México fallido

Hidalgo Neira Hidalgo Neira Publicado el
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¿Alguien recuerda un anuncio de Bimbo de los 90 en el que se exaltaba a México? Para quienes no lo recuerden, aquí dejaré la primer frase de su canción.

“Este es mi país y esta es mi gente, gente buena que trabaja, que lucha y que siente”.

¿Realmente México es “nuestro” país? Honestamente, ¿se sienten orgullosos de ser mexicanos? ¿qué vale la pena de esta nación?

Guillermo del Toro gana en los Oscares y de pronto parece que los premios le pertenecen a todos, que el triunfo es de México, sólo porque él es tapatío.

Qué fácil es treparse al éxito ajeno, ¿verdad? Tan fácil como seguir tirando basura en la calle, como pasarse un semáforo en rojo, como dejar millones de crímenes impunes, como seguir consumiendo drogas y financiar el mercado del narcotráfico, como no voltear a ver la podredumbre en la que nos encontramos, pero sí es fácil celebrar que un mexicano sale victorioso, mientras todos estamos de este lado de la frontera.

Aquí, donde la libertad es inexistente, donde el gobierno destroza los sueños, donde quien rige es el diablo y no pasa nada para cambiarlo.

Violencia, impunidad, secuestros, robos, extorsiones, violaciones, abuso y más situaciones que ocurren diariamente en la nación azteca y sólo nos tragamos la demagogia de quienes pretenden contender en la urna electoral para llegar a la presidencia.

Ante este escenario, en donde ya está vigente la Ley de Seguridad Interior y está por verse la aprobación de un mando único judicial es que se estrena “La libertad del diablo”, documental de Everardo González en el que se expone la realidad de cómo el crimen organizado azota a la nación y manipula a su antojo a quienes están en el poder.

El testimonial tiene entrevistas a personas que portan una máscara para cuidar su identidad, gente que estuvo en el Ejército y en la Policía, víctimas que han presenciado la atrocidad de ser ultrajados en el país.

Para aquellos despistados que no lo recuerden, o que no estén enterados del tema, Del Toro vivió la angustia de primera mano, cuando su padre fue secuestrado en 1998, suceso por el que nunca ha vuelto a radicar en México.

El miedo recorre la espina dorsal al ver el filme de González. De todos los que aparecen a cuadro, sólo una mujer se atreve a dar el rostro, una madre después de mojar con lágrimas la careta de tela por contar como es que sus hijos fueron levantados injustamente por la Policía para asesinarlos. Ella siente compasión por los homicidas e indignación ante la falta de justicia en México.

Entonces ¿este es tu país? ¿esta es tu gente?

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