De aprobarse los cielos abiertos, esto permitiría a Volaris llevarse su operación a El Salvador y Costa Rica, y así evitar el pago de impuestos. Foto: Especial

Volaris ¿El oportunista?

En México existe una verdad dolorosa y tiene que ver con el hecho de que la industria aérea de nuestro país es tan fuerte como un avión de papel. Lo comento porque, sin importar los colores del gobierno, desde hace 23 años el sector ha sufrido pérdida tras pérdida y para ejemplificar, únicamente hay que […]

En México existe una verdad dolorosa y tiene que ver con el hecho de que la industria aérea de nuestro país es tan fuerte como un avión de papel. Lo comento porque, sin importar los colores del gobierno, desde hace 23 años el sector ha sufrido pérdida tras pérdida y para ejemplificar, únicamente hay que revisar los antecedentes y darse cuenta que más de 20 aerolíneas han dejado de operar en el mercado mexicano. Entre las fallecidas podemos enlistar a Aerocalifornia, ALMA de México, TAESA, Líneas Aéreas Azteca, Aviacsa, A volar, Allegro, Aerolíneas Internacionales, Aeromorelos, Aerocozumel y por supuesto, la más dolorosa, Mexicana de Aviación, que aún mantiene su recuerdo imborrable entre los miles de trabajadores damnificados y en todos aquellos que volamos con la marca; también y más reciente, las lamentables víctimas de la debacle llamada pandemia, Interjet y Aeromar.

Pero es justo en este escenario funesto para la industria de la aviación, con una calificación aérea de Estados Unidos sin perspectiva de mejorar y sindicatos sin plazas ni vuelos, en donde algunas compañías han sabido o han podido, a costa de lo que sea, mantenerse e incluso crecer. Y es este oportunismo, el que podemos ver en firmas como Volaris, de Enrique Beltranena, quien ha aprovechado la desgracia de otros y la crisis mexicana para su beneficio.

Se sabe que en Palacio Nacional hay un rubro prioritario en el tema de la aviación, y eso es el impulso a como dé lugar del proyecto insignia de la presente administración, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), y es así que, aprovechándose de esta urgencia, Beltranena se ha colado como la humedad en los planes del Ejecutivo para sembrar estrategias que sólo lo beneficiarían a él y que ponen en riesgo al sector mexicano.

Al menos esto es lo que se comenta dentro del nicho, en específico en la conversación que gira entorno a la reforma a la Ley General de Aviación Civil y Aeropuertos en materia de cabotaje, propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador y la cual daría “cielo abierto” para que empresas extranjeras cubran rutas nacionales compitiendo con la industria nacional, un negocio que de acuerdo con datos de la Asociación de Aerolíneas Mexicanas (AMAC), genera 38 mil millones de dólares al año, el equivalente al 3.8% del Producto Interno Bruto (PIB), y del que dependen más de un millón y medio de empleos directos e indirectos a través de aerolíneas, aviación ejecutiva, general y de carga. Cientos de voces se han pronunciado en contra de la propuesta del cabotaje y los “cielos abiertos”, ya que consideran que sería un golpe mortal para el sector mexicano y que pondría en riesgo a las marcas, pilotos y trabajadores. También aseguran que dicha propuesta fue facilitada por la relación entre el dueño de Volaris y Rosalinda López, hermana del titular de Segob, Adán Augusto López y esposa del gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón.

Se dice que Beltranena fue una de las mentes detrás de la reforma, por supuesto con intereses de por medio, ya que de aprobarse los cielos abiertos, esto permitiría a Volaris llevarse su operación a El Salvador y Costa Rica, y así evitar el pago de impuestos y seguridad social para aproximadamente mil pilotos. A cambio, Adán Augusto López habría acordado con Beltranena mudar a Volaris al AIFA, esto con la intención de aumentar el número de vuelos del nuevo aeropuerto. Por supuesto, no pasó mucho tiempo para que el empresario se pronunciara al respecto y asegurara a algunos medios que la regulación que permite el cabotaje es innecesaria e incluso menos importante que recuperar la Categoría 1 de seguridad aérea.

Voz en Off

Altos Hornos de México (AHMSA), de Alonso Anciraa, confirma que llegó a un acuerdo de 200 millones de dólares con inversionistas extranjeros, con el que espera salir de su proceso de quiebra. Grupo Acerero del Norte y sus accionistas controladores suscribieron un documento con un grupo de inversionistas extranjeros para el traspaso de la mayoría accionaria de AHMSA, con el fin de asegurar la recapitalización de la compañía, la normalización de sus operaciones y su desarrollo futuro, detalla. Así es cómo quiere salir de los graves problemas de adeudos con proveedores, obreros, la Comisión Federal de Electricidad (CFE), y una larga lista de pendientes…

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