Locura mexicana

La política económica mexicana de las últimas tres décadas hace homenaje al adagio de Einstein que dice que la definición de locura es seguir haciendo lo mismo esperando resultados diferentes.

Ayer, el INEGI publicó que la tasa de crecimiento del producto interno bruto (PIB) de México en el 2016, corregida por estacionalidad, fue de 2.1 por ciento.  La cifra se encuentra debajo de la tendencia de largo plazo de la economía mexicana, que se ha expandido a una razón anual de alrededor de 2.3 por ciento en los últimos 30 años.

El 53 por ciento de la población cuenta con un ingreso debajo de la línea del bienestar, de acuerdo al Coneval. En estas condiciones, es imposible voltear al mercado interno, dejando el crecimiento económico a la deriva
México ha privilegiado un modelo de estabilidad macroeconómica y de crecimiento basado en las exportaciones que no ha podido sobreponerse a fallas estructurales de la economía

La política económica mexicana de las últimas tres décadas hace homenaje al adagio de Einstein que dice que la definición de locura es seguir haciendo lo mismo esperando resultados diferentes.

Ayer, el INEGI publicó que la tasa de crecimiento del producto interno bruto (PIB) de México en el 2016, corregida por estacionalidad, fue de 2.1 por ciento.  La cifra se encuentra debajo de la tendencia de largo plazo de la economía mexicana, que se ha expandido a una razón anual de alrededor de 2.3 por ciento en los últimos 30 años.

México ha privilegiado un modelo de estabilidad macroeconómica y de crecimiento basado en las exportaciones que no ha podido sobreponerse a fallas estructurales de la economía como los bajos niveles de productividad y la ausencia de un estado de derecho cabal.

Esto queda perfectamente ejemplificado en el historial de crecimiento de la administración de Enrique Peña Nieto. El país creció 1.4 por ciento en 2013, 2.3 por ciento en 2014, 2.6 por ciento en 2015 y se espera que la expansión de 2017 sea de 1.5 por ciento.

Las cifras se encuentran alrededor de la tendencia de largo plazo, con excepciones que ejemplifican una desaceleración. El consenso de analistas refiere que en el 2013 el gobierno se tardó en ejercer el gasto público y que el 2017 estará marcado por el deterioro de expectativas derivado de la incertidumbre generada por la retórica proteccionista del gobierno de Estados Unidos, nuestro principal socio comercial.

Reformas desvanecidas, exportaciones en peligro

La promesa oficial de que México podría crecer a tasas de 5 por ciento a finales de este sexenio es recordada como una expresión desafortunada. El ciclo de reformas estructurales que promovió la administración de Peña Nieto, el cambio económico de mayor relevancia desde la implementación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, ahora se entiende como un esfuerzo necesario para estimular el crecimiento, mas no un esfuerzo suficiente.

El crecimiento potencial de México se ha deteriorado de manera significativa en la época reciente. El crecimiento anual promedio del PIB en los últimos 15 años es de 2.17 por ciento. El de los 10 diez años, que incluye el periodo de la Gran Recesión, es de 1.88 por ciento. Si se evalúan las cifras de crecimiento de PIB per cápita, las perspectivas son aún menos alentadoras.

Al inicio del sexenio, la prioridad evidente de la administración de Peña Nieto fue la implementación de las reformas estructurales. La liberación de los sectores de energía y telecomunicaciones, así como los cambios al marco laboral, de competencia y del sistema financiero pretendían quitar “cuellos de botella” a la economía nacional.

El gobierno ofreció un diagnóstico que emocionó al mundo. El país se convirtió en la promesa emergente que los inversionistas y medios internacionales conocieron bajo el concepto del Mexican Moment.

Hoy, esa promesa se ha desvanecido. Independientemente de si las reformas lograron o no sus objetivos específicos, el escenario global de la economía mexicana se encuentra opacado por las amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de acabar con el status quo en la relación comercial con México.

De los 374 mil millones de dólares que México exporta anualmente, el 80 por ciento del valor de estos bienes y servicios se destina hacia Estados Unidos. El objetivo explícito de Trump es el de reducir el déficit comercial de 63 mil millones de dólares que Estados Unidos mantiene con México. Este enfoque amenaza a la industria mexicana de exportación, el único sector de la economía que crece y se moderniza de manera consistente.

Esta semana, el Banco Mundial publicó un reporte en el que advierte que el crecimiento de la actividad comercial en el mundo está seriamente amenazada por distintos factores: la incertidumbre de política económica, el creciente proteccionismo (exhibido aún antes del triunfo electoral de Trump), así como el potencial desmantelamiento de acuerdos comerciales.  México es la exhibición patente de este fenómeno.

Mercado interno: hoy no es opción

El modelo de crecimiento basado en las exportaciones ha relegado el fortalecimiento del mercado interno a un segundo plano.

Esto deja sin opciones a la economía mexicana en caso de que la renegociación de la relación comercial entre México y EU derive en el peor escenario previsto por las autoridades económicas del país: bloqueo de las exportaciones mexicanas mediante cuotas y aranceles y un eventual congelamiento de la inversión extranjera directa.

Las condiciones del mercado interno son raquíticas: el subempleo, los bajos salarios y la informalidad son sus características más relevantes.

Datos del INEGI muestran que el 57 por ciento de la población ocupada labora en el sector informal, un ente de baja productividad,que no garantiza el acceso a servicios de seguridad social.

Esto explica, parcialmente, el hecho de que el 48 por ciento de la población no percibe más de dos salarios mínimos al día, según información de la economista Norma Samaniego.

El resto de la explicación yace en una política salarial inamovible que ha hecho de México un país con costos laborales inferiores a China.  Carlos Capistrán, economista en jefe de Bank of America Merrill Lynch México, estima que, en el 2003, el salario por hora del sector manufacturero en el país era 183 por ciento mayor que en China. En el 2016, la cifra fue 40 por ciento menor.

En México, el 53 por ciento de la población cuenta con un ingreso debajo de la línea del bienestar, de acuerdo al Coneval. En estas condiciones, es imposible voltear al mercado interno, dejando el crecimiento económico a la deriva.

En el mismo rango

El historial de crecimiento de esta administración ejemplifica los alcances de las políticas económicas predominantes de los últimos 30 años (Tasa de crecimiento del PIB anual, con cifras originales)

1.4% 2013

2.3% 2014

2.6% 2015

2.3% 2016

1.5% 2017

*Expectativa promedio de la Encuesta a especialistas del sector privado elaborada por Banco de México

Los diferentes PIBs

El INEGI publica diferentes cifras del producto interno bruto, la variable que mejor engloba la actividad económica de un país (Crecimiento)

 0.7%

Tasa trimestral

4T2016 frente a 3T2015

 2.4%

Tasa anual

4T2016 frente a 4T2015

 2.1%

Tasa de todo el año

Promedio de tasas de crecimiento de los 4 trimestres del año (corregida por estacionalidad)

 2.3%

Tasa de todo el año

Promedio de tasas de crecimiento de los 4 trimestres del año sin corregir por efecto calendario (cifras originales)

Fuente: “México, ¿cómo vamos?, INEGI

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