Los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro han hecho historia al convertirse en los primeros que entregan medallas con sonido a los atletas con alguna discapacidad visual.
Cada una de las preseas posee una tonalidad única según sea el metal. De esta manera, los atletas pueden diferenciar y apreciar las medallas que obtienen.
Al interior de cada una de estas preseas se colocó una cantidad de bolas de metal, lo que permite que al agitarlas se genere un sonido fuerte.
La medalla de oro es la más ruidosa, pues en su interior hay 28 bolas. En la de plata se colocaron 20, mientras que en la de bronce hay 16, lo que les da un sonido distintivo a cada una de ellas.
El Comité Olímpico Internacional (COI) determinó que además de incluir el sonido en las medallas, se debía de grabar en lenguaje Braille la frase “Juegos Paralímpicos Río 2016”.
De esta manera el COI refrendó lo dicho en 2004, cuando estableció que el deporte es un derecho humano y por lo tanto nadie debía ser discriminado de ninguna forma para practicarlo.
“El Espíritu Olímpico requiere comprensión mutua, solidaridad y amistad (…) Cualquier forma de discriminación orientada a un país, raza, religión, política o género es incompatible con el Movimiento Olímpico”, señala la carta de principios del organismo.
Con información de AP y el Comité Olímpico Internacional.