William Pesek
Un ‘comunismo’ muy capitalista

Quizá el Partido Comunista de China necesite pensar en un cambio de nombre. Dos noticias de la pasada semana nos recuerdan que no hay igualitarismo o una sociedad sin clases en la máquina política dominante de la nación más poblada: por un lado, la sentencia de la esposa de Bo Xilai; y, por otro, las insinuaciones acerca de que la brecha de la riqueza en China es más grande de lo que se pensaba. 

Ambas están más entrelazadas de lo que parece y muestran que China también tiene el problema del 1 por ciento que frena al otro 99 por ciento.