Vivir, la victoria más grande de Damar Hamlin

Después de nueve días hospitalizado, Damar Hamlin recibió el alta médica, tras sufrir un paro cardíaco al inicio del partido Bill-Bengals, que lo mantuvo en estado crítico y al borde de la muerte
Carlos Zulbarán Carlos Zulbarán Publicado el
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Hace poco más de una semana, el mundo del deporte estaba conmocionado por una imagen desgarradora en la NFL, cuando el safety de los Bills, Damar Hamlin, se desplomaba en el campo segundos después de realizar una tacleada que parecía de rutina frente a Tee Higgins, receptor de los Bengals.

En aquel momento, el defensivo de Buffalo sufrió paro cardíaco y nueve días después, la calma ha regresado, pues el jugador está fuera de peligro, luego de recibir el alta médica tras varios estudios realizados en el Centro Médico General de Buffalo, al que llegó en helicóptero hace tres días, desde Cincinnati, una vez que presentó una notable mejoría.

Damar pasó de un estado crítico a respirar por sí solo. Cuando recobró el sentido, preguntó: “¿Ganamos?”, a lo que los doctores respondieron: “La respuesta es sí. Ganaste. Ganaste el partido de tu vida”. La atención por parte de los médicos de Buffalo fue fundamental, pues le practicaron reanimación cardiopulmonar, minutos después del accidente.

“El diagnóstico es un paro cardíaco posterior o secundario a la contusión cardíaca, lo que en términos médicos se conoce como commotio cordis; es decir, en el momento que recibe el golpe en el pecho, en parte con el casco y después con el hombro, hace que se golpee el corazón a la altura de los ventrículos, donde se generan los impulsos eléctricos para las contracciones.

“Por lo tanto, el corazón empieza a latir de manera desordenada, lo que se conoce como fibrilación ventricular, contracciones pequeñas y rápidas que en términos prácticos es un paro cardíaco, porque no alcanza a bombear sangre ni al cerebro ni a los órganos vitales”, explicó Gerardo Meraz, traumatólogo deportivo, a Reporte Índigo.

Una vez que el jugador superó este complicado episodio, se le realizaron diversos estudios y el Centro Universitario de Cincinnati comunicó que “las funciones neurológicas de Damar se mantienen intactas y ha podido hablar con su familia y el equipo de cuidados”. Ante su evolución, aseguraron que “experimentó una recuperación notable”.

Asimismo, en Buffalo, los especialistas lo siguieron examinando y aseguraron: “Hemos completado una serie de pruebas, evaluaciones y consultas con los médicos del equipo y confiamos en que Damar puede ser dado de alta en forma segura”, comentó el doctor Jamie Nadler, quien agregó que Hamlin continuará su terapia de rehabilitación con los Bills.

“La recuperación de Damar fue rápida, me llama la atención. Eso quiere decir que evolucionó muy bien. Normalmente, en este tipo de pacientes, cuando ya lo recuperas del paro cardíaco, los pones en coma inducido, a dormir a propósito para que descanse el cerebro, los pulmones, el corazón.

“Después, se intenta despertarlo, eliminando o reduciendo las dosis que lo llevaron al coma para observar si lucha él solo contra el ventilador mecánico. En su caso evolucionó muy bien. Cuando despertó, si no mal recuerdo, 12 horas después del golpe, estaba en muy buenas condiciones cerebrales. Es un atleta de 24 años, joven, eso ayuda mucho”, agregó el especialista Meraz.

¿Volverá al emparrillado?

Ahora que el defensivo de Buffalo ha regresado a casa, seguirá en observación y bajo los cuidados médicos pertinentes. Si no hay algún impedimento, el jugador podría volver a los emparrillados, aunque todo dependerá de la valoración constante de sus médicos.

Durante la Eurocopa 2020, el mediocampista danés Christian Eriksen también sufrió un paro cardíaco durante el partido de su selección ante Finlandia. Afortunadamente, también le salvaron la vida y tras 259 días de aquel incidente volvió a jugar, en la Premier League con el Brentford. Actualmente, compite con el Manchester United e incluso acudió al Mundial de Qatar 2022.

Sin embargo, ambos casos son diferentes, pues “si bien, los dos cayeron en paro, el danés no tuvo ningún golpe, de pronto se desplomó. Eso lo conocemos como paro súbito y se está obligado a investigar si ya tenía algún factor predispuesto o algo que no se hayan dado cuenta. Hallaron que tenía un problema en el ritmo cardíaco, le pusieron un marcapasos y sigue jugando.

“Lo de Damar fue un paro ocasionado por el golpe, todas las pruebas que se le han hecho revelan que el corazón está perfecto, su cerebro también. Casi estoy seguro que lo van a tener monitorizado todavía varias semanas para ver con un electrocardiograma, que se deja localizado en su pecho, su ritmo cardiaco, día y noche.

“Si se siente bien, intentará regresar a practicar, obviamente, supervisado por profesionales cardiólogos y, si ven que no desarrolla ningún tipo de alteraciones en su ritmo cardíaco que pongan en peligro su vida, va a volver a jugar. Eso ya será cuestión del jugador y para la siguiente temporada”, finalizó Meraz.

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