El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se dijo orgulloso de que su país finalmente eliminó su última munición de reserva de armas químicas. Foto: Especial

Estados Unidos le dice adiós a las armas químicas, pero le quedan las de fuego

La Unión Americana eliminó sus últimos armamentos tóxicos como así lo tenía establecido desde 1997 dentro de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas

Estados Unidos eliminó su último arsenal de armas químicas, llevándolo a cumplir el compromiso que tenía desde 1997.

En la década de los 90, la Unión Americana se comprometió a que en septiembre de 2023 dejaría de desarrollar, producir, adquirir, almacenar, retener, transferir o usar armas químicas.

El país norteamericano hizo ese compromiso con la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) de La Haya. Sólo hay tres países que aún no lo han cumplido: Corea del Norte, Egipto y Sudán del Sur.

Fue en el depósito del Ejército de Blue Grass, en el estado de Kentucky, donde se destruyeron las últimas armas en posesión de Estados Unidos a través de tecnologías de neutralización.

El presidente Joe Biden no sólo se dijo orgulloso de que su país finalmente eliminó su última munición de reserva de armas químicas después de más de 30 años de trabajo, sino que aseguró que las sucesivas administraciones determinaron que estas armas nunca más se deben desarrollar o desplegarse.

“Este logro no sólo cumple con nuestro compromiso de larga data bajo la Convención de Armas Químicas, sino que marca la primera vez que un organismo internacional ha verificado la destrucción de una categoría completa de declaradas armas de destrucción masivas”, afirmó el presidente en referencia a la OPAQ.

Fernando Arias, director general de la OPAQ, coincidió en que las acciones de Estados Unidos representan un “éxito histórico” en el campo del desarme, aunque resaltó la importancia de recuperar y destruir las armas químicas viejas que aún siguen abandonadas alrededor del mundo.

Antes de acercarse a la organización, en 1986 el Congreso de la Unión Americana ordenó por primera vez la destrucción del arsenal de armas químicas ubicadas en el país.

No fue sino hasta 2012 que el Ejército completó con éxito la eliminación de las primeras armas en instalaciones de Alabama, Arkansas, Indiana, Maryland y Utah.

¿Qué provocan las armas químicas?

De acuerdo con la OPAQ, existen cuatro tipos de agentes químicos que se emplean en las armas químicas y cada uno afecta al cuerpo de forma distinta.

Los agentes asfixiantes causan lesiones principalmente en el tracto respiratorio; irritan la nariz, la garganta y, sobre todo, los pulmones, que segregan un fluido que acaba por ahogar a las personas.

Los agentes vesicantes, presentes en líquidos, aerosoles, vapor o polvo, son sustancias oleosas que actúan primero como irritantes y después como veneno celular en la piel; provocan ampollas potencialmente letales que afectan a los ojos, al tracto respiratorio y a la piel

Por su parte, mientras que los agentes hemotóxicos presentes en gases inhiben la capacidad de las células para utilizar el oxígeno, con lo que ocasionan la asfixia, los neurotóxicos afectan el sistema nervioso central y periférico y provocan hiperestimulación de músculos, glándulas y otros nervios al ser absorbidos por la piel y los pulmones.

Armas de fuego, el reto pendiente de Estados Unidos

Sobre la destrucción de las últimas armas químicas en Estados Unidos, Óscar Abad Corral, internacionalista de la UNAM y docente de la Universidad Anáhuac, opina que es una noticia importante que debe encaminar a otras acciones a alcanzar la paz que se necesita en el planeta.

“En forma suena bastante bien, pero en fondo hay otra serie de desafíos en tema de armamento como es el control de armas de fuego, el uso de las armas pequeñas y ligeras que tantos problemas han causado”, asegura el también maestro en Diplomacia y Relaciones Internacionales de la Escuela Diplomática de España.

De acuerdo con datos de la organización Gun Violence Archive, en lo que va de 2023 el total de muertes en Estados Unidos por armas de fuego es de 22 mil 823, entre ellas 152 niños y 813 adolescentes. Además, han dejado 19 mil 914 heridos.

Entre las últimas acciones que impulsó el presidente Joe Bien para la regulación de armas fue la firma de una orden ejecutiva que refuerza los controles de las ventas.

La iniciativa pretende hacer más difícil que las pistolas y rifles terminen en manos de personas con problemas mentales, antecedentes penales o de abuso doméstico. Al mismo tiempo, hace más fácil para los policías y jueces quitar el armamento a quien represente un peligro potencial para su comunidad.

“El planeta requiere que la gente se dé cuenta que el desarrollo tecnológico no es para la eliminación de la humanidad, sino para ayudarnos a erradicar el armamento.

“Acciones como las de Estados Unidos deben tener mucha difusión para tener un mundo libre de armas y de violencia. Tenemos que utilizar nuestra diplomacia para erradicar todo armamento independientemente de su dimensión”, señala en entrevista Abad Corral.

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