Se dispara la bazuca

El jueves de la semana pasada Ben Bernanke puso todas las cartas en la mesa, dejando en claro la necesidad de estímulos en la economía estadounidense.

Con la decisión tomada por el Comité Federal de Mercado Abierto, se continúa una serie de programas monetarios por un tamaño probablemente jamás realizado por ningún Banco Central para afrontar una crisis financiera.

85
Mil millones de dólares de bonos de largo plazo será el total con los programas aprobados
El programa QE3 se basa en comprar bonos respaldados por hipotecas. 
La junta de gobierno del Banco Central autorizó compras por 40 mil millones de dólares mensuales por un tiempo indefinido

El jueves de la semana pasada Ben Bernanke puso todas las cartas en la mesa, dejando en claro la necesidad de estímulos en la economía estadounidense.

Con la decisión tomada por el Comité Federal de Mercado Abierto, se continúa una serie de programas monetarios por un tamaño probablemente jamás realizado por ningún Banco Central para afrontar una crisis financiera.

Con 11 votos a favor y solamente uno en contra, el del presidente de la Reserva de Richmond, Jeffrey M. Lacker, se tomaron tres decisiones distintas, las tres enfocadas a estimular la economía por medio del sistema financiero.

El Banco Central de Estados Unidos, a diferencia del mexicano, tiene un sistema de mandato dual, es decir, está encargado de dos funciones distintas: mantener la estabilidad de precios y promover el crecimiento económico.

En nuestro caso, Banxico solamente tiene injerencia en temas monetarios, así como mantener un nivel de inflación y tipo de cambio estable.

De esta manera, en caso de que la economía mexicana tenga altos niveles de desempleo y baja actividad económica, no es obligación de nuestro Banco Central intervenir, a menos que haya alteraciones en los precios y/o el tipo de cambio.

En el caso de estas decisiones que tomó la Reserva Federal, vemos preocupaciones por el estado de la economía en cuestiones de falta de empleo y una lenta recuperación de la actividad económica, tal como lo publicó la minuta de la junta.

Compras de bonos

La decisión que más esperaba el mercado era sobre el tercer programa de relajación monetaria, popularmente conocido como QE3.

Este programa se basa en la compra de bonos respaldados por hipotecas, la junta de gobierno del Banco Central autorizó compras por el monto de 40 mil millones de dólares mensuales, por un tiempo indefinido.

En una conferencia de prensa, Bernanke dejó entrever que este programa seguirá por más meses en caso de que el mercado laboral no mejore.

Esto a raíz de los bajos números de creación de empleos que han venido gestionándose en los últimos meses.

Si bien la tasa de desempleo no aumentó significativamente a mediados de año, el dato de nuevos empleos sí fue un tanto desesperanzador. Esto fue uno de los indicios de que la Reserva Federal haría algo al respecto.

Con esta medida se espera que la tasa de desempleo pueda bajar hasta su nivel natural.

Extienden 
la Operación Twist

Con la Operación Twist adoptada por la Fed se tiene la meta de reducir la tasa de interés de la deuda de gobierno de largo plazo.

Para asegurar que la inflación no aumente fuertemente, lo que se hace es que el Banco Central intercambia deuda de corto plazo, por deuda de largo plazo. De esta manera no se está aumentando la base monetaria.

La idea es que al recortar la brecha entre el interés del bono de gobierno de largo y corto plazo, la gente va a preferir tener su dinero en bonos más líquidos.

Esto causa que en general exista un mayor nivel de liquidez en la economía, lo cual puede afectar positivamente en el ingreso.

Entre este programa y el mencionado anteriormente, los valores en cartera de largo plazo del Comité de Mercado Abierto aumentarán en 85 mil millones de dólares cada mes.

Es importante subrayar de nuevo que no se tiene una periodicidad específica para estos programas, depende del estado de la economía.

Tasa de interés 
en el suelo

La acción menos radical que el Banco Central había tomado seguirá en pie, de esta forma la tasa de interés interbancaria que determina esta institución seguirá estando entre cero y 0.25 por ciento.

Según la minuta publicada por la Reserva Federal, por lo menos hasta el 2015 seguirá operando esta política.

Ben Bernanke termina su mandato al frente de la Fed en enero del 2014, por lo que probablemente es la última decisión tan fuerte que tomará como autoridad monetaria en caso de no reelegirse en el cargo.

Las acciones que ha tenido que tomar en los últimos años son un reflejo de la creciente complejidad en el sistema financiero a nivel mundial.

El Banco Central Europeo está por comenzar un programa que tal vez sea de una escala parecida.

Estas acciones denotan una preocupación profunda por el estado de la economía actual, y si Estados Unidos corre peligros de regresar a una recesión, México debería estar preocupado por su alta dependencia con dicho país.

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