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Le ‘avientan’ refugiados a Merkel

Un político local del estado alemán de Baviera está cumpliendo con su amenaza hecha a Angela Merkel en octubre, al mandar un autobús lleno de refugiados a su oficina en Berlín, a 550 kilómetros de distancia.

Y es que, durante una acalorada llamada telefónica con la canciller alemana el pasado otoño, el político bávaro Peter Dreier confesó que “no va a ser posible manejar esto”, refiriéndose al gran número de refugiados que debía acoger en su distrito, publicó ayer Die Welt.

Un político local del estado alemán de Baviera está cumpliendo con su amenaza hecha a Angela Merkel en octubre, al mandar un autobús lleno de refugiados a su oficina en Berlín, a 550 kilómetros de distancia.

Y es que, durante una acalorada llamada telefónica con la canciller alemana el pasado otoño, el político bávaro Peter Dreier confesó que “no va a ser posible manejar esto”, refiriéndose al gran número de refugiados que debía acoger en su distrito, publicó ayer Die Welt.

Con estas palabras, Dreier volteó –a propósito– la famosa línea de Merkel del pasado verano en la cual dijo: “Lo podremos manejar”.

Sin embargo, esto no fue el único desafío que le presentó a la mandataria alemana.

También le dijo que si tenía que recibir a más refugiados de los que se le había prometido, Merkel tendría que lidiar con las consecuencias, reportó el medio alemán.

“Si Alemania recibe un millón de refugiados, eso significa que mi distrito aceptará una cifra de mil 800. Los recibiré. Pero cualquier excedente lo mandaré en autobús a tu oficina en Berlín, le advirtió Dreier.

Ahora, está cumpliendo su promesa.

Están conscientes

La mañana del martes, a las 9:00 horas, 52 refugiados abordaron un autobús en el distrito local de Dreier, Landshut, al sur de Alemania, para emprender el viaje de siete horas a la capital del país.

Todos los migrantes entendían por qué estaban en dicho autobús y habían aceptado participar en el acto, dijo Dreier, quien también iba en el vehículo para entregar su promesa en persona.

Desafortunadamente, el propio Dreier admitió que la canciller no iba a estar en su oficina para recibirlos.

“Ni pensarlo. No estará ahí”, dijo, de acuerdo con The Local.

El sur de Baviera ha tenido que lidiar con los problemas del gran influjo de refugiados ya que la mayoría que entra a Alemania lo hace a través de la frontera con Austria.

Para Dreier, apuntó The Local, los políticos en Berlín, lejos del epicentro de la crisis, no dan cuenta de la proporción del problema.

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