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Otro golpe a la economía

La economía mexicana se encuentra en un punto de inflexión, pasando de un auge moderado, impulsado por el mercado interno, a una desaceleración de casi todos los componentes del producto interno bruto.

El viernes el INEGI reportó que el índice de confianza de consumidor de junio presentó una caída anualizada de 1.77 por ciento, su quinto retroceso consecutivo. Esto reforzó la creciente percepción de que la actividad económica está por iniciar una tendencia descendente, generada a partir de una caída súbita en los principales indicadores de la economía mexicana.

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es la caída mensual del IGAE en abril, la baja más pronunciada desde el 2009

La economía mexicana se encuentra en un punto de inflexión, pasando de un auge moderado, impulsado por el mercado interno, a una desaceleración de casi todos los componentes del producto interno bruto.

El viernes el INEGI reportó que el índice de confianza de consumidor de junio presentó una caída anualizada de 1.77 por ciento, su quinto retroceso consecutivo. Esto reforzó la creciente percepción de que la actividad económica está por iniciar una tendencia descendente, generada a partir de una caída súbita en los principales indicadores de la economía mexicana.

El último reporte de consumo privado presentó una baja mensual de 2.21 por ciento, lo que significa el retroceso más pronunciado desde el 2009, año en que la economía mexicana se contrajo 4.7 por ciento.

Esto rompe una tendencia en la que el consumo interno, ante el debilitamiento del sector externo,  se convirtió en el principal motor de crecimiento en México.

Por otra parte, el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) de abril registró un descenso mensual de 1.2 por ciento,  la peor caída en los últimos siete años. Al interior del IGAE, el componente que mostró la baja más importante fue el sector servicios. Después de la crisis global de 2008, las exportaciones y el sector servicios fueron los referentes de la recuperación de la economía mexicana.

A lo anterior se suma una caída mensual de la inversión fija bruta de 1.6 por ciento en el mes de abril. El componente de manufacturas del producto interno bruto industrial de México ha seguido una tendencia descendente desde el último trimestre de 2014.

La pérdida de dinamismo del sector manufacturero mexicano responde a una desaceleración de la economía de Estados Unidos, destino de 80 por ciento de las exportaciones de México. En abril y mayo de este año, la producción industrial estadounidense cayó 1.3 por ciento frente al mismo periodo del año pasado.

Esto se ha visto reflejado en una caída significativa de las exportaciones manufactureras de México, marcando el final de un boom que fungió como el principal motor de crecimiento posterior a la recesión de 2009.
 
Expectativas a la baja
 
La desaceleración de la economía mexicana ya se ha vuelto patente en la reducción de expectativas de crecimiento por parte del gobierno, las instituciones financieras y los organismos multilaterales.  El Banco de México refiere que, en enero, la firma Consensus Forecasts mantenía un pronóstico de crecimiento económico para México de 2.7 por ciento. La proyección se redujo a 2.4 por ciento en mayo.

Asimismo, la última encuesta quincenal que realiza Banamex a especialistas de economía redujo su pronóstico promedio de crecimiento económico en México a 2.3 por ciento, cifra que se encuentra en línea con la trayectoria que ha seguido el producto interno bruto en los últimos treinta años.

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