Si sumamos cada elemento de este caldo de cultivo, la alerta roja es para la cabeza de la Sener, pues se sabe que incumplirle al Presidente sale caro. Foto: Especial

Nahle y la refinería dos bocas

El objetivo del proyecto es alcanzar la autosuficiencia energética en el mediano plazo, con la producción de gasolinas y diésel

Será este 1 de julio cuando se cumpla una de las fechas clave para el Gobierno federal, no solo habrán pasado cinco años de que Andrés Manuel López Obrador obtuvo el triunfo en las urnas que lo llevó a ocupar la silla presidencial, también es el día en que se ha proyectado que la refinería Olmeca en Dos Bocas inicie operaciones, el meollo del asunto recae en que la meta para comenzar el procesamiento de crudo, aún se encuentra a kilómetros de distancia.

Se trata de un asunto más que delicado para la Secretaría de Energía, tan es así que en la comparecencia de finales de año ante el Senado de la República, la titular de la dependencia, Rocío Nahle, recurrió a la evasión respecto a la fecha en que se producirá su primer barril.

La problemática implica el fortalecimiento o la ida en picada de su imagen ante el habitante de Palacio Nacional, quien ha insistido desde diversas tribunas sobre que en su quinto aniversario como cabeza del Ejecutivo la refinería generará 170 mil barriles diarios, mientras que para la conmemoración de la Independencia el número llegará al doble. De esta forma, en el mundo ideal de la autoproclamada Cuarta Transformación todo va viento en popa para que se llegue a la capacidad máxima hacia el tercer trimestre de 2023, con un estimado de 340 mil barriles diarios; en contraste, expertos consultados por esta columnista explican que el sueño del creador de Morena no se materializará en los plazos marcados.

Los cálculos mostrados a la Cámara Alta por Nahle García dejaron ver que a finales de año había un avance físico de 96 por ciento, y que “difícilmente” se engaña a López Obrador debido a que semanalmente se entregan reportes; no obstante, los especialistas retomados para esta publicación desmenuzaron que no solo se debe considerar la culminación de los trabajos, también hay que poner bajo análisis los tiempos para coordinar labores entre todas las áreas operativas, de proveeduría y mantenimiento, por mencionar algunas. Así, el balde de agua fría es de gravedad, y es que todavía quedarían pendientes de 15 a 20 por ciento de las tareas de armonización, lo que se traduciría en que no se vea el primer barril con sello tabasqueño hasta que termine 2023, si bien nos va, sería hasta 2024 cuando se disponga de las primeras refinaciones.

Tal como se ha cantado desde diversas trincheras de la gestión actual, el objetivo del proyecto es alcanzar la autosuficiencia energética en el mediano plazo, con la producción de gasolinas y diésel en suelo mexicano para ofrecer mejores precios a los consumidores, pero sin sacrificar los niveles de eficiencia y transparencia, valores que parecen transgredidos ante las estimaciones de retraso y los costos por encima de lo prometido. Extiendo el detalle respecto a este último punto, sobre todo porque desde los primeros momentos se hizo hincapié en que la refinería Olmeca se edificaría con 8 mil millones de dólares y hasta se podrían generar ahorros, pero desde meses anteriores se han transferido dineros por encima de lo planeado, al punto que las últimas autorizaciones del Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos (Pemex) dan luz verde al uso de casi 17 mil millones de dólares, lo que duplica la cifra inicial, y supera con creces las proyecciones de la agencia calificadora Moody’s por 10 mil a 12 mil millones de dólares.

Si sumamos cada elemento de este caldo de cultivo, la alerta roja es para la cabeza de la Sener, pues se sabe que incumplirle al Presidente sale caro y en medio quedarían sus aspiraciones por convertirse en gobernadora de Veracruz. Que empiecen las apuestas, ¿los errores de la Secretaria le costarán el salto al Puerto, a pesar que la Suprema Corte aprobó requisitos que avalan su candidatura sin ser oriunda del estado?… la moneda está en el aire.

Voz en Off

Si alguien ve a los líderes del Sindicato de Trabajadores de la Industria Aeronáutica (STIA) de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), despiértelos porque sus trabajadores van afiliarse a la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA) y a la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA). Extrañamente el STIA se comporta como si estuviera más atentos a defender a Volaris que a sus propios compañeros laborales….

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