Ismael Hernández, la sonrisa del éxito

A cuatro años de haber sorprendido a México con una medalla no presupuestada en Río 2016, el pentatleta Ismael Hernández recuerda el sabor de la presea, la cual le abrió la puerta a una nueva vida
Manuel Cuéllar Manuel Cuéllar Publicado el
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La tarde del 20 de agosto de 2016, cuando la mayoría de los aficionados al deporte en México ya estaban atentos al futbol y otros seguían festejando las medallas olímpicas de Germán Sánchez y María del Rosario Espinoza, las transmisiones televisivas tuvieron que cortar los partidos, pues un mensaje en redes sociales estaba causando revuelo: “Ismael Hernández gana medalla de bronce para México”.

Dejar de luchar por un sueño o un objetivo cuando tienes todas las capacidades es renunciar a lo más importante que nos fue dado en esta vida, porque de ahí surgirán las típicas preguntas de qué tal si hubiera hecho esto o el otro, y las respuestas siempre serán amargas
Ismael HernándezMedallista olímpico

Ismael jaló la medalla para sentirla y saber que era de verdad, que después de 17 años de preparación logró su objetivo, pero lo que más llamó la atención fue su gesto, mezcla de incredulidad y felicidad, ya que el atleta sonrió de manera espontánea y sorpresiva, un gesto que quedará plasmado para la historia del deporte mexicano.

“Creo que de ahora en adelante nadie va a olvidar esa foto, esa sonrisa, pero fue natural, había conquistado un logro que hace 17 años yo había planeado”, explica Ismael Hernández para Reporte Índigo, desde Carolina del Norte, Estados Unidos.

La explosión de sentimientos siguió luego de bajar de aquel podio histórico en Río 2016, ya que Ismael tuvo oportunidad de festejar con su familia la primera medalla olímpica para el pentatlón moderno mexicano.

“La parte más padre de todo el proceso de Río de Janeiro fue la culminación y el poder celebrar con mi familia y mis seres queridos, la verdad es que cuando lo recuerdo la primera sensación que tengo es ésa, porque pude compartir con mis seres una hazaña histórica. Es increíble cómo pasa el tiempo porque ya se cumplieron cuatro años y es increíble la forma que tomó ese mérito, simplemente porque a todos nos tomó por sorpresa”, recuerda.

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Puntos separaron a Ismael Hernández del segundo lugar olímpico

Con un éxito olímpico y ganador del Premio Nacional de Deportes de ese año, el cual recibió portando orgullosamente el uniforme del Ejército Mexicano, Ismael tenía que dar respuesta a la típica pregunta para un atleta: ¿Qué sigue?, tuvo que ser franco consigo mismo y en lugar de elegir otro ciclo, la balanza se inclinó para lo que él describe como “mi segunda montaña a conquistar”, pues desde hace tres años vive en Estados Unidos donde ha buscado desarrollarse de manera profesional con sus estudios.

“Después de conseguir esa medalla y que la pude disfrutar, me puse a buscar la respuesta a una pregunta tan predominante como lo es, ¿qué sigue ahora?, porque, así como por 17 años busqué las opciones para lograr una medalla olímpica, era el turno de buscar una respuesta para una pregunta complicada que, en ocasiones, no tiene respuesta.

“Para algunos atletas la respuesta es seguir y aventarse otro ciclo olímpico y como sea, lo repites, ahí tienes el ejemplo de María Espinoza, pero en mi caso siempre postergué esa respuesta, porque tenía planeado competir en Tokio 2020 a lado de mi hermano, que también hace pentatlón, pero el mundo da muchas vueltas porque tuve la oportunidad de cumplir otro sueño que era estudiar y vivir en Estados Unidos y ahí es cuando la balanza toma bastante peso hacia mi desarrollo profesional”, resalta.

La primera parte que le recomiendo a todas la generaciones futuras es que peleen por todos sus sueños que quieren alcanzar, búsquenlo y no lo suelten y lo segundo es a todas las personas que están soñando, encontrar ese sueño que esté alineado con nuestras capacidades sea cual sea
Ismael HernándezMedallista olímpico

Otra faceta de Ismael Hernández

Ismael Hernández sabe que ahora su aportación al deporte mexicano tiene que ser diferente, por lo que desea ayudar a los atletas del futuro desde un ámbito diferente, donde se le vea más allá de ser un campeón olímpico.

“La verdad es que estoy contento con lo que he logrado, pero no estoy satisfecho, porque ahora tengo esta segunda montaña que escalar en mi vida y es una gran meta que es que mi desarrollo profesional ayude a los deportistas del futuro, que, si mi caso sirve de ejemplo que lo tomen, porque yo estoy en toda disposición de hablar con ellos, de tratar de orientarlos para que logren sus objetivos”, reconoce.

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