenda sus luchas y exija un cambio. Nos acercaremos a la Secretaría de Trabajo y si es posible con Claudia Sheinbaum, porque no podemos seguir permitiendo que estas mujeres sean ignoradas o maltratadas. Es hora de actuar y asegurar que todas las personas, sin importar su ocupación, sean tratadas con dignidad y respeto“, subraya Kaplan.

Brindan seguridad a las trabajadoras

La directora Luciana Kaplan subraya la importancia de abordar con cautela las implicaciones legales, especialmente en relación con la posible reacción de las autoridades y cualquier amenaza potencial, tanto para su equipo como para las trabajadoras involucradas.

“Tenemos un departamento legal con el que nos hemos preparado para reaccionar adecuadamente. Creo que nuestra campaña ¿Quién limpia tus ciudades? nos brinda protección ante posibles acusaciones infundadas. No somos nosotros quienes actúan incorrectamente, sino aquellos que infringen la ley. Es crucial asegurar que nuestras acciones nos protejan y si surge algún problema, nuestro compromiso con la transparencia y la justicia debe ser evidente”, afirma.

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