Táctica y estrategia

Cuando el general Aníbal se dio cuenta que la estrategia militar cartaginés había sido contrarrestada fácilmente por los romanos decidió sorprender al mundo con una nueva estrategia: Llevó a cabo un ataque terrestre al corazón del territorio italiano. La mayoría de las batallas anteriores se habían dado en el mar o cerca de territorio cartaginés; el cambió de estrategia sorprendió a los italianos a quienes Aníbal logró finalmente vencer. En el futbol como en todo juego, si una estrategia no está funcionado, hay que cambiarla.

Emilio Lezama Emilio Lezama Publicado el
Comparte esta nota

Cuando el general Aníbal se dio cuenta que la estrategia militar cartaginés había sido contrarrestada fácilmente por los romanos decidió sorprender al mundo con una nueva estrategia: Llevó a cabo un ataque terrestre al corazón del territorio italiano. La mayoría de las batallas anteriores se habían dado en el mar o cerca de territorio cartaginés; el cambió de estrategia sorprendió a los italianos a quienes Aníbal logró finalmente vencer. En el futbol como en todo juego, si una estrategia no está funcionado, hay que cambiarla.

Mucho se habla del talento en el futbol. Hay una tendencia a sobrevalorar al jugador, al individuo, en un deporte que se juega en conjunto. Sin embargo, igual de importante que el talento es la estrategia. En México durante años nos bastó ser mejores en lo individual, para poder vencer en nuestra endeble zona futbolística. Era tanta la distancia entre el futbol profesional de México y el del resto de la Concacaf que podíamos contar con la suma de individualidades para darnos el triunfo. Hoy en día eso ya no es posible. Los equipos de la zona han mejorado y han entendido que para ganar se necesitan estrategias, planteamientos e ideas.  A México le está costando mucho trabajo hacer frente a esta nueva realidad.

Por ello los resultados que equipos como Honduras, Panamá y Jamaica han sacado jugando contra nuestra selección no son obra de la casualidad. Al revisar los partidos, se vislumbran equipos ordenados; que sabiéndose inferiores en lo individual, apelan a  lo colectivo para triunfar. México por su parte, carece de estrategia plausible. Las tácticas (o la falta de ellas) que el Chepo de la Torre utilizó en su proceso, desgastaron a los jugadores. En la cancha el equipo mexicano se sabía perdido, desordenado e inconexo: grandes espacios vacíos medraban entre la defensa y el ataque. Por ello el planteamiento daba la sensación de ser endeble.

Alguna vez Cruyff explicó la importancia de la formación del diamante en  su entendimiento del futbol. Cuando un jugador tiene el balón, los movimientos de los otros siguen la forma del triángulo ocasionando que el jugador que lleva el balón tenga 2 o 3 opciones de pase; el equipo avanza en conjunto, con posesión y paciencia, esperando a que el orden del rival sufra el menor de los desajustes.  Entonces se abre el espacio y el equipo penetra en la defensa. Al igual que en la guerra o en el ajedrez, la estrategia es lo que da al grupo una estructura organizacional que permite la genialidad que gana la guerra. Hasta la genialidad tiene que ser trabajada. 

Por supuesto que no estoy diciendo que México deba jugar como el Barcelona, cada equipo debe buscar la estrategia que mejor se acople a sus jugadores y sus principios. Sin embargo, no hace falta ser Cruyff, ni querer imitar su estilo, para ver las deficiencias tácticas de la Selección Mexicana. Sin estrategia los jugadores se pierden en la cancha, se desesperan ante el orden del contrario y acaban desconcentrándose. El talento, al menos nuestro talento, ya no basta en Concacaf. 

Ciertamente Vucetich tiene poco tiempo para trabajar formaciones y estrategias de aquí al partido contra Panamá. Sin embargo, hay ciertos conceptos que puede transmitir a sus jugadores que los ayudaran en la cancha. Además de un estudio del rival, México tiene que buscar tener opciones estratégicas  para lidiar con los diferentes escenarios que pudieran presentarse en el Azteca. Vucetich tiene de su lado el factor sorpresa, los panameños no saben cómo va a plantear el partido. Por ello al igual que el general Aníbal, Vucetich tiene que volverse un estratega y encontrar el punto débil de un equipo que nos guste o no, nos ha vencido dos veces este año.

Show Player
Síguenos en Google News para estar al día
Salir de la versión móvil