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Trump se contradice. Asegura que no tiene las grabaciones con Comey

Este jueves el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, negó tener las grabaciones de las conversaciones que mantuvo con el exdirector del FBI, James Comey, relacionadas con la investigación sobre la intervención de Rusia en la elección presidencial. Una contradicción con lo que había publicado en el mes de mayo, cuando insinuó tenerlas. 

La negación con respecto a la posesión de conversaciones grabadas se dio a través de Twitter, donde el mandatario publicó: "...si hay "cintas" o grabaciones de mis conversaciones con James Comey, yo no hice ni tengo esas grabaciones"

Este jueves el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, negó tener las grabaciones de las conversaciones que mantuvo con el exdirector del FBI, James Comey, relacionadas con la investigación sobre la intervención de Rusia en la elección presidencial. Una contradicción con lo que había publicado en el mes de mayo, cuando insinuó tenerlas. 

La negación con respecto a la posesión de conversaciones grabadas se dio a través de Twitter, donde el mandatario publicó: “…si hay “cintas” o grabaciones de mis conversaciones con James Comey, yo no hice ni tengo esas grabaciones”

El mismo Trump había mencionado la posibilidad de tener en su poder grabaciones de las reuniones con Comey, luego de que a unos días de haberlo destituido de la dirección del FBI, el 12 de mayo publicara una serie de tuits en los que advertía al exfuncionario Comey “espero que no haya “cintas” de nuestras conversaciones antes de que empiece a hacer filtraciones a la prensa”, escribió. 

La estrategia del repblicano fue plantear la probable existencia de grabaciones con el fin de asegurarse de que Comey dijera la verdad. Las declaraciones de Trump, sin embargo, incendiaron a los legisladores quienes le exigieron entregar pruebas de las conversaciones.

Los demócratas señalaron a Trump que estaba tratando de impedir la pesquisa del FBI relacionada con la intervención rusa. Por su parte, el senador republicano, Lindsey Graham de Carolina del Sur, declaró que la Casa Blanca debía “limpiar el aire” e insistió con la entrega de las grabaciones.

Tanto Trump como el portavoz de la Casa Blanca se encargaron de confirmar o desmentir la existencia de tales grabaciones.  

 

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