La música y la letra de Avenida Q es de Robert López y Jeff Marx, el libreto es de Jeff Witty. Foto: Especial

Del tabú a la reflexión: Avenida Q llega a México para hablar sobre la pornografia y la salud mental

La obra de teatro busca transmitir un mensaje  actual sobre la vida, la salud mental y la felicidad, mientras se esfuerza por conectar con la audiencia a nivel cultural.  La pieza reúne a actores y puppets con una historia entretenida e irreverente

Han pasado poco más de 20 años desde que Robert López y Jeff Marx escribieron la obra de teatro Avenida Q, y aunque la sociedad ha trabajado en temas que son considerados tabú como el racismo y la homosexualidad, para Laura Mendoza, directora escénica de la reposición de este montaje, aún representan un desafío, incluso, al día de hoy se suman más retos que se deben poner sobre la mesa como la importancia de la salud mental.

Este musical llega a México al teatro bar Caruso Concert Hall de la mano de Guzart Teatro, luego de ser un éxito en Broadway y Londres, bajo la adaptación de Mendoza y la dirección musical de Antonio Duque Barrón.

“La obra me ha enseñado a ser mejor persona, a abrir mis horizontes y a ser mejor ser humano, pero también a poner mayor atención a la salud mental y ser observadora de mi alrededor”
Laura GuzmánDirectora escénica

“Esos temas eran más tabú que hoy, entonces, hemos ido transformando y enamorándonos cada vez más del proyecto, en el que ahora dijimos que también vale la pena deprimirse. Creo que lo que antes no veíamos muy claro y que hoy es muy tangible es sobre el cuidado de la salud mental; reconocer que una depresión no va a detener tu vida, si no que puedes encontrar la manera de resolverla”, explica Laura Mendoza a Reporte Índigo.

Un ejemplo de esto es el personaje de terapeuta japonesa Kabuki, quien obtuvo una mayor relevancia en la historia, sin dejar a un lado el humor ácido e irreverente que maneja la pieza.

El musical cuenta la historia de Eugenio, un joven recién graduado que llega a la ciudad de Nueva York con grandes sueños y poco dinero. Pronto descubre que el único barrio que puede permitirse pagar es Avenida Q, donde conoce a un grupo de vecinos que le ayudarán a cambiar su forma de ver la vida.

Una obra para adultos

Avenida Q es un montaje original que reúne en el escenario a actores y puppets. Aunque es un homenaje a la serie infantil Plaza Sésamo, a la vez presenta una temática para mayores de 18 años, al hablar con un lenguaje directo sobre la pérdida de la inocencia e ironiza temas vigentes como el racismo y la pornografía.

“Es literal para mayores de 18 años, porque hay pornografía hecha por puppets, tiene escenas explícitas de sexo. Pero también habla de la vida, y la vida tiene sus altas y sus bajas, es como una montaña rusa, a veces estás arriba, a veces en medio, otras abajo”, cuenta.

La directora escénica comparte que el humor es una gran ventaja al momento de hablar de temas delicados, pues los puppets “suavizan” lo crudo.

Para sus presentaciones en el país, Avenida Q está inspirada y adaptada en la cultura y vida cotidiana del mexicano

Es una pieza que habla sobre unas cuantas verdades de la vida adulta, sus tristezas, alegrías, risas, carcajadas, pero también sobre las ausencias, el desamor o el capitalismo.

“Lo que busca la compañía es que el mensaje salga de aquí y se vayan a cenar y sigan platicando de lo que vivieron, porque la misma obra invita a resolver las emociones, las sensaciones y lo que percibes.

“Para mí el mensaje es saber que las cosas bajan, pero no hay nada más importante que ser tú mismo; el dinero sí causa problemas, la salud también, pero si tú estás bien contigo mismo vas a salir adelante. Cada personaje va creciendo y descubriendo que sí puede irle mal en la vida, pero eso es sólo por hoy, la felicidad es una decisión, no es un estado, aprender a ser feliz está en nosotros”, opina.

No te la pierdas

Avenida Q se presentará el 9, 16, 23 y 30 de septiembre y el 7 de octubre, a las 18:00 horas, en Caruso concert hall, ubicado en Av. Miguel Ángel de Quevedo 1144, Parque San Andrés, Coyoacán. El acceso es para mayores de 18 años

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