Profeco informó que hasta la fecha no se han presentado quejas o denuncias respecto a la clonación de boletos para conciertos

Conciertos caros, exclusivos y sin garantía de buena experiencia

Los conciertos están cada vez más enfocados a públicos con mayor poder adquisitivo, pero esto no garantiza que los consumidores de estos espectáculos tengan una buena experiencia con su compra

El próximo sábado 10 de diciembre Bad Bunny, artista del año según Apple Music, cierra la temporada de los grandes y cotizados conciertos que se dieron cita en los recintos masivos de las principales ciudades del país.

Los más de 90 mil asistentes a este espectáculo tuvieron que desembolsar sumas considerables de dinero, tener acceso a una tarjeta de un banco en específico y lograr comprar un boleto en la deficiente plataforma de venta y aún así no tienen garantizada su entrada al evento.

En el concierto del pasado sábado 3 de diciembre en Monterrey en el que se presentó en reguetonero de Puerto Rico, pero también en los recitales de Dua Lipa, Harry Styles y Daddy Yankee, se presentaron reclamos por la clonación de boletos o deficiencias en la plataforma de Ticketmaster para poder acceder a las entradas a estos shows.

Estas denuncias, la mayoría de ellas hechas de manera informal a través de redes sociales, no han obtenido algún tipo de acompañamiento o atención por parte de Ticketmaster, una actitud que puede ser provocada por la excesiva concentración del mercado a su favor.

“Es impensable que el vendedor de boletos en línea más grande de México, no se vea obligado a atender quejas de forma digital. En México observamos una concentración de mercado peligroso de Ticketmaster, y al mismo tiempo observamos una Profeco que dejó a los consumidores en completa indefensión por años. Es la cancha perfecta para que Ticketmaster pueda seguir con sus malas prácticas en el futuro”, afirma Maximilian Murck, director general de Tec-Check, organización de consumidores en línea.

Cuando Yuriko llegó a la entrada del Foro Sol para ingresar al concierto de Daddy Yankee, los empleados que dan el acceso le comunicaron que su boleto y de otro de sus acompañantes ya se habían utilizado.

“Adquirimos los boletos con cuatro meses de anticipación con la tarjeta de una compañera de trabajo porque nosotros no tenemos tarjeta de Banamex y los imprimí en mi casa. Pero ese día al llegar, la gente de las entradas nos dijeron que ya habían ingresado nuestros boletos, nos dieron instrucciones para ir a la taquilla más cercana y ahí nos dijeron que la reclamación la tenía que hacer directamente el titular de la tarjeta de crédito con la que se habían comprado los boletos”, detalla Yuriko.

A diferencia de personas que llegaron al Foro Sol desde otras partes del país y cuyo boleto había sido clonado, a Yuriko sí la apoyó la titular de la tarjeta de crédito y pudo acceder al recinto. Pero al tratar de documentar en video todo el proceso fue intimidada por los trabajadores de la taquilla y elementos policiacos de la Ciudad de México que le querían impedir grabar con su celular.

“Nadie de Ticketmaster se comunicó conmigo pese a que mis denuncias en Twitter se viralizaron, pero lo que si pasó es que muchas personas más me contactaron para contarme que a ellos les había pasado lo mismo… al final no hice una denuncia for mal porque yo no compré los boletos con mi tarjeta y no quería quitarle tiempo a la persona que nos hizo favor de comprarlos”, detalla la jóven.

Consumidores desprotegidos ante irregularidades en conciertos

La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) informó que hasta la fecha no se han presentado quejas o denuncias respecto a la clonación de boletos para conciertos, por lo que formalmente desconocen si los reclamos en redes son reales o no.

Pero la clonación de boletos no son los únicos señalamientos en contra de la boletera oficial de la mayoría de los conciertos en el país: Ticketmaster. En diciembre de 2021 la organización de consumidores en Línea, Tec-Check, entregó a la Profeco una queja colectiva de clientes de Ticketmaster por incumplimiento en el reembolso de entradas a conciertos cancelados o pospuestos por la emergencia sanitaria.

“Evidenciamos en Tec-Check como Ticketmaster jinetea el dinero de miles de consumidores, especialmente durante la pandemia. Vendieron boletos para eventos culturales, los eventos fueron cancelados durante la pandemia y Ticketmaster sigue rechazando reembolsar el dinero, todo bajo la indiferencia de la Profeco”, señala Murck.

De acuerdo con datos de esta organización, desde 2021 hasta septiembre de este año la boletera recibió 206 quejas en las oficinas físicas de la Profeco de las cuales apenas 18 han llegado a una conciliación a favor de los consumidores.

Cabe destacar que el costo de un boleto para asistir a uno de estos eventos masivos oscila entre los 800 y cinco mil pesos, eso limita el acceso a la mayoría de la población si se toma en cuenta que únicamente seis por ciento de la población con trabajo formal gana más de 15 mil pesos.

Para poder comprar estos boletos a través de la plataforma virtual de Ticketmaster es necesario contar con una tarjeta de crédito o débito, lo que descarta a 54 por ciento de la población mexicana que no cuenta con una tarjeta de crédito o 3 por ciento que no tienen tarjeta de débito, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2021.

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