No en nombre de Alá

Bajo consignas como “El islam no es terrorismo” o “¡No en nuestro nombre!”, la comunidad musulmana se solidarizó con las víctimas del atentado ocurrido en Barcelona el pasado jueves y acudió al lugar de la tragedia para pronunciarse en contra de todas las expresiones de odio.

Fue precisamente en La Rambla donde la asistencia fue mayor, en un encuentro promovido por la Federació Consell Islàmic Cultural de Catalunya, la Unió de Comunitats Islàmiques de Catalunya y la Asociación de Amigos del Pueblo Marroquí.

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Agresiones contra la población musulmana en España se registraron en 2016
La comunidad musulmana realizó dos marchas, en las cuales destacó la presencia de familiares de los presuntos responsables de los atentados, quienes se sumaron a la condena de lo sucedido
Luego del ataque en La Rambla y el intento de atentado en Tarragona, diversas mezquitas en España han sido vandalizadas
“Quiero que se entregue. No quiero que maten a los demás. El Islam no dice eso”
Hanno GhanimMadre de Younes Abouyaaqoub, principal sospechoso del ataque de La Rambla

Bajo consignas como “El islam no es terrorismo” o “¡No en nuestro nombre!”, la comunidad musulmana se solidarizó con las víctimas del atentado ocurrido en Barcelona el pasado jueves y acudió al lugar de la tragedia para pronunciarse en contra de todas las expresiones de odio.

Fue precisamente en La Rambla donde la asistencia fue mayor, en un encuentro promovido por la Federació Consell Islàmic Cultural de Catalunya, la Unió de Comunitats Islàmiques de Catalunya y la Asociación de Amigos del Pueblo Marroquí.

En el distrito de Ripoll, el sábado hubo otra concentración para rechazar los actos terroristas, donde incluso estuvieron presentes familiares y conocidos de os atacantes abatidos en los operativos del jueves y viernes.

Entre los asistentes estaba la madre de Younes Abouyaaqoub, principal sospechoso del ataque de La Rambla y que continúa prófugo de la justicia; ella aprovechó para enviarle un mensaje a su hijo.

“Quiero que se entregue. No quiero que maten a los demás. El Islam no dice eso”, señaló la mujer de nombre Hanno Ghanim, según el diario El País.

Familiares de otros tres presuntos terroristas, entre ellos Driss Oukabi, quien se entregó a las autoridades, se sumaron a la protesta y en breves declaraciones a la prensa española mostraron sorpresa por lo ocurrido.

“No sabemos nada. Nunca habíamos sospechado que podían hacer algo así. Llevaban una vida normal, ni imaginábamos que pudiera pasar esto”, dijo una prima de Abouyaaqoub en Antena 3.

Ambas convocatorias, tanto la que se realizó en La Rambla como la de Ripoll, fueron hechas a través de las redes sociales y servicios de mensajería instantánea.

La respuesta de la comunidad musulmana fue favorable y sorprendió, sobre todo, la concurrencia de los familiares de los presuntos atacantes, quienes portaban carteles con la leyenda “No en el meu nom!” (¡No en nuestro nombre!).

Tras los atentados en Barcelona y el ataque frustrado en Tarragona, la islamofobia ha cobrado fuerza en Cataluña, una de las regiones de Europa con el mayor número de adeptos al islam, lo que ha generado preocupación en esta comunidad.

“Están afectándonos con todo esto. No quiero que me miren diferente, soy musulmán catalán, no terrorista”, declaró uno de los asistentes a la marcha.

El mensaje que quieren enviar a  Europa es que el Estado Islámico también es enemigo de ellos, de los musulmanes no radicales, y que cada golpe que se adjudica el grupo -como el del pasado jueves- es un golpe también para ellos.

Liderazgos musulmanes en España han declarado que las acciones emprendidas por grupos como ISIS están muy alejadas del verdadero significado del islam, y recalcan que ha sido precisamente esa una de las mayores razones por las que han abandonado sus países de origen, ante el avance de grupos extremistas.

Crece la islamofobia

Apenas unas horas después de los sucesos en Barcelona y Tarragona las primeras expresiones de odio en contra de los musulmanes comenzaron a aparecer en España.

Uno de los primeros blancos fue la mezquita de Montblanc, ubicada en la provincia de Tarragona, que el pasado 18 de agosto fue vandalizada por un grupo que escribió con aerosol “Vais a morir putos moros”.

Sin embargo, este centro religioso catalán no ha sido el único punto de las expresiones xenófobas. Muchos usuarios de redes sociales han denunciado que los mensajes racistas y las amenazas se han propagado en otras mezquitas del país.

En la localidad de Fuenlabrada, en Madrid, el sábado 19 otra mezquita amaneció cubierta de mensajes como “Dios con nosotros” y “Muerte al islam”, los vándalos incluso “acompañaron” su nota dejando una cabeza de cerdo en la entrada del templo.

La mezquita de Sevilla también fue víctima del vandalismo y las expresiones de odio, el mismo sábado aparecieron escritos en su fachada mensajes como “Moro que reza, machete a la cabeza” y “Asesinos, lo vais a pagar”.

Mientras tanto, en la comunidad de Granada, un grupo de ultraderecha ha atacado la mezquita de Albaicín armados de bengalas y gritando proclamas racistas e islamofóbicas. En uno de los carteles que portaba el grupo neonazi se leía “Quien financió esta mezquita, financió el terrorismo”.

Aunque la situación sin duda se agravó tras los recientes sucesos, las agresiones en contra de islamistas en España se han incrementado en los últimos años.

Según un reporte de la Plataforma Ciudadana contra la islamofobia, durante el 2016 se registraron 573 agresiones en contra de la población musulmana en España, más del doble de las que se contabilizaron en 2015.

Del total de agresiones, el 14 por ciento han sido dirigidas contra las mujeres, siendo el sector más atacado.

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