China prefiere la paz

El gobierno de Xi Jinping estaría dispuesto a claudicar frente a Estados Unidos en sectores como el financiero y en la exportación de carne de vaca, con tal de reducir la tensión generada por el desequilibrio comercial.

45%
Fue el arancel que Trump prometió aplicar a las importaciones desde China
La semana pasada, los mandatarios de ambos gobiernos sostuvieron un encuentro en Florida, donde surgió un acuerdo para acelerar las negociaciones comerciales para tener resultados concretos en un plazo de 100 días

El gobierno de Xi Jinping estaría dispuesto a claudicar frente a Estados Unidos en sectores como el financiero y en la exportación de carne de vaca, con tal de reducir la tensión generada por el desequilibrio comercial.

Las conversaciones entre las autoridades chinas y estadounidenses ocurre en un momento, que los tres organismos mundiales, el Fondo Monetario Internacional, la Organización Mundial del Comercio y el Banco Mundial presentaron un informe conjunto para instar a los gobiernos sobre los efectos negativos que el comercio global ha tenido en el empleo manufacturero y en los trabajadores de estas  comunidades, en particular en las economías avanzadas.

“La evidencia reciente sobre el efecto de la competición por empleos manufactureros en ciertos lugares de Europa y Estados Unidos demuestra lo severo que pueden ser tales impactos ante la ausencia de políticas que los acompañen”, indicó el informe presentado ayer en Berlín.

Agregó que el papel del comercio en la economía global está en una encrucijada crucial.

La posibilidad de que China flexibilice el acceso a Estados Unidos en áreas como el sector financiero fue informado por el diario Financial Times, que citó a las autoridades de ambos lados cercanas a la negociación.

En campaña, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump prometió frenar la entrada de productos con un arancel de 45 por ciento.

También acusó al país asiático de mantener su moneda (yuan) artificialmente baja, lo que  a su parecer ha provocado la pérdida de empleos en Estados Unidos, y creado una enorme brecha entre lo que importan y exportan de China.

La acusación fue descalificada por académicos como Eswar Prasad, de la Universidad de Cornell, quien dijo que la devaluación de la moneda china para obtener una ventaja injusta para sus exportaciones no está sustentada en datos económicos. 

Compromiso sencillo

La semana pasada, los mandatarios de ambos gobiernos sostuvieron un encuentro en Florida, donde surgió un acuerdo para acelerar las negociaciones comerciales bilaterales para tener resultados concretos en un plazo de 100 días, precisó Financial Times. 

“Las dos concesiones, en materia de finanzas y carne de res son relativamente sencillas de adoptar por parte de China”, agregó.

El presidente estadounidense prometió que nombraría oficialmente a China como manipulador de moneda, en el primer día de su mandato, lo cual no cumplió y ni lo hará, por el comportamiento reciente de China, y ante el riesgo de alterar lo que ha sido un útil comportamiento chino durante el año pasado, expuso David Dollar, experto en el tema del Brookings Institution.

 Como parte del compromiso adquirido la semana pasada, para reducir las tensiones por el desequilibrio comercial, China pondría fin a la prohibición de importar carne de vaca de Estados Unidos, vigente desde 2003, y además subir la compra de grano y otros productos agrícolas norteamericanos.

El déficit comercial de Estados Unidos con China fue de 347,037 millones de dólares en 2016.

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