Durante 2022 Latinoamérica registró un crecimiento de casi cuatro por ciento, el empleo repuntó y el sector de los servicios mostró una recuperación. Foto: Especial

Latinoamérica resistió los choques a la economía, pero 2023 no se pronostica más fácil

Aunque hay optimismo en torno a la merma en la inflación, los pronósticos de crecimiento en la región aún son poco positivos, una situación que podría derivar en aumento del malestar social

Los países latinoamericanos resistieron la inflación histórica, el aumento de las tasas de interés, la lenta recuperación en las cadenas de suministro mundial, pero registraron una expansión económica durante 2022.

Lo anterior no significa que para el 2023 la región tenga un año sencillo en materia económica, de hecho estas tensiones podrían derivar en el aumento del malestar social, advierte el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Durante 2022 Latinoamérica registró un crecimiento de casi cuatro por ciento, el empleo repuntó y el sector de los servicios, que fue uno de los más afectados por la pandemia de COVID-19, mostró una recuperación. En el caso de América del Sur se registró un crecimiento de 3.9 por ciento el año pasado y en América del Norte fue de 2.2 por ciento.

Sin embargo, para el 2023 se espera una desaceleración en América Latina con un crecimiento del Producto Interno Bruto de dos por ciento, así como en los dos polos de la región, en América del Norte el salto sería de 1.4 por ciento y en América del Sur 1.5 por ciento.

El organismo internacional también señala que las presiones inflacionarias están mermando en muchos países, esto gracias a las acciones inmediatas y decisivas de los bancos centrales y el descenso de los precios mundiales de los alimentos y la energía.

Por ejemplo, en América del Sur el aumento anual de los costos en productos y servicios durante el 2022 fue de 18.3 por ciento, pero se pronostica que para el 2023 este incremento anual alcance los 12.7 por ciento. En el caso de América del Norte el incremento en la inflación fue de 6.9 por ciento durante 2022, pero para este año se calcula un salto interanual de 2.8 por ciento.

En México, por ejemplo, el banco central ha llevado a la tasa de interés a un nivel de 10.50 por ciento, el más alto alcanzado desde que el banco central adoptó como objetivo operacional la tasa de fondeo. Banxico ha establecido una  política monetaria espejo a la aplicada por la Reserva Federal de Estados Unidos , pero inició el aumento de tasas mucho antes que la institución estadounidense y se prevé que modere la magnitud del alza en las próximas decisiones de política monetaria.

Presiones sociales

El organismo internacional también alerta que los niveles de vida de las personas continuarán disminuyendo en un entorno de incertidumbre mundial lo que provocará “un mayor grado de ansiedad con respecto al futuro”.

“El creciente malestar social y la menor confianza en las instituciones públicas han sido una tendencia destacada en la región desde hace algún tiempo. Las tensiones sociales sin duda se vieron exacerbadas durante la pandemia. Los más pobres -en particular aquellos cuyos empleos consistían en servicios en persona- se llevaron la peor parte de las consecuencias económicas”, detalla.

De hecho, entre el 2019 y 2021, por cada 100 pesos de riqueza que se crearon, 21 se lo quedaron el uno por ciento más rico del planeta, mientras que 0.40 pesos fueron para el 50 por ciento más pobre, apunta un estudio de Oxfam México publicado en enero de este año.

Sobre estas presiones sociales, también ya han advertido organismos como el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) a través del  “Global Risk Report 2023”. Este reporte señala que la poca accesibilidad a las necesidades más básicas podría derivar en inestabilidad política, tan sólo el año pasado el aumento de los costos de la gasolina provocaron protestas en 92 países, algunos de los cuales resultaron en agitación política y muertes.

“El impacto de  inseguridad seguirá sintiéndose más agudamente en los estados ya vulnerables (…) pero también puede exacerbar la inestabilidad en países que enfrentan crisis alimentarias y deudas simultáneas”, explica el reporte.

Necesaria estabilidad económica

De acuerdo con el FMI las políticas públicas de la región deberán centrarse en lograr la estabilidad económica, estimular el crecimiento y la creación de empleo, fomentar la iniciativa empresarial y atender las urgentes necesidades sociales.

Específicamente advierte de la necesidad de que la política fiscal se enfoque en el gasto social, además señala la importancia de aumentar impuestos a los habitantes más ricos de los países, de lo contrario la confianza en los gobiernos continuará viéndose socavada.

Asimismo explica la importancia de que los bancos centrales no cesen en su lucha para reducir la inflación, pero advierte que en muchas economías de la región se aproxima el fin de los aumentos de tasas de interés, aunque es muy probable que por el momento permanezcan en niveles altos.

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