-Cuéntame de ella de nuevo.
-¿Por qué?
-Porque te gusta recordarla.
-Ella era hermosa. Para mí, ella era perfecta.
-No, no solo recites las palabras. Cierra tus ojos … y recuérdala.
-Puedes sentir los detalles. Los retazos que nunca te molestaste poner en palabras. Y puedes sentir estos momentos extremos… incluso si no quieres. Pones todo junto, y tienes la sensación de una persona. Lo suficiente como para saber cuánto los extrañas … y cuánto odias a la persona que te los quitó”.
“Memento” (2000)
El sutil recuerdo que queda en la memoria de cuando diste un beso, un abrazo o fuiste feliz, ¿acaso pareciera que todo fue un sueño? Un sueño, acaso la vida bajo el sol no es sólo eso ¿un sueño?
Hay esbozos de una tierra sin nombre que sólo viven en ese instante, esos pensamientos que construyen una imagen, así es la cinematografía que ha hecho un hombre que es incomprendido por la narrativa fílmica actual plagada de superhéroes y estrenos hollywoodenses.
Ante la pobre demanda de sus filmes, es que ahora Terrence Malick se ve desterrado de las marquesinas y obligado a llegar al mercado del streaming, así es como “Song to song” (2017) –al igual que “Caballero de copas” (2015)– fue orillada a sólo salir en ese formato, sin siquiera pisar salas en México.
Cook (Michael Fassbender) es un prolífico productor musical que encuentra a su vez a BV (Ryan Gosling) joven talento que promete una ambiciosa carrera en ese rubro, pero entre los dos se interpone Faye (Rooney Mara) la que es interés romántico de ambos y tiene un duelo ante el corazón y la razón.
Hoy que está tan de moda el tener relaciones abiertas, el poliamor o el simplemente ser un player, llega este drama que parece cerrar una trilogía de tragedias amorosas en Malick comenzada con “To the wonder” (2012).
En “Song to Song”, el director sigue haciendo mancuerna nuevamente con Emmanuel Lubezki para capturar esos fragmentos íntimos que nadie presta atención y forman un secreto entre las parejas.
Y ahí en ese fino detalle es que se cuenta una historia que es universal, el amor como desafío, cura o mal entre los bienaventurados que se atreven a vivir sus designios.
Malick ahora mismo se encuentra finalizando “Radegund” drama histórico ubicado en la Segunda Guerra Mundial y el que promete estrenarse este 2018.
Ahora queda la duda de si el cineasta volverá algún día a las grandes premiaciones como lo logró con “El árbol de la vida” en 2011 cuando ganó en Cannes la Palma de Oro, pero fue ignorado completamente en los Oscares.
Rememorar a través de la mente en un lenguaje de silencio, eso es “Song to song”.
