Te fuiste en enero, Julio

Sin Scherer queda vacante la sede del líder moral de la libertad de expresión. El más legitimo sucesor de Don Julio será aquel que entienda de raíz que el único compromiso de la profesión es con la verdad.

Como buen periodista dio la primera nota fuerte del año. Se nos fue de pronto Julio Scherer García, próximo a cumplir los 89 años. Su vida, como suele ser la de los periodistas de verdad, no fue fácil. A los 42 años fue director de Excélsior, el Gran Diario de la Vida Nacional. 

Pablo Mier y Terán Pablo Mier y Terán Publicado el
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Sin Scherer queda vacante la sede del líder moral de la libertad de expresión. El más legitimo sucesor de Don Julio será aquel que entienda de raíz que el único compromiso de la profesión es con la verdad.

Como buen periodista dio la primera nota fuerte del año. Se nos fue de pronto Julio Scherer García, próximo a cumplir los 89 años. Su vida, como suele ser la de los periodistas de verdad, no fue fácil. A los 42 años fue director de Excélsior, el Gran Diario de la Vida Nacional. 

Julio se nos fue en enero, al inicio de uno de los años más críticos para el México de los últimos tiempos. Crítico porque hemos dejado ya desde antes que crezcan todos los males que acompañan a la corrupción, porque no hemos sabido o no hemos querido darles –durante décadas– una solución de raíz.

Don Julio, como buen periodista, era experto en la verdad, que no es sino la razón de ser de nuestra profesión. Lamentamos su muerte pero más lamentamos el momento, porque se lleva a la tumba la medicina, la única medicina –la difusión de la verdad– que puede sacarnos adelante.

A pesar del trabajo constante y a veces heroico de informar de muchos colegas y algunos medios, no hemos sido capaces de evitar las complicadas situaciones a las que nos hemos tenido que enfrentar.

¿Cuántos Julios hubieran hecho falta para haber evitado los Ayotzinapa o los Ficreas o las constructoras Higa o Casas Blancas que nos tienen colapsados?

Bienvenido el periodismo de denuncia valiente que tanta falta hace, pero bienvenido también el periodismo preventivo capaz de llegar antes, capaz de evitar las catástrofes.

Cuánto silencio, cuánta complicidad.

En el Siglo 19 Joaquín Francisco Zarco Mateos, periodista de la talla de Scherer, nos dejó esta lapidaria frase: “La prensa no solo es el arma más poderosa contra la tiranía y el despotismo, sino el instrumento más eficaz y activo del progreso y la civilización”.

La silla que a su muerte dejara el duranguense Zarco la llenó Julio y con creces, la pregunta ahora es quién llenará la sede que en enero quedó vacante.

No se trata de encontrar al periodista más tuitero o popular, ni siquiera al más taquillero, se trata de encontrar al más comprometido, con la verdad evidentemente.

Solo por mencionar algunos me permitiré nombrar plumas comprometidas que conozco que podrán quizá ser los Julios del siglo 21 que tanto necesitará el país para salir del bache.

Siempre me ha sorprendido la agudeza de Denise Maerker, extraordinaria; la honestidad de Sergio Sarmiento, culto; la sobriedad de Jacobo, permanente; el profesionalismo de Alberto Aguilar, preciso; la visión de Ramón Alberto Garza, creativo; la agudeza de Carmen Aristegui, extraordinaria; la seriedad de René Delgado, experiencia; el valor de Jorge Ramos, incisivo.

Será alguno de ellos o quizá otro. Por ahora queda vacante la sede del líder moral de la libertad de expresión que entendió bien de raíz y de un solo golpe aquello de que sólo la verdad nos hará libres.

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