El organismo denominado CERO prohibió la venta y distribución de The Callisto Protocol a menos que se desarrolle una versión menos violenta pero el estudio ya decidió no hacerlo.
Para nadie es sorpresa los grandes excesos en los contenidos de entretenimiento de Japón. Desde animes, mangas y videojuegos con alto contenido gráfico, violento, sexual, etcétera. No obstante, por irónico que suene, The Callisto Protocol no estará a la venta en territorio nipón. Esto debido justamente a su alto grado de violencia y sangre. Al parecer el órgano regulador de videojuegos de Japón denominado como CERO tiene especial problema con la vinolencia extrema y en la obra de Striking Distance Studios hay mucha.
No obstante, existe una fácil solución a esta cuestión. Striking Distance Studios podría desarrollar una versión especial para el mercado japonés con menos contenido explícito. Sin embargo los propios desarrolladores ya anunciaron que no será el caso. A través de redes sociales, el estudio se rehusó a alterar la versión final del juego. Incluso para quienes pre compraron el título se les reembolsará su dinero por completo. ”The Callisto Protocol ha decidido detener el lanzamiento de la versión japonesa. A partir de ahora, la clasificación CERO no se puede pasar. Hemos decidido que ya no podremos brindarle la experiencia que necesita. Esperamos que todos en Japón lo entiendan. Si ya han realizado un pedido por adelantado, lo reembolsaremos,” se lee en un comunicado oficial.
— The Callisto Protocol (@CallistoGameJP) October 26, 2022
Este no es el primer caso de su tipo especialmente con juegos de terror. La franquicia de Resident Evil ya tiene por costumbre lanzar versiones con menos contenido explícito para Japón. De hecho será el mismo caso con el estreno del remake de Dead Space. Sin embargo no es el fin el camino para los jugadores japoneses. Aunque sea un poco más complicado, tampoco es una tarea titánica conseguir una copia de la versión internacional del juego. The Callisto Protocol se estrenará el próximo 2 de diciembre.
