Ácido, incisivo y firme, así Jimmy Kimmel en su discurso de apertura en los Oscar

Con bromas que atacan directamente a la Casa Blanca y que van de lleno contra la equidad de género, así es como el presentador se embolsa a los asistentes de la ceremonia a lo mejor de los premios en Hollywood

Comenzando con una apertura al viejo estilo en blanco y negro de cómo eran las ceremonias del Oscar antes de que llegara la televisión a color, es como Jimmy Kimmel empezó la noche de las preseas más queridas por el séptimo arte comercial de Estados Unidos, para pasar inmediatamente a su monólogo inaugural, en el que no se tentó el corazón para aludir a miembros del gabinete de Donald Trump, específicamente al vicepresidente de la Casa Blanca.

“No hacemos películas como ‘Llámame por tú nombre’ por dinero, las hacemos para molestar a Mike Pence”, refiere de la temática gay del filme nominado a Mejor Película esta noche.

Aplaudió que este año sea la primera ocasión en la que se tenga nominada a una mujer en la sección de Mejor Cinematografía, Rachel Morrison por “Mudbound” y que Greta Gerwig esté contendiendo por Mejor Dirección por “Lady Bird”.

También para evitar la polémica de los sobres del año pasado, Kimmel prometió que ahora no se repetiría el mismo error, por lo que los sobres ahora lucen de color negro y en letras grandes se lee la categoría a anunciar.

“También quiero mencionar que este año, de escuchar su nombre, no se paren inmediatamente, denos un minuto”, dijo a manera de broma para corroborar los ganadores correctos en la noche del Oscar.

Además bromeó que a quien diga el discurso más corto en la noche se llevará una moto acuática, la cual fue presentada al estilo de “Atínale al precio” por la actriz Helen Mirren.

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