En México, de acuerdo con el Banco de Alimentos de México un tercio del alimento producido se desperdicia, lo que equivale a 38 toneladas por minuto. Foto. Especial

La hambruna y el desperdicio de alimentos

Mientras que cientos de miles de personas sufren de carencias alimentarias en todo el mundo, se calcula que la cantidad de comida que se pierde y desperdicia a lo largo de toda la cadena de valor: desde la producción hasta llegar al consumo, es de aproximadamente 570 millones de toneladas cada año

Una media de 735 millones de personas a nivel mundial padecen hambre o malnutrición, asegura el más reciente informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2023”.

Irónicamente, la cantidad de alimentos que se pierden y desperdician a lo largo de toda la cadena de valor alimentaria: desde la producción, pasando por la manipulación, el transporte, el almacenamiento y la distribución, hasta llegar al consumo, es de aproximadamente 570 millones de toneladas cada año, revelan datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

De acuerdo con la ONU, los hábitos domésticos son responsables de la mayor cantidad de desperdicio, del total, se estima que 61 por ciento proviene de hogares, 26 por ciento del servicio de alimentos y el 13 por ciento restante del comercio minorista, como supermercados o pequeños almacenes.

La organización internacional calcula que cada persona desperdicia una media de 74 kg de alimentos al año, una tendencia que puede aumentar, advierte.

“Las causas de este desperdicio de alimentos son múltiples, incluyendo factores individuales y de la sociedad.

“Por ello, frenar el desperdicio de alimentos requiere medidas en diferentes niveles y la acción conjunta y coordinada de las empresas alimentarias y los responsables políticos. Aunque mejorar las infraestructuras y las normativas es fundamental, estas medidas sólo funcionarán si los consumidores se comprometen a cambiar sus pautas” , dice la FAO.

Panorama regional

Datos de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) a junio del año pasado, indican que en América Latina y el Caribe, cada año se pierde y desperdicia alrededor del 15 por ciento de los alimentos disponibles, aun cuando 47 millones de sus habitantes todavía viven día a día con hambre.

Por su parte, en México, de acuerdo con el Banco de Alimentos de México (BAMX), organización de la sociedad civil sin fines de lucro, un tercio del alimento producido se desperdicia, lo que equivale a 38 toneladas por minuto, que bien podrían alimentar a 25.5 millones de personas con carencia alimentaria.

Tipos de desperdicio

De acuerdo con FoodPrint, empresa dedicada a la investigación y educación sobre prácticas de producción de alimentos, existen dos tipos de desaprovechamiento.

La pérdida: desperdicio de los alimentos como resultado de las decisiones y acciones de los proveedores en la cadena alimentaria, excluyendo a los minoristas, proveedores de servicios de alimentos y consumidores, en las fases de producción, post-cosecha, almacenamiento y transporte.

Y el desperdicio: la disminución en la cantidad o calidad de los alimentos como resultado de las decisiones y acciones de los minoristas, proveedores de servicios alimentarios y consumidores, incluye la comida a medio comer que queda en el plato en un restaurante y los restos de la comida preparada en casa.

Bancos de alimentos, solución a medias

En muchos países, la donación ha surgido como una solución para redirigir los excedentes de comida seguros a las manos de quienes más los necesitan.

La mayoría de las donaciones se realizan a través de bancos de alimentos u otras organizaciones no gubernamentales que recuperan lo que sobra para redirigirlo a comedores de beneficencia, refugios y despensas comunitarias para alimentar a las personas de bajos ingresos.

En este sentido, la Ley para la Donación Altruista de Alimentos de la Ciudad de México, establece la prohibición en la CDMX del desperdicio de alimentos aptos para el consumo humano cuando estos sean susceptibles de donación altruista y que corresponde a la Secretaría de Desarrollo Social de la CDMX (Sedeso) diseñar y promover campañas permanentes de sensibilización sobre el aprovechamiento y donación altruista de alimentos.

“La donación de alimentos se realiza a favor de instituciones que efectúen labores sociales comprobadas y con registro o certificación oficial. La Sedeso en coordinación con las Alcaldías, entregará anualmente un reconocimiento público a los donantes y donatarios de alimentos que se hayan distinguido por sus contribuciones en favor de los ciudadanos menos favorecidos de la ciudad”, dice la Procuraduría Federal del Consumidor.

Te puede interesar