El valor de una primera oportunidad es invaluable para un emprendimiento y eso lo saben los grandes empresarios

Emprendimiento: el valor de la primera oportunidad

En estos momentos en que se requiere de una reactivación económica y el escenario es adverso es importante valorar a quien te echa la mano en las diferentes modalidades para iniciar con un emprendimiento; es válido pedir préstamos a familiares y amigos y ser cumplido

El valor de una primera oportunidad es invaluable para un emprendimiento y eso lo saben los grandes empresarios.

El primer impulso que recibió el empresario Jorge Monsalve fue por parte de su mamá a quien le pidió prestados 30 mil pesos para poner un negocio. Hoy es dueño de varias empresas exitosas y reconoce que sin ese primer impulso difícilmente hubiera llegado hasta donde está hoy.

Monsalve considera que los emprendedores deben de ver a esa persona o herramienta de crédito que les dio su confianza como un motivador importante para que el emprendimiento salga adelante, y corresponderle con buenos resultados.

“Siempre es muy bueno para todos tener una primera ayuda porque eso te impulsa, eso te hace, de cierta forma, sentirte comprometido con alguien, tener ese motor que muchas veces puede ser tu familia o tus hijos, pero otras veces ese motor es alguien que confió en ti para ese inicio, para ese nuevo proyecto”
Jorge MonsalveEmpresario

Recuerda que su mamá le prestó los primeros 30 mil pesos para arrancar con su negocio de exhibidores de productos. Con ese dinero pudo pagar renta y adecuar un pequeño espacio.

“Así fue como inicié mi primera empresa. Ella es de la vieja escuela, me comparaba con mis primos quienes ya trabajaban en algo estable, le pasaban dinero a sus papás y yo iba apenas iniciando. Le decía que era cuestión de paciencia, que tarde o temprano me iba a ir bien”, explica.

El escenario para el crédito de los emprendimientos, en este caso de Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) se ha visto afectado con la pandemia por COVID-19, de acuerdo con las estadísticas del Banco de México (Banxico), que indican que este camino fue diferente para las empresas consolidadas en el mercado.

Hasta marzo de 2021, por ejemplo, la participación del crédito a Pymes dentro del financiamiento al sector privado no financiero fue de 9.6 por ciento, por debajo de la participación del crédito al consumo que fue del orden de 22.8 por ciento, del crédito a la vivienda que ascendió a 23.5 por ciento y del crédito a empresas grandes con 44.2 por ciento y dentro del crédito a empresas esa cifra fue de 17.8 por ciento, de acuerdo con el documento “Indicadores Básicos de Créditos a Pymes. Datos a marzo de 2021”.

Emprendimiento, impulso de grandes empresas

Esta “primera oportunidad” también es muy importante identificarla y aprovecharla, ya que puede aparecer por diferentes vías y no necesariamente a través de una persona. La empresa Uber, por ejemplo, ofrece clases de manejo para algunas mujeres de zonas vulnerables de la CDMX.

Hoy tener el conocimiento para manejar un vehículo puede ser una diferencia para salir adelante, ya que a través de esta aplicación se puede tener acceso al trabajo, que reditúe en ganancias para salir adelante. Asimismo, la independencia económica puede favorecer a las mujeres para salir de un escenario de violencia doméstica.

“Algo importante que hemos aprendido es la vinculación entre la independencia económica y la respuesta a situaciones de violencia contra las mujeres, por ejemplo, los casos de violencia doméstica, el factor de tener acceso a un esquema de obtención de ganancias que sea flexible e independiente puede ser muy relevante”, explica Cecilia Román, gerente de comunicación en seguridad en Uber México.

Las mujeres que son madres de familia de zonas como Tláhuac e Iztapalapa se han involucrado en estos talleres, ya que les permite arrancar en su independencia económica de una forma lícita.

“Muchas veces la violencia física u otros tipos de violencia están muy conectadas, también con una violencia que se ejerce por el lado económico y con que no tengan las mujeres la independencia para encontrar la forma de salir de una situación de ese tipo”, explica la representante de la empresa de transporte.

En principio, tener esta oportunidad representa mucho para estas mujeres, así como para algunos marca la diferencia saber leer o tener conocimientos de otra lengua, como el idioma inglés, saber manejar un vehículo puede condicionar para tener mejores oportunidades de vida y sacar adelante a una familia.

Esta “primera oportunidad” puede abrir la senda para construir algo más grande, como un emprendimiento posterior y hasta la creación de una empresa que fructifique con el tiempo. Lo importante es identificar a esa mano amiga y jamás defraudarla.

Para un arranque en un negocio como el de Uber, las mujeres ni siquiera requieren de tener un auto. Las cifras indican que el parque vehicular de la empresa californiana en México apenas cuenta con 4 por ciento de mujeres.

La empresa requiere de más socias conductoras en principio para que también atiendan a mujeres usuarias que se sienten más cómodas cuando viajan con otra mujer.

“Queremos que sean más mujeres las que estén participando de la economía, las que estén obteniendo un beneficio”, explica Cecilia Román.

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