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Siempre he tenido la sensación de que mi destino está en otra parte: la huida es el tema fundamental de toda mi obra”
Hace apenas tres semanas que el cineasta Andrzej Wajda presentó su trabajo “Afterimage” en el Festival de Gdynia y ayer, Polonia despertaba enlutada ante el fallecimiento del artista de 90 años.
Wajda nació un 6 de marzo de 1926 y aunque en realidad él deseaba ser pintor, estudió en la Escuela Nacional de Cine de Lodz, después se convertiría en una incómoda voz de la conciencia para el régimen comunista que gobernó su país, Polonia.
Andrzej fue un defensor férreo de la libertad política y llegó a ser senador luego de que el régimen comunista cayó.
A sus 90 años, Wajda no supo de jubilaciones. Ganó un Oscar honorífico en el 2000 “por más de cinco décadas de trabajo como director” -el premio fue donado a la Universidad Jaguelónica de Cracovia-, recibió la Palma de Oro en 1981 y el Oso de Oro honorífico. Es considerado la mayor figura del cine mundial y de Europa del Este tras la Segunda Guerra Mundial.
La noticia de su muerte causó conmoción, el exprimer ministro polaco y actual presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk publicó un mensaje en sus redes sociales: “Todos somos producto de Wajda. Nosotros vimos a Polonia y a nosotros mismos a través de él. Y entendimos mejor. Ahora será más difícil”.
El cine de la guerra
Su cine nació de la guerra, sus filmes estuvieron marcados por la Segunda Guerra Mundial, en la que luchó contra los nazis apenas siendo adolescente. Su padre murió durante el conflicto.
Wajda realizó un film sobre Janusz Korczak (“Korczak”, 1990), el escritor y pedagogo asesinado en el campo de concentración nazi de Treblinka junto con sus protegidos del hogar de huérfanos del gueto de Varsovia. En “La masacre de Katyn” (2007) contó la historia de los miles de oficiales polacos ejecutados por el servicio secreto soviético en 1940. Fue además el relato de una historia personal, pues entre las víctimas estaba su padre.
Wanda se definió como “la voz de una nación que no podía hablar libremente” cuando le criticaron el haber hecho “demasiadas” concesiones antes de la caída del comunismo. Sin embargo sin sus cintas no habría existido el movimiento de liberación de Solidaridad en 1980, al menos, eso afirmaba él.
‘Afterimage’: la última
La 40a cinta de Andrzej Wajda, “Afterimage”, fue presentada hace tres semanas en el Festival de Gdynia.
En el filme retrata la vida de uno de los artistas plásticos favoritos del director, Wladyslaw Strzeminski, figura vanguardista de la primera mitad del siglo XX de Polonia.
Esta película también es un reflejo de la lucha del artista contra los poderes comunistas que poco a poco le van privando de todos sus derechos.
