La comunidad internacional citada en la COP28 deberá analizar el uso de otros tipos de energías, como la eólica. Foto: Especial

¿Por qué es tan importante la COP28?

Representantes internacionales de 198 países se reunirán en Emiratos Árabes Unidos para discutir nuevas medidas para enfrentar las olas extremas de calor

Mientras que Ucrania sigue enfrentando la invasión rusa desde hace un año e Israel intenta combatir a Hamás, la comunidad internacional deberá enfocarse en otro tema de urgencia: la lucha contra el cambio climático.

Del 30 de noviembre al 12 de diciembre, 198 países se reunirán en Emiratos Árabes Unidos para participar en la Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, o COP28.

En Dubái, entre los primeros temas a abordar serán cómo evitar llegar a los 1.5 °C antes de este siglo, como así se acordó en la COP21 en París, Francia; sin embargo, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre los Cambios Climáticos estimó que el clima mundial ya se encamina a ser al menos 2.8 °C más cálido en el año 2100.

El futuro desalentador se debe principalmente a que la concentración de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono y el metano, que están calentando la atmósfera y derivan principalmente de la producción y la quema de combustibles fósiles, ya están en niveles sin precedentes y sigue aumentando.

Las consecuencias de superar los 1.5 °C del Acuerdo de París

De acuerdo con Amnistía Internacional, superar el límite del Acuerdo de París traerá consecuencias “catastróficas” para miles de millones de personas y los ecosistemas, muestra de ello fue que el mundo ya vivió el día más caluroso jamás registrado en julio de este año.

Lo que provoca el calor, entre otras cosas, es la sequía, incendios, el deshielo, el retroceso de los glaciares, y el aumento del nivel del mar.

Con la resequedad en las tierras, las cosechas reciben daños irremediables, convirtiéndose en uno de los orígenes de la hambruna en todo el mundo.

“Esta escasez (de alimentos) incrementa la competencia por los recursos y puede provocar desplazamiento de poblaciones, migración y conflictos, que a su vez dan lugar a otros prejuicios a los derechos humanos”, apunta Amnistía Internacional.

En general, la organización humanitaria destaca que son las comunidades vulnerables que emplean menos combustibles fósiles, como los agricultores de subsistencia, los pueblos indígenas y los que viven en Estados insulares de poca altitud, quienes más sufren las consecuencias del cambio climático y las que más a menudo ven amenazado su derecho a la salud, a la vida, a la alimentación y a la educación.

Las altas olas de calor también hacen que los fallecimientos aumenten, poniendo en riesgo las vidas de quienes trabajan al aire libre y, por otro lado, hace que los mosquitos transmisores de enfermedades se extiendan a nuevas zonas.

Para enfrentar el desafío del cambio climático, Amnistía Internacional enfatiza que la comunidad internacional debe abandonar gradualmente los combustibles fósiles.

Aunque muchos países están invirtiendo en la expansión de energías renovables, Amnistía Internacional asegura que se necesita mucho más para lograr una transición justa que dé acceso a las energías renovables a todo el mundo, como la financiación pública, hacer que quien contamine pague y la electrificación obligatoria.

“Dirigentes gubernamentales y empresariales pueden y deben hacer mucho más por detener el creciente desarrollo de la producción de recursos de combustibles fósiles, que es incompatible con las obligaciones de los Estados en materia de derechos humanos y con el objetivo de limitar el calentamiento global por debajo de 1.5 °C”, enfatiza la organización.

Sede de la COP28, Emiratos Árabes Unidos, viola derechos humanos como la falta de libertad de expresión

Aunque las autoridades de Emiratos Árabes Unidos recibirán la COP28 y, por ende, a 198 representantes internacionales, el país es criticado por su modelo de derechos humanos.

En un informe, Amnistía Internacional señala que es “inadecuado” impulsar el lema de que “distintas voces sean escuchadas” en el marco de la COP cuando el Estado sede se impone a la libertad de expresión y de reunión pacífica.

“La COP debe ser un foro en el que se respete el derecho a la libertad de expresión y de manifestación pacífica, así como a la sociedad civil, a los pueblos indígenas y a las comunidades y grupos afectados por el cambio climático para que puedan participar abiertamente y sin temor.

“La ciudadanía emiratí y las personas de cualquier nacionalidad deben poder criticar libremente a Estados, empresas y políticas, incluidas las de Emiratos Árabes Unidos, para poder contribuir a conformar las políticas sin sufrir intimidación”, describe la organización.

Además de su escaso control en torno a los derechos humanos, el país de Medio Oriente es señalado por ser uno de los 10 mayores países productores de petróleo del mundo y por oponerse al rápido abandono gradual de los combustibles fósiles.

El sector de los combustibles fósiles, detalla la organización, genera una enorme riqueza para relativamente pocos actores empresariales y naciones, que “tienen un particular interés en bloquear una transición justa a energías renovables y en silenciar a quienes se oponen a ellos”.

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