Nuevo esquema corporativo después del confinamiento
El nuevo paradigma laboral impulsado por las medidas de confinamiento generó la disminución en la demanda de oficinas, pero también la evolución del sector
María Fernanda NavarroEl trabajo desde casa, las medidas de sana distancia implementadas en diversos sectores económicos ante la pandemia por COVID-19 e incluso las pérdidas económicas generadas por el confinamiento, no sólo disminuyeron la demanda de renta y venta de oficinas, sino que está impulsando modificaciones en este y otros subsectores del mercado inmobiliario en México.
La demanda de espacios corporativos en el país disminuyó 43 por ciento, en el periodo de noviembre de 2019 a mayo de 2020, de acuerdo con datos del Reporte Inmobiliario 2020 de Lamudi.
En tanto que a nivel nacional se han cancelado aproximadamente cinco mil contratos de arrendamiento de corporativos, afirma Daniel Narváez director de marketing de esta misma empresa.
“Las empresas estaban demandando un mayor espacio corporativo, pero tras el reto de tener este confinamiento se dieron cuenta que podían seguir siendo productivos y que podrían seguir operando, lo cual de alguna manera desaceleró sus intenciones en el tema de volver a colocar un espacio para todo su equipo”, detalla.
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Esta fue la caída más dramática entre los subsectores de la industria inmobiliaria del país, toda vez que el sector residencial aumentó su demanda en seis por ciento, el sector industrial siete por ciento y la solicitud de espacios comerciales disminuyó en 34 por ciento.
Los espacios laborales no volverán a operar como en el pasado, incluso ante una eventual disminución en la tendencia de contagio por COVID-19 y la desescalada de medidas de confinamiento. Aproximadamente 64 por ciento de las empresas en el país planean establecer esquemas permanentes de trabajo remoto, apunta un estudio elaborado por PwC, una de las firmas de consultoría más reconocidas del mundo.
También existen planes para reconfigurar los sitios de trabajo con el objetivo de promover el distanciamiento físico en al menos 44 por ciento de las empresas, detalla el estudio.
En la Ciudad de México, por ejemplo, la vacancia en espacios de oficinas registró su nivel más alto en los últimos años con 17.6 por ciento en el segundo trimestre de 2020, debido a la combinación de exceso de oferta y baja demanda, según datos del reporte JLL Research, Mercado de Oficinas de América Latina.
Este mismo reporte señala que el promedio del alquiler de oficinas se redujo ligeramente durante este periodo de 24.71 a 24.25 dólares por metro cuadrado por mes.
Este panorama es considerado en el reporte de JLL como favorable para los inquilinos, quienes han estado solicitando a los propietarios reducción de alquileres, descuentos o protecciones contra alzas de tipo de cambio, al tiempo que las renovaciones de contratos se dan por plazos más cortos.
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La flexibilización de cláusulas y contratos ha sido un elemento clave en el sector durante este tiempo en el que las empresas también han registrado disminución de ingresos.
“Esperamos un nuevo diseño de nuevas normas comerciales para contratos, tarifas o esquemas de cotización, esto orientado estratégicamente hacia un perfil de uso productivo según la plaza y vocación productiva de cada ciudad”, apunta Leonardo González, analista real estate en Propiedades.com.
Centralidad de la vivienda tras el confinamiento
Los cambios provocados por la pandemia de COVID-19, lejos de ser un panorama negativo para el mercado inmobiliario, que aporta 11.1 por ciento del PIB del país, advierten una evolución en este sector, apuntan expertos.
En el mediano plazo, por ejemplo, se requerirán espacios de oficinas más grandes y funcionales para poder integrar todas las medidas de “sana distancia” entre los empleados, asegura Narváez.
Pese a este pronóstico se espera que en el primer semestre de 2021 el crecimiento de este sector continúe sin alcanzar el dinamismo que se registró hasta antes de las medidas de confinamiento en el país.
Pero uno de los efectos más evidentes en el mercado inmobiliario es la reconfiguración de la vivienda como “un bien raíz central” y la migración en la demanda de inmuebles a “ciudades secundarias”.
Estar obligado a trabajar desde casa no por una semana o dos semanas, sino un par de meses y al estar pagando una renta mucho más cara por querer estar cerca de la oficina, significó voltear a ver otra colonia en donde pueda encontrar un inmueble más barato, también porque buena parte de la población han visto reducidos sus ingresos en un 20 o hasta 50 por ciento, eso genera que la gente voltee a ver a colonias y hasta ciudades secundarias
Los estados que más se han visto beneficiados con esta tendencia son el Estado de México, Querétaro, Guadalajara y Mérida, afirma el director de marketing de Lamudi.
