Concacaf no aprende

Monterrey fracasó en el Mundial de Clubes de Marruecos 2013. En su primera oportunidad cayó fortuitamente, pero ahora solo le quedará levantar la cara y disputar un duelo de “consolación” por el quinto lugar, una prueba que no será fácil de librar.

Apenas el sábado por la tarde, Rayados debutó en este torneo oficial de FIFA donde el Raja Casablanca lo doblegó por 2-1 en tiempos extras, un resultado fatídico que confirmó la debacle que vive la institución albiazul y de paso el futbol mexicano.

Rocío Cepeda Rocío Cepeda Publicado el
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semifinales ha disputado Concacaf en su historia dentro del Mundial de Clubes

Monterrey fracasó en el Mundial de Clubes de Marruecos 2013. En su primera oportunidad cayó fortuitamente, pero ahora solo le quedará levantar la cara y disputar un duelo de “consolación” por el quinto lugar, una prueba que no será fácil de librar.

Apenas el sábado por la tarde, Rayados debutó en este torneo oficial de FIFA donde el Raja Casablanca lo doblegó por 2-1 en tiempos extras, un resultado fatídico que confirmó la debacle que vive la institución albiazul y de paso el futbol mexicano.

El reto siguiente se llama Al-Ahly, un equipo al que le han dado el mote de “gigante de África” por ser uno de los mejores no solo de Egipto sino de toda la confederación de aquella zona, que frente al cuadro regiomontano buscará su pase a la semifinal.

Los egipcios se presentan en el Mundial por quinta ocasión y van en búsqueda de la historia y la trascendencia.

Pero aunque parece distante el nivel entre dos regiones futbolísticas como la Concacaf del Monterrey y la CAF del Al Ahly, cada vez parece ser más corta la referencia.

Ni el Monterrey que ésta vez participa tenía las credenciales para estar en un Mundial de Clubes, ni tampoco el equipo Raja Casablanca iba a dejar pasar la oportunidad de demostrarle al planeta la pendiente ascendente que la Confederación Africana de Futbol ha logrado desde su sistema organizacional.

UEFA y Conmebol están por encima de todas, no por nada la FIFA siembra en semifinal a los clasificados de esta división, pero ni aunque se piense en México cuando Concacaf acude al Mundial, el número de participaciones no es proporcional al aprendizaje y crecimiento en este torneo.

En su primera vez en 2011, Monterrey llegó a cuartos de final, pero el Kashiwa Reysol de la Confederación Asiática de Futbol lo doblegó en la tanda de penales. El año pasado libró los cuartos con Ulsan Hyundai, también de Asia, pero se quedó en el camino de Semifinal ante el Chelsea de UEFA.

Pero en lugar de ir avanzando en el Mundial de Clubes, Concacaf ya dio un paso hacia atrás, quedando situados en un contexto vergonzoso por la ilusión de sus jugadores, de los mil 500 aficionados que viajaron y también del país que los apoyó.

Resultados como el del sábado no decepcionan. La Pandilla ha tenido un año para el olvido que era lo menos que se podía esperar de un plantel con sobrados cambios, poco futbol y mucha incertidumbre.

Así como rige en las finales a nivel confederación, el futbol mexicano debe dar el salto a nivel internacional en competencias como ésta, donde la presión es capaz de poner a temblar a los jugadores pero el respeto mundial está de por medio.

Pobres resultados

Desde su inicio en el año 2000, son ocho las ediciones que la Confederación de Futbol de Norte, Centro América y el Caribe ha participado en el Mundial de Clubes de la FIFA, y sus resultados han sido lamentables.

Cinco equipos mexicanos y un costarricense son los que han disputado el certamen, pero únicamente el Necaxa en el 2000, el Saprissa en 2005 y Rayados en 2012, alcanzaron el tercer puesto de la competencia. Los demás, se conformaron con haber participado.

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