Dulce sueño cumplido

Jorge Gamboa tenía la meta de jugar futbol americano, pero las limitaciones económicas eran su principal obstáculo, las cuales supo sortear con mucho sacrificio hasta llegar a ser campeón
Manuel Cuéllar Manuel Cuéllar Publicado el
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Jugar futbol americano a nivel profesional y ser campeón eran las imágenes que Jorge Gamboa tenía en sus sueños ‘más dulces’ desde que era niño, y en abril pasado completó ambos cuando los Mexicas ganaron el Tazón México III a los Raptors, para tener el título de la Liga de Futbol Americano (LFA).

“Yo no me medí en los festejos. Creo que fui uno de los pocos jugadores que corrió como loco por todo el campo, pero lo hice porque cumplí un sueño que le había dicho a mis compañeros y a mí familia: ‘No sé lo que tenga que hacer, pero yo voy a jugar esa Final en el Azul y ser Campeón’”, recuerda el liniero defensivo a Reporte Índigo.

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Años tenía Jorge Gamboa cuando comenzó a jugar futbol americano

El campeonato es solo la “parte bonita de esta aventura”, asegura Gamboa, ya que para alcanzar un puesto estelar en la franquicia de la Ciudad de México tuvo que superar diversos obstáculos a través de los años, como la falta de solvencia económica para jugar su pasión, el futbol americano, por lo que buscó la manera de tener cómo ganar dinero.

Debido a que a que era menor de edad, las oportunidades para trabajar eran escasas, por lo comenzó a vender dulces en su escuela para comprar su equipo, pero los primeros artículos no fueron los que esperaba para jugar a un nivel importante.

“Tal vez si sacrifiqué muchas cosas, como comidas, horas de sueño, descansos, pero no me puedo arrepentir de eso, ya que ahora veo lo que he logrado con tanto sacrificio”
Jorge GamboaJugador de Mexicas

“Ahorita estoy disfrutando del buen momento que tengo con Mexicas, es verdad, pero no olvidaré cómo empecé esta aventura. Recuerdo que como mi situación económica no era muy buena en ese entonces jugué mi primera temporada con unos guantes de carnaza que compré en la ferretería, porque los de juego eran muy caros.

“Para sustentar mis gastos, no es un deporte barato, yo vendía dulces en la escuela y en los entrenamientos para que mis mismos compañeros me apoyaran, ya con eso me hacía de mis cosas, y puedo decirte que el primer casco que me compré fue con dinero de los dulces que yo vendía en ese momento”, menciona el jugador.

Sin embargo, los obstáculos no cesaron cuando comenzó a tener mejor solvencia económica, ya que además de estudiar, trabajar y entrenar al mismo tiempo, tenía que demostrarle a su familia que la práctica del deporte que ama no era en vano.

“Recuerdo que mi familia me dijo un día: ‘Ok, está bien que hagas deporte, que lo disfrutes, pero de esto no vas a vivir, así que consigue un trabajo’, pero jamás se imaginaron que más adelante iba a tener éxito en esto y se puede decir que en teoría estoy viviendo de esto.

República de Argentina #28,

“Desde pequeño tuve que luchar contracorriente, porque no tenía el apoyo económico, pero eso no me quitó el sueño de seguir jugando”, menciona.

Las tackleadas del juego

Superados los contratiempos en su vida personal, las adversidades llegaron dentro del terreno de juego, cuando Gamboa comenzó a jugar en los emparrillados a los 17 años, una edad a la que varios entrenadores juveniles consideraban avanzada para poder alcanzar la Liga Mayor de la ONEFA estudiantil o la LFA.

“Como tal, limitaciones no tuve, sólo las mentales que me querían poner otras personas, porque me decían que como yo no jugué desde pequeño, yo no podía llegar a jugar en Liga Mayor, pero mi respuesta siempre fue, que el no que me daban en ese momento, no significaba imposible, y se los demostré, porque terminé jugando con jugadores que yo admiraba, que en un momento me atreví a decir: ‘Yo quiero jugar como ellos’, podría decir nombres, pero fueron muchos a los que admiré en ese momento”, reflexiona.

“Mis días eran estudiar por la mañana, trabajar por las tardes y entrenar por las noches, pero aunque combinaba las tres actividades, trataba de no descuidar ninguna”
Jorge GamboaJugador de Mexicas

Durante la presentación del equipo para la siguiente temporada, Gamboa fue uno de los que estuvieron presentes y, al igual que los directivos, confió en que la próxima campaña será de consolidación y obtención del bicampeonato, principalmente por el apoyo de los nuevos franquiciatarios que ya han tenido historias de éxito en el deporte profesional, específicamente en el beisbol con los Pericos de Puebla, a los que hicieron dos veces campeones de zona.

Inspiración Familiar

La carrera de Jorge Gamboa es destacable en cualquiera de los aspectos que se quiera ver, y por eso, su hermano menor quiere seguir sus pasos, por lo que ya comenzó a practicar con el ovoide, para tal vez, algún día, jugar junto a su hermano.

“Es curioso, yo soy la primera generación de mi familia que juega americano, nadie más lo hacía hasta hace poco que mi hermano ya comenzó a seguir mis pasos, y hace poco me dijo que quería ser como yo, quieras o no, eso te motiva mucho”, indica.

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