La presencia de la fuerza de trabajo migrante, y su expresión a partir de las remesas, han proporcionado un ingreso vital para millones de familias, además de resistir ante los prejuicios y hasta el panorama adverso de la actividad económica del país al que llegan. Foto: Especial

Fuerza de trabajo migrante y remesas, los factores que impulsan al país y al mundo

La mano de obra migrante, y su expresión a partir de las remesas han tomado un papel fundamental dentro de la economía mexicana e internacional

La presencia de la fuerza de trabajo migrante, y su expresión a partir de las remesas, han proporcionado un ingreso vital para millones de familias, además de resistir ante los prejuicios y hasta el panorama adverso de la actividad económica del país al que llegan, tal como sucede en México y más allá de sus fronteras.

La urgencia por buscar una mejor calidad de vida ante un escenario que no ofrece oportunidades ni certidumbre ha orillado a millones de personas para movilizarse de sus países de origen y buscar un lugar donde se pueda generar un ingreso digno y poder apoyar a sus familias, aunque sea a miles de kilómetros de distancia.

Tal es la magnitud del trabajo que los migrantes realizan lejos de su hogar, que el Banco Mundial ha señalado sobre el flujo de las remesas hacia países de ingreso bajo y medio una estimación de hasta 669 mil millones de dólares en 2023; cuestión que también se refleja en el caso mexicano, donde más de 11 millones de personas nacidas en el país, pero radicadas en Estados Unidos, han logrado enviar 63 mil 453 millones de dólares durante los últimos 12 meses, de acuerdo a los datos del Banco de México.

“En un mundo cada vez más globalizado se están disolviendo las fronteras en torno al concepto del dinero. Como resultado de la mayor digitalización, los retos geopolíticos, la crisis de refugiados y migrantes, una pandemia global y la expansión de corporaciones extranjeras, las remesas internacionales formales han aumentado de forma constante en todo el mundo”, ha destacado Mastercard en un estudio sobre las remesas.

Sin embargo, lo anterior no implica que el migrante, su fuerza de trabajo y el recurso económico que genera sean considerados en un marco de igualdad y respeto por parte de empleadores y hasta la población que les rodea, cuestión que ha derivado en múltiples violaciones a los derechos humanos de dicho grupo poblacional, como lo ha documentado la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas.

“Las violaciones de los derechos humanos de los migrantes pueden incluir la denegación de derechos civiles y políticos, como la detención arbitraria, la tortura o la falta de garantías procesales, así como derechos económicos, sociales y culturales como el derecho a la salud, la vivienda o la educación. La denegación de los derechos de los inmigrantes suele estar estrechamente relacionada con leyes discriminatorias y con actitudes de prejuicio o xenofobia”, señala el organismo internacional.

Prejuicio social y económico ante el otro, el gran reto que enfrentan los migrantes

La gran cantidad de señalamientos y hostilidades que reciben los migrantes alrededor del mundo vienen motivadas por prejuicios que se generan a partir de diversos factores, entre los que destacan la ignorancia, el miedo y hasta motivos políticos, como se sugiere en el análisis respecto al tema de la Organización Internacional para las Migraciones.

Sobre el ámbito económico y nacional, Gala Menéndez, responsable del Centro de Opinión Pública de la Universidad del Valle de México, señala en entrevista para Reporte Índigo que, a partir de un análisis de percepción sobre la migración que se desarrolla hacia el país, titulado “Perspectivas sobre las personas migrantes, su trayectoria y estancia en el territorio mexicano”, ha sido posible visibilizar el tipo de prejuicio que se genera sobre la mano de obra migrante.

“Nos dimos cuenta que las personas se incomodan cuando la población migrante se integra a roles en los que se les posiciona en una jerarquía similar a la del connacional o superior, pero cuando el migrante ocupa un rol de desventaja, se valida; es necesario acotar que no es una generalidad, pero ocurre de manera recurrente, también pasa que sus pares, o las personas en el mismo rango, son quienes le tratan como un igual, lo que ocasiona una condición de inclusión e intercambio cultural muy intensos, aunque ya no es igual con los jefes, quienes suelen ser los que los maltratan”, sostiene la investigadora.

Cuestión similar detectada por Oxfam México en su estudio de percepción sobre la migración en México “El muro mexicano”, en donde se ha detectado que, a pesar de aprobar el hecho de que las personas migrantes busquen una mejor calidad de vida fuera de sus naciones de origen, solo tres de cada 10 personas consideran que la migración es positiva para la economía del país.

Las remesas a futuro, un pilar de la economía mundial

Ante la paradoja de un mayor uso de mano de obra migrante a nivel mundial, y por ende nacional, que deriva en un aumento del envío de remesas, se prevé que la demanda de personas en dicha condición no decrezca, por encima incluso de los prejuicios y agendas que amenazan con cerrarles el paso o devolverles a su país de origen.

“Las remesas seguirán creciendo; está previsto que de aquí a 2050 más de mil millones de personas, en su mayoría de África y Asia Meridional, se incorporen a la población en edad de trabajar, en cambio, la población está envejeciendo en la mayoría de las economías, este desequilibrio demográfico incrementará la oferta y la demanda de trabajadores migratorios, por lo que las remesas seguirán constituyendo una fuente de ingresos estable para millones de personas y desempeñarán un papel vital en la economía mundial”, puntualiza el Fondo Monetario Internacional.