México llega a la fase 3, y a diferencia de otras partes del mundo, donde las ciudades lucen casi en completo abandono, acá se brilla siempre por poner el lado distinto de la moneda, pues porque tercer mundo.
El ambulantaje, el comercio informal y claro, los puestos de comida como garnachas y tacos, siguen a la orden del día, sobretodo en donde hay estaciones de metro cercanas, estos comerciantes dicen no ser todavía notificados por autoridades para dejar de operar, y que lo harán hasta que esto suceda… acaso ¿habrá moches de por medio?
Y si de moches hablamos… fantástico con la 4T, que lo único que sabe hacer es aprovechar esta contingencia, para tomar desprevenidos a los rubros culturales, dígase la “fusión” del Fondo de Inversión y Estímulos al Cine Mexicano (FIDECINE) y el Fondo para la Producción Cinematográfica de Calidad (FOPROCINE) y así “mochar” a la incipiente industria fílmica que existe en el país.
Quienes resguardan estos dineros, dicen que de momento solo es un movimiento administrativo, pero habrá que ver, cómo llegará el presupuesto del 2021, vaya opacidad para el cine, justo en momentos en los que Gabriel Retes fallece, quien peleó hasta el último día de su vida, equidad social para realizar el séptimo arte en México.
Es obvio que los juniors de la Condesa son los que sí logran hacer películas, mientras que las comunidades de Oaxaca o cualquier parte lejana de la nación, son quienes ni siquiera están en posibilidad de aspirar a ser cineastas.
Ahhh pero ¿Qué tal el beisbol? Impulsado desde el ejecutivo federal, que a todas luces compra estadios de este deporte de origen inglés. Gracias por nada presidente, menos cultura, más deporte, más cerveza, menos palomitas.
Si tanto dinero tienen las arcas del gobierno morenista ¿porqué no disparan mejor el transporte público en estos momento de pandemia? Porque eso sí lo siguen cobrando y bien cobrado, cuando millones de ciudadanos carecen de un sustento, o se les paga la mitad de su sueldo o peor aun, están palideciendo en gastos por covid19.
Pero bueno a continuar con los días de guardar y disfrutar de todo lo que ofrece el universo internauta, audiovisual y literario, que en este templo cultural, se puede sobrevivir al máximo.
Hablemos de felicidad (bueno, casi)
Sí lo sé, era una obviedad que estaba lista a estallar y suceder, la gente cada vez está más harta de leer y escuchar de la pandemia por aquí y por allá, así que esta semana, van recomendaciones que aspiren a despejar un poco el mal sabor de la cuarentena.
A casi 25 años de su transmisión original, The Beatles anthology es un documento audiovisual imprescindible para todos los amantes del cuarteto de Liverpool, esta mini serie documental de ocho episodios, con una duración aproximada de 11 horas y media, no se encuentra disponible en ningún sistema de streaming, pero se puede adquirir en DVD en sitios como Amazon.
Aunque el título podría hacer alusión a la época actual, les prometo que nada tiene que ver, The end of the f***ing world, es una serie de dos temporadas en Netflix, basada en el cómic del mismo nombre realizado por Charles Forsman, confieso que más que una producción feliz, es bonita, con matices agridulces, pero que se vuelven tiernos con la cuarentena actual.
Y una película que le puede seguir en el mismo tono, que refleja el amor adolescente, lo que significa ser un paria social y pertenecer a un grupo reducido de amigos que se sienten ajenos a los demás, puede ser visto en Las ventajas de ser invisible, cinta del 2012 con Emma Watson y Ezra Miller, adaptada del libro homónimo del cineasta Stephen Chbosky, se encuentra disponible en Amazon.
