Se ha vuelto común que el presidente busque solucionar cualquier acto de violencia con el envío de miles de uniformados a los lugares requeridos. Foto: Especial

Bukele mantendrá a miles de policías en el departamento de Cabañas hasta la detención de todos los pandilleros

El presidente dio la orden luego de que dos policías fueran heridos de bala en el territorio ubicado en el centro del país

La presencia de policías y miembros del Ejército en el departamento de Cabañas, al centro de El Salvador, no terminará hasta que sean detenidos todos los delincuentes de la zona.

A través de imágenes difundidas por la Policía Nacional Civil, todos los vehículos que entran o salen del departamento, sean taxis o motocicletas, están siendo inspeccionados para verificar que ningún integrante de las pandillas salga de manera encubierta.

El presidente Nayib Bukele fue quien autorizó la presencia de los uniformados en Cabañas después de que dos agentes de la Policía Nacional resultaran heridos de bala en uno de los municipios rurales del departamento cuando unos pandilleros emboscaron a una patrulla de las fuerzas de seguridad.

“Ningún pandillero podrá salir mientras nuestros equipos de extracción se encargan de sacarlos de sus escondites. La población honrada, visitantes y turistas no tienen nada que temer. La seguridad está garantizada”, dijo el jefe de Estado.

Son 8 mil los policías y militares que estarán en Cabañas

En total son ocho mil hombres, entre policías y militares, los que están pendientes del departamento y de sus alrededores ante el posible cambio de estrategia de los pandilleros de huir a zonas rurales o boscosas.

De acuerdo con Mauricio Arriaza Chicas, comisionado general de la Policía Nacional Civil, cercaron mil 100 kilómetros cuadrados de Cabañas para asegurar el departamento.

Este es el quinto cerco militar de seguridad que implementa el Gobierno federal, volviéndose común que el presidente busque solucionar cualquier acto de violencia con el envío de miles de uniformados a los lugares requeridos.

Ante la presencia de los agentes en Cabañas, ayer se informó de la detención de diferentes pandilleros, como de Alexander Martínez Henríquez, alias “Viejo”, quien era el encargado de movilizar las armas de su grupo delictivo al momento de ejecutar los asesinatos. Ya contaba con antecedentes por participar en organizaciones terroristas y acoso sexual.

Wilber Salvador Flores Flores, alias “Cruizito” también fue detenido en manos de los agentes después de que intentó esconderse en una fosa séptica. Junto a él también se dio la captura de José António Flores Hernández, “Parca”.

Con el paso de los días las detenciones aumentarán en Cabañas, la cual, entre 2002 y 2007, registró una tasa de 4.82 homicidios por cada 10 mil habitantes, de acuerdo con el informe “El Salvador. Mapa de violencia y su referencia histórica”.

Presencia de agentes policiacos en las calles se volvió común desde que Bukele es presidente

Desde que Nayib Bukele fue candidato a la presidencia, se comprometió a acabar con la inseguridad de su país.

A unos meses de terminar su mandato de cuatro años, y en espera de reelección, Bukele se ha caracterizado por tener mano dura contra la delincuencia al permitir una militarización en las calles.

Además, en octubre de 2022 implementó el Plan Control Territorial y un régimen de excepción para evitar que todos los pandilleros capturados salgan de prisión y se extraigan a los criminales que quedan en las comunidades del país.

En marzo de 2021 el Gobierno federal también inició la “Guerra contra las pandillas”, medida con la cual se autorizó cercar el departamento de Cabañas.

Con estas estrategias, Bukele ha presumido que su nación sigue con cero homicidios diarios, mientras que en administraciones anteriores rondaban entre los 10 por día, como en el periodo de 2005 a 2008.

A pesar de esa ventaja, existe la preocupación de que con el gobierno actual aumenten las detenciones arbitrarias en todo el Estado.

Con la asistencia de ocho mil agentes en el departamento de Cabañas, por ejemplo, se dice que ha habido personas sin vínculos claros con las Maras Salvatruchas, pero aun así son detenidas.

La violación a los derechos humanos en El Salvador ha sido de los rubros más criticados desde que el presidente Bukele tomó el cargo.

Organizaciones humanitarias como Human Rights Watch han hecho innumerables llamados al gobierno para que respete los derechos de todos sus ciudadanos, independientemente de los crímenes que hayan cometido.

El llamado de las ONGs se hizo más evidente cuando en mayo pasado se dio a conocer que los detenidos en El Salvador sufrían de torturas desde su arribo a las cárceles.

Fue Cristosal, organización defensora de los derechos humanos en el país centroamericano, la que publicó un informe en el que se detalló que hasta 139 personas habían perdido la vida en el último año bajo custodia del Estado.

Con ese antecedente, las detenciones en el departamento de Cabañas podrían ser supervisadas por enviados especiales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) o por ONGs internas.

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