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CINE The Flash (2023)

DC Comics regresa a los cines a dar una cátedra sobre multiversos, realidades alternas y fanservice como nadie lo habría imaginado

Después de pasar más de una década en pre-producción, tener una filmación caótica, sufrir múltiples retrasos y contar con una estrella que nadie sabe porque sigue libre, el filme que -teóricamente- marca el reinicio del universo cinematográfico de DC Comics finalmente ha llegado a los cines. ¿Realmente vale la pena? ¿Que sorpresas prepara la primera película de Flash para los fanáticos del personaje y el género de super héroes?

BIENVENIDO AL CAOS

Como Flash, Barry Allen forma parte de la Liga de la Justicia y regularmente se une a sus compañeros para salvar el día, aunque todo esto no ha logrado hacer que deje a un lado la mortificación que significa saber que su padre esta en la cárcel, acusado de haber asesinado a su mamá. En un momento de crisis, nuestro personaje descubre que su velocidad le permite correr tan rápido que puede viajar en el tiempo y, contra toda recomendación, decide regresar al pasado para salvar a su madre de su fatal destino.

Basada muy libremente en The Flashpoint Paradox, uno de los arcos narrativos más influyentes e importantes en el universo impreso de DC Comics, esta película nos enseña el caos que desata Barry Allen al querer arreglar su pasado. Estas acciones lo que lo lleva a enfrentarse a si mismo, conocer versiones muy diferentes de los personajes que deberían serle conocidos, enfrentar un peligro que quizá sea demasiado para él y al final, descubrir como sus decisiones han afectado profundamente más de una realidad.

Esta cinta es la última heredera de una proyecto cinematográfico que intentó competir contra Marvel Cómics, pero que entre una producción y otra perdió el camino. Mucho se podrá decir que fue culpa de los estudios, de los actores, del director y hasta de los mismos personajes, pero al final todo se quedó en un limbo que esta cinta iba a retomar para comenzar nuevamente desde cero. ¿Lo logra hacer? Pues sí y no.

VOLVER AL FUTURO

Resulta increíblemente difícil tomar en serio una película como The Flash, ya que desde el comienzo este filme retoma absolutamente todo los elementos por el que han sido alabadas y críticadas las producciones de Marvel y las lleva al extremo. ¿Quieren ver a muchos héroes colaborando en un rescate? Pues así empezamos y hasta con un cameo inesperado. ¿Te gustan las escenas cómicas innecesarias? Aquí tendremos tantos chistes que los acabarás odiando. ¿Necesitas una trama que incluya elementos que ni los mismos escritores entiendan como las realidades alternas y el multiverso? Pues tenemos algo así, y no te preocupes por entenderlo porque ni te lo vamos a explicar… ah, y si quieres fanservice, nosotros te vamos a demostrar lo que es un verdadero fanservice.

Muy a pesar de que esta producción cuenta con la dirección de Andy Muschetti, el filme esta armado de la manera más genérica posible, con montajes que van de lo pésimo a lo verdaderamente genial. De hecho, ésto último es la característica general de The Flash; la película pasa de lo terriblemente insoportable a lo verdaderamente emocionante con un ritmo frenético que no nos deja respirar hasta los créditos finales, y aun así, después de éstos la escena post-créditos nos da la última pieza del fanservice como otro elaborado chiste que esta ahí nomás por no dejar.

Michael Keaton regresa como el Batman que apareció en las pantallas de cine hace más de 30 años y se vuelve la razón principal por la cual ver este filme, que en un momento parecía ser más una película del Hombre Murciélago que de Flash. Ezra Miller hace un buen trabajo y de paso, logra demostrar que cuando quiere ser insoportable, lo logra mejor de lo que él mismo podría creer y el reto del reparto pues… esta ahí.

REALIDAD AUMENTABLE

El gran problema que tiene The Flash también lo comparte con una película de Marvel: Spider-Man: Sin Camino a Casa. Gracias a su fanservice, la película logra una primera gran impresión, una tan grande que el público promedio le va a perdonar todo. Desafortunadamente, una segunda vista empieza hacer evidentes los muchos errores de guión, efectos visuales dignos del PlayStation 2 y el simple hecho de que Ezra Miller nunca fue un buena elección para interpretar al Corredor Escarlata.

Aun con todo lo anterior, la película se deja ver y como ya lo comentamos, la primera impresión es grande, sobre todo si ve en una sala llena de fanáticos. Muchas referencias, muchos personajes, muchos momentos tan torpes como memorables, The Flash es un caos que ofrece muchísimo más de lo que aparenta… para bien y para mal.

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