Operación Bratislava

En el discurso oficial, Washington y Bruselas sostienen que las negociaciones de la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP por sus siglas en inglés) siguen en pie. Sin embargo, tanto Estados Unidos como la Unión Europea han encontrado que existen fuertes resistencias políticas internas contra el tratado.

 

Rodrigo Carbajal Rodrigo Carbajal Publicado el
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Las negociaciones son un fracaso, nadie cree que van a alcanzar una conclusión exitosa”
Matthias FeklMinistro de Comercio de Francia
Las pláticas del acuerdo de libre comercio con Estados Unidos deberán de reiniciarse bajo una nueva denominación y bajo nuevas directrices” 
Reinhold MitterlehnerMinistro de Economía de Austria

En el discurso oficial, Washington y Bruselas sostienen que las negociaciones de la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP por sus siglas en inglés) siguen en pie. Sin embargo, tanto Estados Unidos como la Unión Europea han encontrado que existen fuertes resistencias políticas internas contra el tratado.

 

La semana pasada, los ministros de comercio de la Unión Europea se reunieron en Bratislava. Como precedente, el ministro de Economía de Austria y el ministro de Comercio de Francia refirieron, de manera independiente, que las negociaciones del TTIP deberían ser suspendidas temporalmente.

 

Reinhold Mitterlehner, el funcionario austriaco, dijo a medios alemanes: “Las pláticas del acuerdo de libre comercio con Estados Unidos deberán de reiniciarse bajo una nueva denominación y bajo nuevas directrices”.

 

La postura fue complementada por la declaración del ministro francés Matthias Fekl de que Estados Unidos ha realizado demandas excesivas y ha comprometido muy poco: “Las negociaciones son un fracaso, nadie cree que van a alcanzar una conclusión exitosa”.

 

El posicionamiento de ambos ministros ocurre en un contexto de efervescencia política en ambos 

lados del Atlántico. 

 

En Estados Unidos, los dos candidatos punteros en la elección presidencial han evocado una retórica proteccionista en sus discursos de política económica.  Tanto Hillary Clinton como Donald Trump se han manifestado abiertamente en contra del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP por sus siglas en inglés), un tratado espejo del TTIP que reúne a doce países de Asia y América.

 

En Europa, Francia y Alemania, los líderes de facto de la Unión Europea, celebrarán elecciones el siguiente año. Asimismo, la salida de Reino Unido de la asociación multinacional (Brexit) estuvo acompañada de un tufo de oposición al libre comercio.

 

Con el Brexit, Estados Unidos perdió al principal promotor del libre mercado en Europa, un aliado cuya influencia ya no será decisiva para aprobar el TTIP.

 

Ante la creciente insistencia de detener el tratado, tanto de grupos de presión como de oficiales gubernamentales, la iniciativa privada europea ha expresado su preocupación.

 

La semana pasada, un grupo de 12 asociaciones francesas del sector privado hizo un llamado para la continuación de negociaciones que puedan alcanzar objetivos ambiciosos y balanceados.

 

“Simplemente darse por vencidos  en este proyecto transatlántico de trascendencia histórica, después de sólo tres años de negociaciones, nos parece una decisión extremadamente preocupante”.

 

El mes pasado, Sigmar Gabriel, el ministro de Economía y Vicepresidente de Alemania, refirió que las pláticas con Estados Unidos estaban “acabadas de facto”.

 

Contagio proteccionista

 

El halo de incertidumbre política que rodea al TTIP pone en duda el objetivo de la administración del presidente estadounidense Barack Obama de aprobar este tratado antes de que termine su mandato en enero.

 

Este gobierno pretendía aprobar los dos mayores acuerdos comerciales en la historia, TPP y TTIP, con el fin de “establecer las reglas del capitalismo del siglo XXI”.

 

Analistas advierten que si la retórica proteccionista se impone en Europa, las posibilidades de aprobación del TPP también se verán reducidas. Este acuerdo, del cual México forma parte, es considerado por la Secretaría de Economía como la actualización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

 

En un momento en el que los candidatos punteros en la elección presidencial de Estados Unidos han hecho un llamado a revisar el TLCAN, la aprobación del TPP se vuelve vital para el modelo de crecimiento económico de México.

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