¡Cuidado con las cenizas del Popocatépetl! Pueden provocar estas enfermedades y malestares

Los componentes que integran las exhalaciones volcánicas pueden comprometer la salud de las vías respiratorias, toma precauciones
José Andrés Velázquez José Andrés Velázquez Publicado el
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Durante los últimos días, el Popocatépetl ha registrado una intensa actividad. Por este motivo, las autoridades de Puebla y las federales se mantienen en alerta. Asimismo, es importante conocer las afectaciones a la salud derivadas de esta actividad.

Las exhalaciones volcánicas pueden incluir diversos gases, partículas y cenizas. Cada uno de estos componentes puede tener diferentes efectos en las vías respiratorias.

El Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) informó que la ceniza volcánica provoca los siguientes malestares:

  • Irritación ocular.
  • Lagrimeo.
  • Sensación de un cuerpo extraño en el ojo.
  • Escurrimiento nasal.
  • Tos constante.
  • Picazón.
  • Hinchazón.
  • Enrojecimiento en los ojos.

Recomendaciones para no exponerse al humo y cenizas del Popocatépetl

Por su parte, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos señalan que es importante usar un cubrebocas N-95, que es apto para filtrar las partículas suspendidas durante la actividad volcánica.

“Si no tiene un respirador para partículas, puede protegerse con una mascarilla común para el polvo como último recurso”, detallan. Esto debido a que los cubrebocas comunes son cómodos, pero no protegen como lo haría un respirador para partícuals (N-95).

Asimismo, Protección Civil solicitó a la población usar las siguientes medidas de protección:

  • Usar cubrebocas.
  • Utilizar careta o goggles.
  • Evitar actividades al aire libre.
  • Guardar la calma ante algún malestar.
  • No automedicarse.
  • Limpiar la nariz con agua natural o agua de mar en spray.
  • Limpiarse los ojos con agua natural.
  • Cerrar ventanas o cubrirlas.

Finalmente, Cenapred explicó que las partículas más pequeñas que se encuentran en la ceniza volcánica se alojan en los alvéolos de los pulmones.

Como medida de protección, el cuerpo encapsula dichas partículas y luego se forma una cicatriz que provoca inflamación y reduce la capacidad para respirar.

En este sentido, las personas con enfermedades respiratorias deben evitar tanto como sea posible la exposición al humo derivado de la intensa actividad del Popocatépetl.

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