Las facciones políticas, las administraciones y hasta los grupos de poder buscan posicionar  en la opinión pública su perspectiva acerca de la economía, el gran tema a discusión dentro de la considerada región más desigual del mundo. Foto: Especial

La necesidad de disputar el relato económico en latinoamérica ha sido decisiva para los gobiernos progresistas

¿Qué tan importante resulta posicionar la perspectiva que tiene un grupo político o un gobierno sobre el estado de la economía de su país? Aquí la respuesta de líderes y analistas latinoamericanos

El desempeño económico de diversas naciones latinoamericanas contrasta con las narrativas que se generan desde los medios de comunicación, que tergiversan datos y logros con el afán de moldear la opinión pública y decantar disputas políticas, de acuerdo con analistas y exmandatarios de la región.

Desde México, hasta Argentina, se vive un contienda por ejercer el poder económico, el político y hasta el mediático; donde el posicionamiento de grandes versiones de los sucesos resulta fundamental para ganar terreno en la disputa, y donde cuestiones como el desempeño del Producto Interno Bruto, el aumento o disminución de la pobreza y hasta el ejercicio del gasto público figuran como los relatos clave para que la ciudadanía apoye o no una administración.

Por ello, las facciones políticas, las administraciones y hasta los grupos de poder buscan posicionar en la opinión pública su perspectiva acerca de la economía, el gran tema a discusión dentro de la considerada región más desigual del mundo, según los datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe; y donde los medios de comunicación han tomado un rol determinante, ya que actualmente un ejército no puede invadir a voluntad un territorio, pero la desinformación, si lo puede hacer, de acuerdo con Rafael Correa, expresidente de Ecuador.

“Los medios son los instrumentos para mantener el estatus quo y establecer lo que Gramsci llamaba la cultura hegemónica; hablar de liberalismo es un buen producto de marketing, suena a algo parecido a la libertad ¿Quién puede estar en contra de la libertad? Pero primero hay que definir el concepto de libertad; para un sector significa la no intervención, que el pez gordo se coma al pequeño,  que en una comunidad de lobos y ovejas, todos estén libres; para otro la libertad es la no dominación, capacidades básicas para todos, igualdad de oportunidades”, expone el también economista.

Y es que, en el marco del conversatorio “El rol de los medios de comunicación en América Latina” periodistas y políticos de la región han coincidido en el hecho de que la neutralidad de canales de televisión y estaciones de radio queda en entredicho al observar cómo han operado dentro de sus países a partir del manejo de temas como el encarecimiento de los bienes y servicios o el desempleo, por ejemplo.

El debate económico es una batalla que se debe librar

Ante la necesidad de ganar el relato económico para que la población no vea intervenida su percepción sobre lo que sucede en el acontecer diario, y con una gran cantidad de información disponible, que en todo caso puede llegar a entretener, pero no a informar, Alfredo Serrano Mancilla, director ejecutivo del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica(Celag), considera que es imperativo entrar al debate por dar a conocer aquellos aspectos que han generado un avance, en términos de mejorar la calidad de vida de los latinoamericanos.

“Hay que disputar el sentido de cada dato y no rehuir a las discusiones matemáticas, a los datos más duros de la economía; los gobiernos progresistas latinoamericanos tienen el desafío de no esquivar los debates más cuantitativos, no abandonar las batallas estadísticas siempre y cuando no se generen análisis deshumanizantes como los que se dan hoy en día”, puntualiza a Reporte Índigo, Mancilla.

De lo anterior que, la reducción de la pobreza alcanzada en naciones como Brasil, Bolivia y México, por mencionar,  o el fortalecimiento de aparatos estatales, y los beneficios para la población que pueden derivar de ello, deberían de formar parte de la discusión pública diaria como respuesta a las narrativas que manejan los grandes medios corporativistas, señala en investigaciones previas el Celag.

Todo forma parte de la contienda por el poder de la región

El posicionamiento de las narrativas económicas, toda vez que cuentan con un respaldo real, reflejan el estado actual por el que atraviesa la región, ya que gobiernos considerados progresistas han visto interrumpidos sus mandatos por opciones más radicales y conservadoras, como el caso argentino o el peruano, naciones que han visto drásticamente reducido el rol de sus Estados, y donde los beneficios relacionados con la asistencia social han disminuido; un escenario que amenaza con repetirse próximamente en Chile, o incluso en México.